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Monumentos de la fe

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Durante casi dos siglos de historia (desde 1599 hasta 1767), la Compañía de Jesús se instaló en la provincia de Córdoba y dejó para siempre su sello. Bajo el título de Legado Jesuítico de Córdoba se engloba la serie de sitios (la Manzana Jesuítica, en la capital de Córdoba, y cinco estancias) que en dicie
mbre de 2000 la UNESCO declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad. Sitios que se mantienen en pie para dar testimonio de uno de los tesoros culturales más importantes de nuestro pasado. 


MANZANA JESUITICA.
Una fecha: 20 de marzo de 1599. Un lugar: el actual centro histórico de Córdoba. En ese entonces, la nada. Un hecho: el padre Juan Romero tomó entre sus manos un manojo de pasto y polvo y lo arrojó al aire. Con este gesto simbólico nació la obra de un puñado de hombres, conocidos como Guerreros de la Fe, quienes hicieron de Córdoba una usina intelectual y misional única en el paisaje cultural del Río de la Plata y el Tucumán.

Hoy, 400 años después, el visitante de la Manzana Jesuítica en la ciudad de Córdoba, también llamada Manzana de las Luces, puede palpar la piedra y la cal, el hierro y los maderos que conformaron los muros del templo más antiguo del país; la primera imprenta que tuvo el Virreinato de Río de la Plata, la segunda universidad de América latina (hoy Rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba) o el Colegio Máximo, más conocido como Monserrat. Para recorrer la manzana, ubicada entre las calles Duarte Quirós, Caseros, Obispo Trejo y Vélez Sarsfield, es aconsejable disponer de varias horas. 

La iglesia -la más antigua de la Argentina- empezó a construirse en 1640, gracias a la donación de Manuel Cabrera, el nieto del fundador de Córdoba, y fue inaugurada en 1671. Deslumbra el techo con forma de casco de barco invertido, construido por el hermano Phillipe Lemaire. La gigantesca bóveda de gajos de madera con frescos de colores brillantes fue pintada por aborígenes y narra la epopeya de la Compañía de Jesús.

A continuación, se puede visitar lo que los jesuitas proclamaron en 1610 como Colegio Máximo, actual Rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba y la Biblioteca Mayor. En el ángulo sur, una construcción de paredes rosadas y rejas trabajadas testimonian lo que fue en 1687 El Real Colegio Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat. El salón de actos se destaca por las colosales dimensiones del mural, pintado por el artista Claudio Boggino a los 16 años. 


CAMINO DE LAS ESTANCIAS JESUITICAS.
Fueron fundadas con el objetivo de financiar las actividades de los colegios, noviciados y catedrales de la orden jesuítica. En total, los sacerdotes fundaron cinco estancias agrícola-ganaderas autosuficientes, y que a su vez mantenían un intenso intercambio comercial. 

- Santa Catalina. Fundada en 1622, es la más grande. Ubicada a 12 kilómetros de Ascochinga y 20 de Jesús María, fue un gran centro de producción agropecuaria. Su iglesia es una obra maestra del barroco americano. En 1774 pasó a manos privadas y en la actualidad sus dueños, Sebastián Torti y Victoria Díaz, la remodelaron como vivienda, pusieron un bar y restaurante y un local de artesanías. Funciona como posta para pasar la noche durante las cabalgatas que van desde La Cumbre hasta
Ascochinga.

- Caroya. Data de 1616, y estaba vinculada al Colegio Monserrat. Se encuentra a 44 kilómetros al norte de Córdoba por la Ruta 9. En 1661 fue vendida al presbítero Ignacio Duarte Quirós, y entre 1814 y 1816, durante la guerra por la Independencia, fue la fábrica de armas del Ejército del Norte.

- Jesús María. Levantada en el año 1618, está ubicada apenas 4 kilómetros al norte de Caroya por la misma Ruta 9. Se caracterizó por su producción vitivinícola. El complejo incluye un iglesia, la residencia, la bodega y restos de los antiguos molinos. Hoy se puede visitar el Museo Jesuítico Nacional, que exhibe colecciones de arqueología y etnografía.

- La Candelaria.
Desde 1678 está enclavada en plena sierra, donde desarrolló una importante producción mular. Se destaca la ranchería (allí vivían los esclavos), el molino y las acequias, que conformaban una estructura inédita, a mitad de camino entre un fortín y un santuario. Está ubicada a 73 kilómetros de la ciudad de Cruz del Eje y a 220 de Córdoba por la Ruta Nacional 38. 

- Alta Gracia. Fundada en 1643, en la actualidad funcionan una iglesia parroquial, un colegio secundario y el Museo Nacional Casa del Virrey Liniers. Aquí se destaca el tajamar (especie de dique), que pasó a ser símbolo de la ciudad. 

En auto, el total del recorrido no llega a los 500 kilómetros, y el marco para estos tesoros culturales es el de las sierras cordobesas. Una oportunidad única para combinar naturaleza e historia.

por María Noel Alvarez
informe y fotos: Bibiana Fulchieri (desde Córdoba)

La fachada del Colegio Monserrat  y su torre con reloj.

La fachada del Colegio Monserrat y su torre con reloj.

Interior de la Iglesia de la Manzana de las Luces, en la ciudad de Córdoba. Los frescos de la bóveda fueron pintados por indígenas, y narran la epopeya de la Compañía de Jesús.

Interior de la Iglesia de la Manzana de las Luces, en la ciudad de Córdoba. Los frescos de la bóveda fueron pintados por indígenas, y narran la epopeya de la Compañía de Jesús.

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