-Antes de la foto, tengo que confesarte un secreto…
-¿No simpatizás por el
mismo club que yo?
-Algo peor para vos.
-¿Peor? ¿Sos de Huracán?
-Sí, soy de
Huracán.
-Ufff… Entonces… Ehhh… Bue, te perdono.
Confirmado: el mundo es chico, muy chico. De lo contrario resultaría bastante
complicado explicar esta pulseada -mitad en serio, mitad en broma- generada el
domingo 9 de noviembre de espaldas al río Paraná, entre el fotógrafo de GENTE y
el neoyorquino de 45 años, Viggo Mortensen. Sí, Viggo Mortensen, dijimos, y
Viggo Mortensen, repetimos. ¡¿Qué hace el protagonista central de la película
más esperada de 2003 (tan central que en El Señor de los Anillos-El Retorno del
Rey, él es el Rey) desafiando, a 503 kilómetros del Obelisco y como si
enfrentara al maléfico Saurón, los gustos futbolísticos de un reportero gráfico
argentino?! "Para honrar una camiseta no existe la distancia", resume acudiendo
al aporteñado y apasionado tono de su voz. Aporteñado, porque vivió parte de su
infancia en Buenos Aires. Apasionado, porque disfruta llevar sobre su pecho los
colores azulgrana del equipo que venera… El mundo es chico, muy chico, pero el
corazón de fanático de San Lorenzo que late en el pecho de Viggo Mortensen es
grande, muy grande.
-¿En serio se siente un 'cuervo' de ley?
-Obvio. Me siento tan 'cuervo' como el Beto Acosta. Sin embargo, odio odiar, y
no odio a los del Globito. Aunque, de elegir, preferiría (ríe) tomar un café con
un orco (criatura maléfica de la trilogía). No recuerdo por qué decidí acercarme
al Ciclón, ya que ni siquiera vivía en Boedo, y mi madre y mi padre eran Boca y
River. Lo que sí, siempre andaba con la camiseta puesta. La memoria me habla de
José Nene Sanfilippo, del Bambino Veira, del maravilloso campeonato
metropolitano que obtuvimos invictos durante el '68… Apenas confirmé mi viaje
para publicitar la película (El Retorno…, que se estrenará el primero de enero
en nuestro país y el mundo), les pedí a mis amigos de Warner presenciar algún
partido. Me tocó justo contra Colón, y acá estoy, camino hacia la concentración,
para saludarme con los jugadores.
por Leonardo Ibáñez
fotos: Alejandro Carra (enviado especial e hincha de Huracán) y New Line Cinema
Voy a tratar de dedicarte mi noveno grito del campeonato", le adelantó el eterno romperredes de Boedo.">
Cara a cara, el Beto Acosta le firma la camiseta a Viggo. Fue el domingo por la tarde en el Hotel Mayorazgo de Entre Ríos. Luego irían a la cancha de Colón, en Santa Fe, distante 28 kilómetros. "Voy a tratar de dedicarte mi noveno grito del campeonato", le adelantó el eterno romperredes de Boedo.
Recién arribado, Viggo eligió el domingo para dedicarse a su San Lorenzo, a tomar mate amargo y a respirar el paisaje paranaense.
