De pronto se quedó sin voz. Era la noche del viernes en Buenos Aires y estaba ahí parado sobre el escenario, cantando el cuarto tema del show, bailando sus coreografías tan sexys y tan latinas frente a las 50 mil fanáticas que llenaban el estadio de River a puro grito, cuando la voz le empezó a fallar. Chayanne estiró el tema hasta el final, pero se dio cuenta de que esa garganta no daba para más y entonces, con lágrimas en los ojos, desde las pantallas gigantes el puertorriqueño pidió perdón a sus fanáticas y les dijo que esa noche tenía la voz rota, que no iba a poder seguir.
Por unos minutos, en el estadio reinó el desconcierto. Nadie sabía muy bien si lo que acababan de ver y escuchar era parte del show o era cierto, si todo había terminado ahí. Hasta que un rato más tarde, esta vez desde los camarines, Chayanne volvió a decirles desde las pantallas gigantes: “Me quedé sin voz, discúlpenme”. Y pidió a sus fans que conservaran sus tickets, que el show se iba a reprogramar. Así que era verdad…
Chayanne llegó a la Argentina en la madrugada del viernes, bajo una lluvia torrencial y en un vuelo que se atrasó unas cuantas horas, quitándole tiempo de reposo en el hotel como para recuperarse de la gripe que venía arrastrando. Algo que, según los médicos, no ayudó en nada a su mejoría. Después del recital que no fue, ya de regreso en el hotel de Retiro, un equipo médico lo atendió en su suite del Park Tower y le recomendó 72 horas de reposo. Por lo que el cantante también debió suspender su show del domingo en Mar del Plata y, por prevención, otro programado para el martes en Neuquén. El resto de su agenda, por ahora, sigue igual, y los shows cancelados se reprogramarán para después del martes 23.
Mientras tanto, sus fans lo esperan...
Chayanne, con una bufanda protegiéndole el cuello, se retira de los camarines en un carrito, después de cancelar el show en River.
Antes del show, en su camarín, Chayanne tomó té con miel para cuidar su garganta… pero con eso no iba a alcanzar. Mientras tanto, mezclados entre sus fans, esperaban para verlo los simuladores Federico D’Elía y Alejandro Fiore, y Maximiliano Guerra y su pareja, Patricia, con la que se va a casar el 15 de diciembre.
