La polémica se disparó el 22 de mayo, tras tomar estado público que los senadores resolvieron seguir percibiendo un medio aguinaldo de 3213 pesos, pese a que el cobro de dicho beneficio no es obligatorio. La medida fue acordada un día antes de que ese cuerpo aprobara en general
el proyecto de Reforma Política, por el cual los legisladores intentan achicar los gastos electorales y de publicidad oficial en tiempos de campaña. Ese gesto se consumó mediante un decreto firmado por el presidente provisional de la Cámara Alta, Mario Losada, con previa autorización de todos los jefes de bloque.
La polvareda no tardó en levantarse, debido a la demanda social en el sentido de que la clase política acomode sus gastos a la grave crisis económica. Ese medio aguinaldo también contrasta con los recortes dispuestos por cuatro gobernadores provinciales y el jefe del Gobierno porteño. Y también produjo un cisma entre los propios senadores, que revela hasta qué punto la Cámara Alta enfrenta, tal vez, su mayor crisis desde el regreso de la democracia.
PARLAMENTO S.A. El desprestigio creciente que envuelve al actual Senado estalló con toda su virulencia a mediados del año pasado, durante el escándalo por las supuestas coimas en el marco de la reforma de la Ley Laboral. Aquel episodio, mal investigado y jamás esclarecido, no sólo tendió un manto permanente de sospecha sobre el cuerpo, sino que también tuvo sorpresivas consecuencias políticas: una crisis ministerial y la renuncia del vicepresidente Chacho
Alvarez.
Hoy, cuando los legisladores parecen haber enterrado aquel escándalo, muchos empleados de la Cámara Alta coinciden en afirmar que el clima que allí impera es como el de un club privado, con leyes propias y códigos internos. Al respecto, esa actitud corporativa resultó inocultable cuando, días pasados, la organización
Poder Ciudadano distribuyó una encuesta para monitorear la situación patrimonial de los legisladores. Y la mayoría de ellos reaccionó airadamente, casi ofendidos. Incluso, el senador de la Alianza Javier Meneghini, con el formulario de la encuesta en la mano, comentó en pleno recinto: "¡Que se creen éstos para andar investigándonos así!".
Minutos después, la calma volvió a reinar. Y el cuerpo se puso a debatir un proyecto del senador Ernesto Oudin (PJ) para"manifestar beneplácito por los logros obtenidos por judokas misioneras".
En ese contexto, la controversia existente en torno al medio aguinaldo es algo así como un relámpago en medio de la tormenta.
"No es que lo del medio aguinaldo sea ilegal. Pasa que es indecoroso y revela una falta de sensibilidad absoluta", afirmó el senador del Frepaso Pedro del Piero.
Sentado al escritorio de su despacho, bajo un amarillento panfleto enmarcado, el legislador no ocultaba su indignación. "El dinero en danza no es la cuestión principal. El problema es otro: hoy por hoy el Senado está peleado con la sociedad; entonces, el asunto del medio aguinaldo es como mojarle la oreja a la gente. Una verdadera provocación."
Hoy por hoy, el Senado está peleado con la sociedad; entonces, el asunto del medio aguinaldo es como mojarle la oreja a la gente." (Senador Pedro del Piero).">
"Hoy por hoy, el Senado está peleado con la sociedad; entonces, el asunto del medio aguinaldo es como mojarle la oreja a la gente." (Senador Pedro del Piero).
