Los secretos anti-age de las número uno – GENTE Online
 

Los secretos anti-age de las número uno

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Michelle Pfeiffer tiene dos liftings, Catherine Zeta Jones es adicta al botox, Julia Roberts se animó al colágeno, Nicole Kidman se puso pómulos… La información que llega desde Hollywood indica dos cosas. Una: las stars quieren verse jóvenes sin esfuerzos. Dos: a ninguna le importa el qué dirán y confiesan todas y cada una de sus cirugías sin inhibiciones ni reparos.

En Baires, la historia se repite. Nuestras divas consiguen mantenerse jóvenes, cuentan a viva voz sus fórmulas y revelan hasta el más mínimo de sus secretos: cómo se animaron , lo nuevo en cirugías y tratamientos, cuánto cuesta verse bien, a quién llamar y cuándo hacerlo.
Mayo, junio… Meses de bisturí y cambios estéticos. Los teléfonos de los cirujanos no paran de sonar. La venta de prótesis aumenta un 90 por ciento. Los quirófanos no dan abasto. Es la época ideal para “retocarse” o “hacerse nueva”. No bien termina el verano, momento ideal para atreverse a las cirugías y a otros tratamientos menos cruentos para aparentar diez años menos.
Acá, el testimonio y las recetas de nuestras diosas.

A LOS 30, COMO DE 20.Las cirugías son un mal necesario”, admite Mónica Ayos (32). La primera vez que la actriz pisó un quirófano fue en 1993, después de darle el pecho a su hijo Federico (hoy, 13 años). Entonces, la actriz tenía 20 cumplidos y soñaba con ser vedette. En 2002 volvió a retocarse: dejó en manos del cirujano Jorge Kadar una lipoaspiración en piernas y rodillas. “Los embarazos te cambian el cuerpo, tengas la edad que tengas”, confirma la dueña de las curvas más deseadas por los argentinos. Por eso, cuando quedó embarazada de Victoria (hoy de un año) se puso las pilas desde el primer momento. La doctora Mónica Milito fue la encargada de seguirla de cerca durante los nueve meses. “Le hice un tratamiento específico gestacional que fue cambiando semana tras semana y consistía en drenajes linfáticos para que elimine toxinas y prevenga las adiposidades localizadas –cuenta la especialista en estética y cirugía–. Además, le hemos preparado productos a base de árnica y elastina, que favorecen la elasticidad de la piel y previenen la formación de estrías. Lo más importante fue el plan Recovery, ideado especialmente para el post parto: con la endermoterapia y la microlipólisis, se logró reafirmar el abdomen y disolver los tejidos adiposos”. Así, no sólo logró bajar los 18 kilos que aumentó durante el embarazo (ahora pesa 53) sino que recuperó totalmente su figura.

Se reconoce una extraña mezcla de Susanita y sex-symbol, admite que le preocupa la imagen que le devuelve el espejo, dice que quiere estar bien para seducir siempre a su marido (Diego Olivera) y admite que “la presencia” es fundamental a la hora de conseguir trabajo. Y Ayos no se equivoca: su última participación fue para Historias de sexo de gente común, donde tuvo que mostrar sus envidiables medidas (95-60-95). Ahora, no bien termine la gira de la obra Taxi por el interior del país, promete volver a lo de Milito para seguir con el tratamiento y llegar diez puntos al verano 2006.

Si el bisturí ayuda a estar mejor, bienvenido sea”, sentencia Karina Mazzocco (35). Aunque dice ser “amante de todo lo natural” hace ocho años se hizo su primera cirugía: “Me hice un implante de lolas para sentirme más segura”, reconoce. También, la conductora de Transformaciones se levantó la punta de la nariz, se puso botox en la cara y se sometió a una lipo en piernas…
Gracias al quirófano y la gym, me siento como de 20”, afirma Araceli González (36). Hace endermologie para eliminar grasas y toxinas, consulta a su dermatóloga una vez a la semana, se somete a una dieta balanceada, practica boxeo, cinta y gym modeladora casi a diario y se hizo un implante de mamas.

Los secretos de Ara no son tales cuando se enfrenta al grabador: “Perdí siete kilos de grasas y mejoré mis lolas gracias a la dieta, la gimnasia y la cirugía plástica que me hizo el doctor Juan Carlos Elías. Hoy me siento como a mis 20, y lo disfruto mucho, porque mi cabeza y mi cuerpo están en perfecta armonía”.

A LOS 40, COMO DE 30.Todos los días lucho contra la celulitis, ¿y qué?”, se pregunta Catherine Fulop (40). Si hay una mujer desfachatada en el mundo, es la esposa de Ova Sabatini. Ella no le teme a nada: reconoce una lipo en piernas, sus tratamientos semanales de endermologie y masoterapia, el botox que se implanta cada tres meses y sus sesiones de Thermage (una suerte de lifting sin bisturí) con el cirujano Federico Zapata. El maestro en estética general explica: “El Thermage es un nuevo tratamiento facial no quirúrgico que, a partir de la electricidad, promueve el encogimiento de la dermis y mejora la tensión de la piel. No reemplaza la cirugía, pero mejora la elasticidad de la piel y aumenta la producción de colágeno”.

Levantarme las lolas me reconcilió con mi cuerpo”, reconoce Andrea Frigerio (44). Ella se hizo dos veces las lolas. La primera cuando tuvo a Tomás (allá, por el año 82) y la segunda luego de tener a Josefina, en el 97). “Después de darle de mamar a Fini me levanté las lolas con Horacio López Carlone y pude reconciliarme con mi cuerpo: la ropa me caía mucho mejor”, confiaba Andrea por aquellos tiempos. También se sabe que se colocó pequeñas dosis de botox para borrar las líneas gestuales y se hizo un peeling no quirúrgico para renovar la frescura del rostro. Por último, se animó a una lipo suave en piernas y cintura. Es de las mujeres que prueban con todo y no vacilan en contar qué tal les fue. “Yo me prendo en todas las nuevas tendencias: hice la técnica Pilates durante el verano, probé con la quiropraxia –una técnica que te acomoda las vértebras– y me encantó, visito a mi dermatóloga una vez al mes y uso cremas hidratantes en todo el cuerpo cuando salgo de la ducha”. No hace dieta, se permite comer de todo: desde las claras de huevo hervidas para ingerir proteínas hasta el panqueque con dulce de leche de vez en cuando. ¿Su clave, más allá de la genética? También la confiesa: “El secreto está en cuidarse desde adentro. Si dormís poco, fumás, tomás alcohol, comés grasas, tenés un trabajo con el que estás disconforme y vivís de mal humor, te vas a ver pésimo aunque te hagas todas las cirugías del mundo”.

POR SIEMPRE JOVENES.No espero que todo se me caiga para recomponerlo”, confía Moria Casán. La morocha argentina se sometió al bisturí el año pasado. Moria “modelo 2004” incluyó: cara, cuello, panza, piernas y rodillas. Fue el cirujano José Juri quien implementó con ella el lifting mannequin: una novedosa técnica que desarrolló el mismo profesional y que le permite a la paciente estar perfecta a las 24 horas de someterse a la intervención. La recuperación es rapidísima y no deja hematomas. Ahí está Moria hoy: con su nuevo cuerpo que cuida a diario con gym, clases de baile y fierros.

Me hice toda, estoy feliz” , reconoció Susana Giménez. Ella es la diva indiscutida de la Argentina. Su mayor desafío consiste en lucir joven y divina, conservando intacta la fisonomía que la llevó a la fama. “La rubia” ha confesado sin reparo alguno todos y cada uno de los retoques que se ha hecho. El último lo admitió en 2002: “Ahora tengo un talle y medio menos de ropa”. La doctora María Cristina Zeaiter fue la encargada de reducir su busto (la Giménez cambió el talle 95 por el 90) y lipoaspirarle brazos y abdomen. Ahora, se agrega colágeno humano con la misma profesional. Se trata de una nueva técnica que borra las arrugas de los labios y fortalece su contorno.
Hasta ayer, las mujeres ocultaban su paso por el quirófano. El bisturí era sinónimo de pecado. Hoy, ellas (todas) confían y confiesan sus entradas y salidas al quirófano sin vergüenza alguna. No es casual: hoy todas parecen diez años más jóvenes. La belleza ya no da culpa. Exhibirla está bien.

Lipo, endermologie, masoterapia, 
botox y un nuevo tratamiento (Thermage) con el cirujano Zapata. Esas son 
las recetas de la venezolana más linda 
de la Argentina.

Lipo, endermologie, masoterapia,
botox y un nuevo tratamiento (Thermage) con el cirujano Zapata. Esas son
las recetas de la venezolana más linda
de la Argentina.

Tiene implante mamario, hace endermologie, consulta a su dermatóloga una vez a 
la semana, se somete a una dieta balanceada, practica boxeo, cinta y gym 
modeladora casi a diario. “<i>Hoy me siento como a mis 20, cuando era modelo</i>”,<br />
confía.

Tiene implante mamario, hace endermologie, consulta a su dermatóloga una vez a
la semana, se somete a una dieta balanceada, practica boxeo, cinta y gym
modeladora casi a diario. “Hoy me siento como a mis 20, cuando era modelo”,
confía.

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