Lola quiere lolas – GENTE Online
 

Lola quiere lolas

Pronto serán dos amores. Perfectos. Porque hoy, Lola quiere lolas.

-En este país yo no puedo impresionar a nadie con mi escote. ¿A vos qué te parece? -se lamentaba Millie en los tiempos de
Luna salvaje.

Y si bien siempre se reconoció "una chica con curvas", Stegmann confesaba entonces que había aprendido el difícil
arte de seducir con sus hombros "o con mi espalda, que es una de las partes de mi cuerpo que más me gusta", tal como suele repetir aún hoy. Sin complejos, claro. Sin embargo, fue a mediados de 2001 cuando la idea de someterse al bisturí de la belleza comenzó a rondarle por la cabeza. Millie pretendía "apenas un touch en las lolas", tal como llegó a confesar en su círculo de íntimas. Nada exuberante, pero sí un escote "armonioso y en su justa medida".


Luna salvaje
terminó sin novedades sobre la figura de Millie Stegmann. Pero luego de cinco años consecutivos en la pantalla de
Telefé, la actriz se mudó a Canal 13 tentada por Adrián Suar. Al mismo tiempo, terminó su relación con el productor cinematográfico Luis Scalella. Tiempo después, ya afianzada en su nueva vida, decidió profundizar el cambio y visitó al cirujano Horacio López Carlone. En su clínica de Martínez, averiguó precios y se sometió a los distintos estudios previos a toda intervención quirúrgica. Pero cuando el cirujano ya había acordado una fecha para la estética, un repentino adelanto en las grabaciones de Son amores postergó el cambio de imagen. Desde entonces, Millie espera paciente un poco de tiempo libre en su agenda, aunque también confiesa que la sola idea de entrar a un quirófano la sumerge en "un verdadero estado de pánico".


Son amores
pronto se convirtió en un éxito. Y hoy promedia 30 puntos de rating. En la ficción de Pol-ka, Millie Stegmann es
Lola, una partera cuyo destino está ligado al corazón del incorruptible árbitro Roberto Sánchez. Cada día, más de tres millones de televidentes siguen sus aventuras (y desventuras, claro), lo que la convierte en la actriz más vista -y expuesta- del momento. Entonces, el exhaustivo cuidado de su imagen pasó a ser una importantísima parte de su profesión. Incluso, son las vestuaristas del canal quienes la animan para que Millie decida "ponerse un poquito de lolas, que le quedarían bárbaras". Tanto sus íntimas amigas como las vestuaristas del canal saben que tienen que luchar contra una idea que Millie ha repetido durante años: "Ser natural y seducir de esa manera". La visita al cirujano las hace pensar que la actriz de
Son amores ya dio el primer paso. "Ella va a ser siempre natural con o sin siliconas -repiten
quienes la conocen bien-. Tiene que ver con su personalidad y su estilo y no
con la talla de su escot
e.

En este país nos vende lo de afuera, y yo no creo que pueda matar a nadie con mi escote…", repite Millie. Si vence sus temores, la diosa pronto sumará una nueva arma de seducción.">

"En este país nos vende lo de afuera, y yo no creo que pueda matar a nadie con mi escote…", repite Millie. Si vence sus temores, la diosa pronto sumará una nueva arma de seducción.

Millie visita el gimnasio tres veces por semana y su rutina pone especial énfasis en la zona de muslos y caderas. Además, corre entre cinco y siete kilómetros cada mañana. Se reconoce una mujer de conducta y no necesita de personal trainer.

Millie visita el gimnasio tres veces por semana y su rutina pone especial énfasis en la zona de muslos y caderas. Además, corre entre cinco y siete kilómetros cada mañana. Se reconoce una mujer de conducta y no necesita de personal trainer.

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