Guy Ritchie decidió que su próxima película transcurriera bajo el amable sol de Malta. Guy Ritchie decidió también que el papel protagónico recayera sobre su esposa. Mucho tiempo antes, Madonna ya había decidido que se casaría con Guy Ritchie. También decidió que tendría un hijo con él, Rocco, y que Lourdes, la hija de su pareja a
nterior,
sería como una hija de ambos. El resultado de tantas decisiones cruzadas es: Madonna, Ritchie, Rocco y Lourdes están en Malta. El filma. Ella actúa. Un tierno cónclave familiar.
Madonna es una chica rica y caprichosa. Perdón, vamos de nuevo: en el filme, Madonna es una chica rica y caprichosa, enamorada perdidamente de un marinero comunista interpretado por John Turturro. En la película de Ritchie hay amor, hay sexo, hay drogas y hay dinero. Quizá por eso mismo el nombre es
Love, sex, drugs and money. En rigor, se trata de una adaptación de un largometraje italiano de 1975 llamado
Travolti da un insolito destino nell'azzurro mare d'Agosto que, quizá porque el inglés es el idioma del mundo, quizá por la fatiga maxilar que produce la mención de semejante título, el mundo la conoció como Swept away.
Los primeros días en Malta fueron una divertida mezcla de vacaciones familiares y preparación para el trabajo que se viene. Madonna, típica mamá. Guy Ritchie, típico papá. Lourdes y Rocco, típicos chicos durante unas típicas vacaciones bajo el típico sol de Malta. ¿Qué…? ¿Por qué una diva internacional que hizo de la ambigüedad erótica un sello de provocación, que fue madre soltera y que hoy está casada con un cineasta de vanguardia no puede tomarse unas vacaciones como la más convencional de las amas de casa? Bueno, porque no.
Dicen que Madonna trató de ocultarlo como pudo, pero la verdad es que la diosa del pop llegó a Malta con una severa hernia abdominal. ¿Qué se la produjo? Sencillo: el continuo revoleo al que la sometió el toro mecánico que montó durante los conciertos de su última gira, el
Drowned World Tour.
El pequeño Rocco alzado por el brazo de papá Ritchie, sobre las aguas mediterráneas de la costa de Malta, al sur de la isla de Sicilia, donde pasearon con Madonna y Lourdes.
Madonna en un gomón, recorriendo las aguas donde se rodará el filme en el que ella interpreta a un mujer millonaria que, repentinamente, se enamora de un marinero.
