El 13 de febrero último, Soledad Silveyra cumplió 50 años. "Medio siglo", repite ella toda vez. El festejo íntimo -a reparo de cámaras y flashes- incluyó a sus compañeros de Made in Lanús y algunos parientes. También a su novio, Mariano Franco, por supuesto. Para la celebr
ación, Solita pidió una única vela sobre la torta. Exigió "una vela con forma de cero" y le fue concedida. Así, respiró hondo y pidió sus tres deseos. "Quería un cero en mi torta porque siento que este año vuelvo a empezar", se excusará luego frente al grabador. Ahora está tendida en el living, directamente sobre el parquet. Sola. Lleva los hombros descubiertos y aún conserva algo del maquillaje que usó para la producción fotográfica. Está espléndida, como ajena al paso del tiempo.
-Soledad, ¿por qué su cuerpo no reconoce el paso del tiempo?
-(Ríe). Sí que lo reconoce, aunque quizás no lo refleje mucho porque soy menudita y eso ayuda más a una mujer porque no se ensancha de caderas. Pero no hago demasiado: en todo este año no pisé un gimnasio, y no lo extrañé. Acabo de cumplir medio siglo y hoy prefiero que mi cabeza esté mejor que mi cola.
-¿Qué parte de su cuerpo es la primera que acusa recibo de los años?
-Los huesos. Mi temor es que la mecánica del cuerpo comience a fallar algún día. Todavía no pasa, pero me aterra que llegue el día en que ya no pueda correr como hoy, ni levantar cosas… Le tengo miedo al viejazo, bah.
-Alguna vez se definió como una eterna adolescente. ¿A qué se refería exactamente?
-Creo que tiene que ver con mi actitud. Yo me siento en el cordón de la vereda y no guardo las formas de una señora de medio siglo. O me tiro así, en el piso del living. Adentro de mí vive una niña que pelea con esta mujer de 50 años.
-¿Ser una eterna adolescente no es lo mismo que pretenderse una péndex?
-No, para nada. Yo reconozco las etapas y no lucho contra el tiempo. Asumo mis años y ya no me interesa andar mostrando la cola y las lolas.
Así tendida, lolas y cola aún lucen exquisitas. El ventanal del living le ofrece ahora una inmejorable vista del campo del Mar del Plata Golf. "En tiempos del corralito, todos los argentinos empezamos otra vez de cero", insiste Solita. Es hora de hablar de la actualidad nacional con la ex candidata a diputada por el ARI.
-No son pocos los que creen que los actores viven en un mundo de fantasía. ¿Cómo la afectó a usted la crisis económica, Soledad?
-Yo también estoy acorralada y ya presenté mi recurso de amparo. Me angustió mucho la situación, pero no enloquecí. No soy una mujer rica ni tengo un gran pasar. Yo he vivido todos los estados económicos: me ha sobrado, me ha faltado… Nunca fui una gran ahorrista, pero estos últimos tres años había guardado algo de lo que gané con
Campeones y Gran Hermano. Pero con el corralito volví a mi estado natural, que es el de no tener nada.
por Jorge Martínez Carricart
fotos: Christian Beliera
producción: Gabriela Díaz
(agradecimientos: Paula Cahen D'Anvers de Shopping Los Gallegos)
Quizá mi cuerpo no refleje tanto el paso del tiempo porque yo soy una mujer menudita, y eso ayuda a no ensancharte de caderas", se disculpa Solita.">
"Quizá mi cuerpo no refleje tanto el paso del tiempo porque yo soy una mujer menudita, y eso ayuda a no ensancharte de caderas", se disculpa Solita.
Por pudor, oculté mi relación con Mariano un año y medio. En la cabeza se me aparecían todas las monjas de todos los colegios religiosos a los que fui en mi vida", confiesa.">
"Por pudor, oculté mi relación con Mariano un año y medio. En la cabeza se me aparecían todas las monjas de todos los colegios religiosos a los que fui en mi vida", confiesa.
