«Las mujeres de mi familia, cuando agarramos a un hombre, no lo soltamos más» – GENTE Online
 

"Las mujeres de mi familia, cuando agarramos a un hombre, no lo soltamos más"

–Natalia, cuando todos te pedían en el escenario, vos apareciste con un título de abogada…
–¡¿Viste?! Me recibí en seis años. Tengo ganas de lanzar mi carrera, pero también de trabajar en tribunales. ¡Y eso que todo el mundo dice que es horrible!

–¿No te habrás cansado de ser “la hermana de” y buscaste otro rumbo?
–Todos dicen: “¡Pobre Nati, siempre segunda!”. Yo toda la vida estuve contenta del lugar que me dio Sole. Si no fuera por eso, ni siquiera hubiese subido al escenario. Ella me convenció.

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Natalia (24) no lo contaba, pero siempre tuvo su “Plan B”. La menor de las Pastorutti nunca renegó de su condición de acompañante de lujo de la superstar del folklore, su hermana. Fiel a su estilo, siempre estuvo al costado del escenario, para interpretar uno o dos temas y volver los fines de semana a Arequito o continuar sus estudios de Derecho en la Universidad del Salvador, en Buenos Aires. ¿Grabar un disco? “No, creo que no es el momento”, contestaba hace unos años.

Ahora Nati nos atiende con unos ruleros gigantes y los pies descalzos, que sube a un pequeño sillón recubierto por una especie de terciopelo negro. Y nos adelanta una porción de su mundo. ¿Prenda favorita? Alpargatas, poncho, bombacha de campo… “Lo del poncho es un mito: mi hermana lo revolea, pero ninguna de las dos lo usamos, salvo como vestuario en algún show. Para andar, siempre elijo los jeans, y para salir me gustan los vestidos, porque me sientan mejor”. ¿Plato preferido? Pastas, carnes, pescado… “Cuando andamos de gira comemos muchos sándwiches y pizzas. Por eso, no hay como estar un domingo en Arequito comiendo los tallarines de mi abuela. Y el asado de mi papá”. ¿Manías? “Soy fanática de que todo esté muy ordenado y limpio. A veces llega Sole a las dos de la mañana y me encuentra limpiando el baño. Si está sucio, tengo que limpiar todo antes de bañarme. Me lo transmitió mamá, que siempre fue muy ordenada y tuvo todo impecable”. ¿Acaso la Sole no es una gran ama de casa? “Nooo. No es que ella no limpie, sólo que es más relajada. Bah, ella tiene otros tiempos para la limpieza”. ¿Qué la pone nerviosa? “Los exámenes de Derecho. Antes de rendir no dormía en toda la noche y pasaba tres días sin comer. Me pone más nerviosa rendir un examen en la facultad que cantar ante miles de personas”.

DOCTORA PASTORUTTI. El 13 de marzo, Natalia fue cubierta por un engrudo pegajoso. De harina, huevos, vinagre y mucho olor sobre su ropa. ¿Motivos? Festejar que había aprobado Derecho Internacional Privado, lo que la convertía en la abogada de la familia. Además, en estos seis años, terminó un postgrado de Escribanía y siguió acompañando a su hermana por las giras. Pero hoy ultima los detalles de su primer disco solista, que contará con la producción de Guillermo Badalá, bajista histórico de Fito Páez. Además, se luce en el Circo de las Estrellas de Susana, donde es una de las preferidas del público. “Soy un poco vaga con el gimnasio y me costó bastante ponerme en forma. Me caí del monociclo, me llené de ampollas las manos por el trapecio, pero nunca bajé los brazos”.

–Hablando de realities: ¿hubieras aceptado entrar a Bailando por un sueño?
–Y... mi perfil no es muy mediático ni confrontativo. No soy de esas personas que aparecen en cámara para hacer lío. La imagen que logró Sole, y que yo trato de acompañar, es mostrar lo que hacemos, no salir en una revista porque nos peleamos o le contestamos a alguien.

–En un par de meses lanzás tu primer disco, básicamente pop melódico. ¿Qué van a decir los ortodoxos del folklore?
–(Ríe) Seguramente, a mucha gente no le va a gustar. Pero lo importante es que la música que realice me haga sentir bien a mí. Creo que es la mejor manera para llegar a la gente. No me voy a privar de hacerlo por lo que puedan pensar algunos.

–¿Necesitabas despegar de tu hermana?
–¡Todo lo contrario! Nos llevamos muy bien, tanto en lo laboral como en lo personal. Viajé a todos lados con ella, la acompañé y me dio la oportunidad de cantar y ahora de sacar un disco. Estoy orgullosa de todo lo que ella logró. Y me encanta cuando me ven y dicen: “Ahí va la hermana de la Sole”.

–Entonces, nunca te sentiste segunda…
–Nunca. Nos llevamos apenas veintidós meses de edad y siempre fuimos muy amigas. Sole siempre tenía las ideas y yo la seguía de atrás. A la noche le robábamos el auto a mi papá y nos íbamos al cementerio, que a esa hora era Villa Cariño. Ahí nos enterábamos de las novedades del pueblo… Imagináte un sábado a las tres de la mañana en Arequito, que no hay boliche. ¿Qué hacíamos? Nos íbamos a conocer a las parejitas nuevas...

Hay una tradición familiar entre las mujeres de la familia Pastorutti: una vez que le abren las puertas a un caballero, se lo quedan para siempre. 1) Hace 32 años, Griselda Haydeé Saccino (la mamá de Soledad y Natalia) conoció a Omar Alberto Pastorutti; estuvieron cinco años de novios y ya llevan 27 de casados. 2) Su hermana, la Sole, estuvo siete años de novia con Jeremías Audoglio, y el sábado 28 de abril dio el “sí” en la iglesia Nuestra Señora del Rosario, de Arequito. ¿Será éste el tercer ejemplo?

–Natalia, volvamos a Villa Cariño. ¿Sólo pasabas con tu hermana o conociste las instalaciones con algún noviecito?
–¡Ja, ja! Estoy de novia con un chico de Arequito que se llama Andrés (Manini). Hace diez años que estamos juntos. Empezamos de tan chiquitos que nos peleamos mil veces, pero digamos que ahora la relación es estable. Los primeros años no era un noviazgo formal. Después nos veíamos los fines de semana, cuando yo volvía a Arequito. Capaz que duró tanto por esas intermitencias (ríe).

–Ahora que se casó tu hermana, es un buen momento para hablar del tema con tu novio. Se dice que habría otra boda para fin de año…
–Ya lo hablamos. No me veo casada de muy grande. Me gustaría tener hijos después de los treinta y que los abuelos sean jóvenes. Andrés sabe que mi única exigencia es que me quiera. En mi familia, cuando agarramos a un hombre, no lo largamos más.

En seis años, Nati se recibió de abogada y completó un posgrado de Escribanía. Entretando, nunca dejó de acompañar a su hermana en los recitales.

En seis años, Nati se recibió de abogada y completó un posgrado de Escribanía. Entretando, nunca dejó de acompañar a su hermana en los recitales.

Natalia y Andrés, en el casamiento de Soledad. Hace diez años que están de novios (ella apenas tenía 14). “<i>No me veo casada de muy grande!</i>”, responde ella, en medio de rumores.

Natalia y Andrés, en el casamiento de Soledad. Hace diez años que están de novios (ella apenas tenía 14). “No me veo casada de muy grande!”, responde ella, en medio de rumores.

“Me recibí  de abogada  en seis años. Ahora tengo ganas de lanzar mi carrera, pero también  de trabajar  en tribunales. ¡Y eso que todo el mundo dice que es horrible!”

“Me recibí de abogada en seis años. Ahora tengo ganas de lanzar mi carrera, pero también de trabajar en tribunales. ¡Y eso que todo el mundo dice que es horrible!”

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