Cuidado con el salto al vacío
por Martín Redrado (*)
El gobierno del doctor Duhalde se presentó con fuerte consenso político. Sin embargo, la promesa de salir de la convertibilidad puede crearle más dolores de cabeza a la vapuleada economía argentina. Para que esa salida no sea traumática, las medidas deben ser tomadas desde una posición de fortaleza, no de la debilidad actual. Fortaleza significa tener un presupuesto equilibrado, renegociar la deuda y lograr apoyo de organizaciones como el FMI y el Banco Mundial. Logradas esas etapas, el país demostrará que tiene espaldas suficientes como para disipar las dudas. Pero al haber equivocado el momento de plantear este cambio, será necesario un programa de reformas de fondo:
a) Reforma gerencial del Estado.
b) Reforma impositiva que reduzca, simplifique y descentralice la recaudación.
c) Seguro de desempleo a través de cuentas individuales del Banco Nación.
d) Nueva política comercial internacional: negociaciones simultáneas con el Mercosur, la Unión Europea y el bloque de América del Norte para abrirles otros mercados a nuestros productos.
(*) Economista jefe de la Fundación Capital
Sin mentir, porque no hay tiempo…
por Carlos Melconian (*)
La convertibilidad argentina derrumbó a la hiperinflación y hasta se bancó shocks externos espectaculares: Rusia, Brasil, caída de precios de exportación. Pero herida de muerte como está, no sirve. Dejó de generar confianza y, como otras cosas en la vida, hay que saber enfrentar esta realidad. Pero ello debe ser hecho bajo dos premisas básicas e ineludibles: la primera es que el nuevo sistema no puede reintroducir la inflación y la inestabilidad de la moneda: es lo que pide la gente, ya que un 75 por ciento apoya la no salida de la convertibilidad.
La segunda es que debe ser defendida a ultranza la propiedad total de los depositantes, en monto y en moneda, ya que eso es lo que muestra (entre otras cosas) el cacerolazo.
(*) Economista de la consultora MyS
Economista jefe de la Fundación Capital
Economista de la consultora MyS
