Cuentan que al verlo interpretar Uno más uno igual a dos enamorados, en videos de audición, el mismísimo Luis Miguel –más locuaz que de costumbre– dijo: “¡Wow! Es él”.
La vida de Izan Llunas (13) estaba a punto de cambiar. Pero su gran aventura había comenzado tiempo atrás, en su Ibiza natal. “A los diez años –cuando ya dominaba su guitarra– me planté seguro: ‘Papá, quiero dedicarme a la música’”, cuenta.
Y en abril de 2017 –al lograr que los cuatro jueces de La Voz Kids España dieran un “sí” unánime a su interpretación de Love Yourself (Justin Bieber)– lo reconfirmó: “‘¡Esta es mi pasión para siempre!’, me dije”.
Meses más tarde, en el marco de una presentación artística en la Ciudad de México, Marcos Llunas fue consultado por la prensa sobre la participación de Dyango en la bioserie Luis Miguel, de Gato Grande y MGM para Netflix. “No, mi padre no será parte. Pero bien podría serlo mi hijo Izan, que es muy parecido”, respondió el cantante.
El comentario activó la inquietud de los ejecutivos, quienes solicitaron un video de prueba: el pequeño debía cantar el tema mencionado al inicio de esta nota y replicar una entrevista realizada al Rey Sol en los años 80’, “¡pero sin pronunciar las zetas”, recuerda Izan, quien luego debió ser coacheado para adoptar el acento mexicano.
Y fue elegido. “El primero en recibir la noticia fue mi padre, y lloró. Yo no me lo podía creer, era un sueño. ¡La oportunidad de oro para mi carrera!”, relata.
¿Qué sabía entonces sobre el astro mexicano? “Crecí escuchando sus canciones sin saber quién era”, dice Izan. “En el coche de papá siempre sonaba el disco México en la piel. Cuando conseguí el papel, Luis Miguel me invitó a uno de sus conciertos y quedé impactado con su voz. ¡Es como un dios!”, describe.
“Tenemos mucho en común: los dos somos hermanos mayores, enamorados de la música, nuestros padres son artistas y a nuestras madres les gusta la moda”, suelta. “Y la diferencia es que Luis Rey –padre de Luis Miguel– era demasiado estricto, exigente, y el mío no lo es”.
En la década de los 80’, Dyango compartía compañía discográfica con el ídolo mexicano. De aquellos tiempos atesora una anécdota muy viva para Izan. “De niño, Luis Miguel recibió una batería por parte de su papá, y fue mi abuelo quien le enseñó a tocarla”, cuenta con orgullo. Así, la figura del intérprete de Querer y perder se instala en la charla. “¡Está feliz con mi presente!”, dice Izan. “Mi abuelo me incita a no dejar de aprender jamás. Y su consejo es ‘nunca dejes de tener los pies sobre la tierra’”, atesora este fanático de Bruno Mars y The Weekend.
“El vive en Barcelona, pero cada tanto nos visitamos. La última vez me regaló un drone. Siempre es lindo verle, como en las Navidades, cuando cantamos todos juntos (su tío Jordi también es cantante). En casa cada uno toca un instrumento... ¡Parecemos los de Viena!”, bromea.
Izan –que habla “inglés, un poco de alemán y catalán”– estudia en un colegio británico, donde se destaca no sólo en arte, sino en deportes. “Practico natación, bici, boxeo, surf y me fascina el fútbol”, enumera el idólatra de Lionel Messi, como buen hincha del Barça. Aún se manifiesta desinteresado en el amor, “porque no tengo tiempo para novias”, según dice. Y aunque entre sus pares el éxito y la fama todavía no son un tema, se reconoce fuerte para afrontarlos: “Mi familia tiene mucho que ver en eso. Ellos me guían muy de cerca en este camino”.
¿Un camino hacia dónde? “Llevo la música en la sangre, quiero ser cantante y que el mundo entero conozca mis canciones. Podría cantar en español y en inglés, como Enrique Iglesias”, anticipa. “Aunque si me invitan a participar de alguna película... bueno, también diría que sí”
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