Proclama dos banderas. "Soy argentina por fuera y soy uruguaya por dentro".
Deja pensar al periodista, y explica sola: "Me reconozco inquieta desde la punta
de la trenza que acabo de anudarme hasta el dedo gordo del pie derecho que acabo
de pintarme. Eso es ser argentina por fuera. Mientras que poseo cierta paz
interior, la cual logra ayudarme a tomar decisiones bien meditadas, evitando
impulsos desmedidos y apresuramientos alocados. Eso es ser uruguaya por dentro",
equilibra la montevideana de 26 años.
Argentina, Uruguaya o de Tanzania, Natalia Marisa Oreiro Iglesias merece
pertenecer a un planeta sin fronteras, ya que su peregrinar en seis novelas de
alto rating, dos películas de gran taquilla y tres discos de cuantiosa venta la
convirtieron en una mujer admirada y ovacionada a orillas del Río de la Plata y
también a orillas de medio mundo. Aunque ella prefiere definirse simplemente
como "una chica inquieta".
"Huyo de la rutina. Me gusta reinventarme. ¿Viste que
siempre ando con el pelo distinto, vestiéndome de camaleón? Lo mismo me sucede
en la vida diaria. Te armo un mueble, decoro mi casa. No resultaría raro que
mañana me pusiera a diseñar ropa y a escribir y publicar historias".
peinó: Diego Lacassagne, para BCN (Barcelona Peluqueros). Maquilló: Oscar Mulet. Agradecemos a María Pryor y María Vázquez
Argentina, Uruguaya o de Tanzania, Natalia Marisa Oreiro Iglesias merece
pertenecer a un planeta sin fronteras.
