Nicolás Cabré cumplió 23 años. No quería nada especial ni tortas con velitas, tampoco la típica salida a bailar con sus amigos de Mataderos, los mismos de ayer. Optó por el perfil bajo, como siempre, el que tanto resultado le da desde que debutó en La ola está de fiesta, con diez años apenas.
A los 23, el chico ya tiene dinero y deseos para cumplirse a sí mismo el día del cumple. Empezó a concretarlo en la víspera. El miércoles 5 se levantó y fue a tomar unos mates amargos con sus padres, en Montiel, de Mataderos. Cuando llegó, le hicieron la
pregunta típica: "¿Qué vas a hacer mañana?". El chico se despachó: "Sólo quiero cambiar el auto". Los Cabré lo tomaron con naturalidad. Ya saben que Nico adora los fierros. Es más, su padre, que ahora es taxista, cuando era colectivero
lo llevaba al taller. Muchos domingos, cuando el chico era anónimo, juntos se iban al autódromo y se pasaban la tarde disfrutando del ronroneo de los motores.
Mamá Cabré, una auxiliar de escuela, se ofreció a acompañarlo y juntos llegaron hasta una concesionaria de autos en la Avenida del Libertador al 800. No fue elegida al azar. Se la recomendó alguien que ya compró un Audi en el lugar y vive a sólo una cuadra: Marcela Kloosterboer, la novia de Mariano Martínez, quien ya no estará en el elenco de Son amores en el 2003.
Nicolás miró bien los usados que había, sacó cuentas y concluyó que, entregando su New Beetle gris, que le tasaron en unos 12.500 dólares, y poniendo otro tanto en efectivo, se podía llevar el regalo soñado: un Audi A3, gasolero, con 25 mil kilómetros y un rayón en la parte de atrás, que Nico hizo retocar.
Nicolás entregó su New Beetle gris en parte de pago y se llevó un Audi A3 negro, gasolero. Dice que ama los fierros.
El día antes de su cumpleaños, Nicolás fue con su madre hasta Vicente López para elegir el auto que se quería comprar. Después de algunas negociaciones, el jueves salió al volante de su nuevo móvil. Fue a su barrio a mostrárselo a sus amigos y a su padre.
