Fue peor el remedio que la enfermedad – GENTE Online
 

Fue peor el remedio que la enfermedad

El exiguo ámbito de la habitación 213 del Hospital Regional de Río Gallegos
lo agobia. Uno de los pocos funcionarios que se acercaron hasta el borde de su
cama para charlar señaló que estaba "de muy mal humor". Sí, no es fácil el
carácter del presidente Néstor Kirchner, menos cuando está internado, y así lo
reconoció su mujer, la Senadora Cristina Fernández, el lunes por la noche,
cuando resumió los seis días de convalecencia de su marido: "Es un hombre
difícil, eso no es nuevo para nadie… Además es hiperactivo, a mí me pasaría lo
mismo. En el hospital uno se siente como atado."
Y más difícil debe ser aceptar
que uno de los suyos, su médico personal Luis Buonomo, resultó más duro que Anne
Kruegger y no dio el brazo a torcer cuando le reclamó el alta médica el domingo
de Pascuas. Menos mal que un técnico de un canal de cable, después de tres
intentos, arregló la señal de televisión, y esa misma tarde pudo ver fútbol
mientras se endulzaba con una porción de rosca -única excepción a la dieta de
carnes desgrasadas y verduras hervidas que "padece" estos días-, que si no…

Bromas aparte, esta vez el cuerpo le dio la voz de alto al Presidente. Y con la
máquina de carne y hueso no se negocia: hay que acatar sus señales. Lo que
terminó con Kirchner en cama, comenzó con un sencillo tratamiento de conducto en
una muela -entre lunes y martes- y un antiinflamatorio no esteroide (Keterolac)
para paliar el dolor. El miércoles, cuando viajó a Río Gallegos y El Calafate
para pasar la Semana Santa, ya se sentía mal del estómago. El jueves, cuando ya
estaba en compañía de su esposa, Cristina, su estado empeoró: tuvo mareos, le
bajó la presión, y la familia se asustó aún más cuando les contó que había
sangre en su materia fecal. Buonomo, tras ordenar la internación de su paciente
en Río Gallegos la mañana siguiente y practicarle un análisis y una endoscopía,
le puso nombre al temor: diagnosticó "gastroduodenitis hemorrágica erosiva". El
episodio fue más serio, en definitiva, de lo que se especuló en los primeros
momentos. Y decimos especuló, porque en las primeras horas hubo una ausencia
absoluta de información oficial.

El Presidente Néstor Kirchner, cuando partió para El Calafate desde Río Gallegos, el miércoles 7. Ya se notaba un gesto de dolor.

El Presidente Néstor Kirchner, cuando partió para El Calafate desde Río Gallegos, el miércoles 7. Ya se notaba un gesto de dolor.

Cristina Fernández saluda a un grupo de mujeres que se acercó hasta el Hospital Regional de Río Gallegos.

Cristina Fernández saluda a un grupo de mujeres que se acercó hasta el Hospital Regional de Río Gallegos.

Más información en Gente

   

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig