“Estoy preso por tu culpa” – GENTE Online
 

“Estoy preso por tu culpa”

Todavía te quiero. Te amo y siento profundamente todo lo que pasó entre nosotros. Estoy muy preocupado por Damián… tiene sólo once años... ¡Por favor, traélo cuanto antes!”.

Rubén de Latorre (52) gritaba casi cuando recibió a su mujer, Alicia Di Tullio (50), el viernes a la noche. Era la primera vez que estaban frente a frente luego de que él cayera detenido por la denuncia de su pareja.

Ella vestía un pantalón tipo calza y una musculosa gris. La última semana había cambiado su color de pelo, aunque ya vivía oculta como testigo encubierto por haber ayudado a desmantelar a la banda que robó el Banco Río: se había teñido de colorado, dejando de lado el rubio platinado que llevó durante años. Esa noche fue sola a ver a su marido: dejó a su hijo Damián bien custodiado. No sabía cómo podía reaccionar De Latorre al verla.

Fueron diez minutos cargados de tensión y reproches, pero también de gritos destemplados de amor incondicional y eterno. Del tono empalagoso del “te amo, todavía te quiero”, Rubén de Latorre pasó sin escalas a una furia sin control: “¡Sos una boluda! ¡Una pelotuda! ¿Cómo pudiste hacerme una cosa así? ¡Si vos sabés que te quiero!”.

Sólo unos pocos testigos pudieron reconstruir el increíble diálogo entre la mujer despechada –según dicen porque su marido la había dejado por una más joven luego de asaltar el banco– y el hombre preso porque ella lo denunció.

Di Tullio: ¡Pará, Beto! Vos no sabés, ¡pero yo estoy destruida! ¡Vos me obligaste a pasarme de vereda! Me amenazaste a mí y a mis hijos. ¡Me quiero morir! ¡Ojalá me maten, porque no soporto más vivir así! Los chicos están muy mal. Están encerrados y todos tenemos mucho miedo. Si me mataran a mí, me harían un favor. ¡Es muy difícil vivir así!
De Latorre: ¿Vos te das cuenta de que estoy preso por tu culpa?
Di Tullio: Vos sos el único que se tiene que culpar. Reconocé que el otro día, porque te pusiste loco, terminé en la policía. Detrás del vidrio que rompiste estaba mi hija, que está embarazada de ocho meses. ¡Y vos me amenazaste con venir al otro día a matarnos a todos!
De Latorre: Nunca te pegué y eso te lo dije de caliente.
Di Tullio: ¿No te parece que fue una actitud violenta haber roto los vidrios de la puerta? Además, estabas con dos armas encima…
De Latorre: Volvé a confiar en mí, te lo ruego, porque te amo y nunca estuve con otra mina. Yo también tengo que recuperar la confianza en vos, porque nunca esperé que hicieras esto. A pesar de que yo estoy acá por culpa tuya, igual te quiero.
Di Tullio: Vos estás acá por todo el quilombo que hiciste…
De Latorre: Si me agarraron y estoy preso es porque no me fui del país. Y si no me fui del país es por vos y toda mi familia, porque no los quería abandonar…

Sentí la acusación en la mirada de Beto”. Alicia Di Tullio salió shockeada de ese primer encuentro. Pero quedó con su marido que iba a llevar a su hijo en la próxima visita. Y cumplió. El domingo llegó acompañada de Damián en una camioneta Mercedes Benz y custodiada por la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

De Latorre esperaba ver a su hijo y se había propuesto controlar su furia. No quería que el nene de once años presenciara alguna discusión violenta. Pero madre e hijo lo vieron por separado. Al chico lo acompañaba el doctor Gustavo Galasso, del estudio del abogado Fernando Burlando, que representa a Alicia Di Tullio. Después tuvo el segundo encuentro a solas con su mujer.

Di Tullio le confió a Burlando que ese domingo, luego de visitar a su marido, ya no pudo dormir: “Al verlo casi destruido tras las rejas, cuando salí de la cárcel se me cruzaron los sentimientos de dolor y bronca. Pero igual sé que actué bien, porque protegí a mis hijos. No hubo ni lágrimas ni abrazos. Sentí la acusación en la mirada de Beto”.

¿Cómo vive la testigo encubierta? Alicia Di Tullio está alojada en una quinta del Gran Buenos Aires. Es una casa de dos plantas –living, comedor, tres dormitorios, cocina, baño y garaje–, con pileta y quincho. La acompañan su hija Pamela (30), embarazada de ocho meses y medio, la pareja de ésta Ariel (30), el hijo de Pamela de otra unión –que se llama Maximiliano (11)–, y Damián (11), su hijo con De Latorre.

La mujer despechada le confesó a GENTE: “Beto me escribió varias cartas en las que me dice ‘Sos una pelotuda, pero te quiero igual’. Hoy sé que voy a proteger a mis hijos, porque soy una mujer muy fuerte. Pero estoy preocupada, porque no me dejan volver a mi casa.

¿Cómo fue la despedida con Beto? Le dije: ‘Todo lo que necesites de ropa, medicamentos o comida yo te lo voy a mandar. Pero no sé si te voy a venir a ver otra vez’. Si estoy viviendo todo esto por su culpa”.

Por momentos enojada, por momentos aparentemente quebrada, Di Tullio sigue con su particular relato de los hechos: “La fiscalía me usó, manipuló y extorsionó, diciéndome que si no declaraba iba a quedar detenida por encubrimiento. Vivo encerrada. No puedo salir de las rejas que rodean a la quinta. Lo de la amante de Beto no lo creo. Sí, es cierto que a él le gustaban las chicas jóvenes… pero todas fueron cosas pasajeras. Nosotros, en realidad, teníamos discusiones por el auto y por los mil pesos que me pedía para arreglarlo. En nuestra última pelea el rompió la puerta de la casa de mi hija. La vecina le avisó a la policía. Beto gritaba que me iba a llevar para que la policía nos matara juntos en el auto. ¿Qué podía hacer yo? ¿Qué hubiera hecho cualquier madre en mi lugar? ¡Ahora hace cuatro días que no como, porque estoy deprimida! Beto tocó la vida de mis hijos y ahora vivimos una pesadilla”.

Sobre dónde puede estar el botín, sobre quién era el líder de la banda, sobre cómo se armó el robo del siglo, jura no saber nada. Y calla.

La que sería la testigo encubierta, Alicia Di Tullio, visita a su marido, Rubén de Latorre, en la cárcel, acompañada por su custodia policial.

La que sería la testigo encubierta, Alicia Di Tullio, visita a su marido, Rubén de Latorre, en la cárcel, acompañada por su custodia policial.

La visita de Damián (11) –hijo de Alicia Di Tullio y Rubén de Latorre–, evitó que marido y mujer entrecruzaran reproches y acusaciones.

La visita de Damián (11) –hijo de Alicia Di Tullio y Rubén de Latorre–, evitó que marido y mujer entrecruzaran reproches y acusaciones.

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