Empezó la primavera, cumplió años y lo festejó a lo grande. El jueves 21 de septiembre, Pablo Echarri celebró los 37 en familia. Fue Nancy Dupláa, su mujer, la que se encargó de reservar en Grappa una mesa para ocho. Los invitados: Luca Martin (el hijo de la actriz), Morena (la de ambos), Antonio y Telma (los papás de él), Elsa y Julio (los de ella)… Cuentan testigos que, para el postre, de la cocina surgió una torta de chocolate con las velas encendidas y que todos los presentes entonaron el clásico “Feliz cumpleaños”.
Después lo escucharon comentar que en este 2006 tiene varios motivos para festejar. Y enumeró las razones: el éxito de Montecristo (la telenovela que protagoniza junto a Paola Krum por la pantalla de Telefe), la salud de sus hijos, suegros y padres, el amor de Nancy y el casamiento que se aproxima…
La gran fiesta gran la hizo al día siguiente. El viernes por la noche decidió tirar por la ventana su casa de Colegiales. Dejó a sus hijos en lo de sus padres, recibió el servicio del catering Canteli (que traía sushi, canapés de salmón, caviar y camarones para la entrada, pollo a la mostaza y lomo a la Strogonoff como plato principal), acomodó algunos puffs blancos en el parque, puso flores rojas en todos los ambientes, encendió algunas velas para que el clima de la fiesta fuera aún más íntimo y eligió música chill out para recibir a sus amigos.
Solito, Mariano Martínez fue el primero en llegar. Lo siguieron: Viviana Saccone, Alejandro Fiore, Luis Luque, Paola Krum con Joaquín Furriel y Florencia Peña con Mariano Otero, entre otros tantos famosos. Claro, también, estuvieron esos amigos del alma que no comparten la fama, pero sí la vida privada del galán. Eran 60 en total. Después de la comida hubo música de los 80 para animar el dance y una gran torta sobre el final. Cuentan que, entonces, Pablo dijo unas palabras: “Este año vamos a tener muchas fiestas más: el 3 de diciembre es el cumple de Nancy y el 10 de febrero se viene el casamiento. Yo, de verdad, les agradezco a todos por estar acá, acompañándome una vez más. Sin caer en frases hechas, quiero decirles que me siento en el mejor momento de mi vida. Y como tengo el trabajo que me gusta, la mujer que amo, la familia que soñé y los amigos de siempre… no voy a pedirle nada más a la vida”.
Para el the end, a eso de las cinco y media de la mañana se encendió un cigarro, de los puros. Como para coronar el final de la noche, o el comienzo de sus 37.
En la puerta de su casa, con un puro y su look de Etiqueta Negra.
La noche anterior, Echarri festejó en familia en el restó Grappa. Nancy manejó y él se encargó de dormir a su hija Morena.
