–¿Y tu chica?
–(Sonríe) Muy bien. En casa, con Indio. Al menos ahí los dejé cuando vine para acá… Son muy inquietos. Letu se lo lleva a cuestas para todos lados.
Juan Pablo Sanguinetti –o Juampi, como le dicen todos– habla por primera vez. Es el hombre que enamoró a Leticia Brédice el año pasado, el que le dio un hijo, el que lleva siete meses compartiendo sus días. Ahora está en el Denim Center, el multiespacio que abrió hace sólo tres meses en el barrio de Palermo y donde los integrantes de Los Otros, su banda de rock, se producen antes de subir a escena. Una remera desteñida y camperón militar es todo lo que elige para las fotos. Después, la nota.
–¿Cómo te trata la vida en pareja?
–¿La verdad? Mejor de lo que esperaba. Estamos muy bien. El gordo (Juan Xul Salvador Sanguinetti Brédice, así se llama, aunque le dicen Indio) ya cumplió tres meses. Me tiene loco. Nos tiene locos. A mí, a la madre, a mis viejos –que fueron abuelos por primera vez–, a mi hermana, a los padres de Leticia, a todos.
–¿Qué compartís con él?
–Todo. Al menos, hago todos los intentos para tratar de ser un buen padre. Flasheo mucho cuando le canto, cuando le toco la guitarra, cuando compongo en casa y él me mira con esa carita… Estoy babosísimo… ¿Se nota? (carcajadas).
–¿Y con la mamá?
–Con la mamá también…
–¿Qué otras cosas te enloquecen?
–No, sólo mi mujer, mi hijo y el rocanrol.
Lo de la música empezó en el 2003. Fana de los Doors, llevaba trece años rasgueando en la guitarra criolla que le robó a su única hermana, Sofía, y uno dándole a la eléctrica. Componía y también cantaba. Pero lo suyo no escapaba del cuarto de su casa. Fue una madrugada en lo de Edgar Rata Moré –dueño de Club X y ex manager de Los Ratones Paranoicos– que pasó lo que tenía que pasar: juntaron ganas y la promesa firme de formar una banda. Se bautizaron Los Otros. Y, a ensayar.Escribieron músicas y letras. Sumaron a Emily, la única mujer del grupo, en la batería. También, a Martín Aloé en el bajo. Grabaron una cinta de veinte temas. Y a la suerte se echaron… En eso estaba Juampi cuando apareció ella: Leticia Brédice, la mujer que le cambiaría el destino. Y también, entre todo, la primera gira de la banda y la ambición del disco inaugural del grupo, que pretende lanzar en los primeros meses de 2006.
–Nunca imaginaste todo lo que te iba a pasar, parece…
–No. Pero está bueno que te sucedan cosas sin planearlas, perder un poco el control. No todo, claro. La vida te da sorpresas todo el tiempo. Estoy muy contento lo que me está pasando. Y sacar el disco sería lo más. Ahí toco el cielo con las manos.
–¿Cómo llevan el tema de la familia y el trabajo?
–Por ahora bien, porque los dos estamos mucho en casa. Ahora Letu tiene varios proyectos. Le ofrecieron hacer una película en España y también está por hacer un programa de tevé. Pero piensa llevarse a Indio a todos lados. Me gusta que sea tan madraza. Y ahora nosotros empezamos con las giras. Vamos a estar tocando en la primera quincena de enero en Punta del Este, en el marco del Love & Rocanrol Tour. Va a estar bueno. Ahí tenemos que ver si vamos a poder ir los tres juntos. Ojalá. Después, en marzo, ya estamos comprometidos para tocar en el Ateneo de Buenos Aires. La banda todavía es joven. La formamos hace dos años. Recién estamos arrancando.
–¿Y el disco para cuándo?
–¡Eso quiero saber yo! En eso estamos. Me tiene un poco ansioso. Tenemos grabados veinte temas, de los que vamos a dejar diez u once, pero nos falta la mezcla, editarlo. Está en proceso, en la cocina.
–Moré lleva años en esto de la música, y los dos compiten en guitarra y voz. ¿Hay divismos entre ustedes?
–Para nada. Somos una banda, un equipo: escribimos, componemos, tocamos y cantamos juntos. Además, somos amigos. Compartimos música y placer. Tiene una hija de once años, Agustina, que viene siempre a vernos, es una divina. El tiene toda la onda con Indio. Somos como una familia. Nos respetamos mucho. Además, el ego es el peor enemigo que podés llegar a tener. No hay divos en esta banda…
–¿Por qué antes huías de la prensa? –(Ríe) Yo no huía de nadie. Si antes no daba notas es porque no tenía nada para contar. Me estaba pasando lo de Leticia, lo de mi hijo, que era muy importante, pero la famosa es ella. Ahora tengo voz porque estoy a full con Los Otros y está bueno esto de presentarnos, que la gente nos conozca. –¿Qué ambiciones tenés?
–Cantar, tocar, vivir de lo que sé hacer, de lo que me gusta. Punto. No le pido mucho a la vida. Yo hago esto porque me divierte y soy feliz. No aspiro a llenar River, aunque me encantaría.
–Dicen que planeás cantar con Leticia.
–(Risas) No, no. Ella está con sus proyectos y yo con los míos. Me gusta el disco que hizo. Tiene mucha fuerza para cantar. Bah, en todo. Por ahora ella me apoya. Está al lado mío en todo lo que emprendo.
–Se te ve enamorado.
–Estoy, sí. Nunca pensé que podía enamorarme tanto. Otra buena sorpresa.
Hace música porque le apasiona, pero no transa con el divismo.Dice que aspira a vivir de su guitarra y que está orgulloso de la familia que formó.
“La vida en pareja marcha mejor de lo que esperaba. Nunca pensé que podía enamorarme tanto. Estoy baboso con mi hijo. Y con la mamá también”
Junto a Edgar Rata Moré, voz y guitarra de Los Otros, el grupo que Juampi formó hace dos años y con el que planea irse a tocar a Punta del Este en enero. Y con Leticia, la mamá de su hijo Indio, la mujer que lo acompaña y lo apoya en todo lo que emprende.
