Grandes chicos fue concebido en Brasil durante el trágico diciembre de
2001, cuando la Argentina parecía descender a los infiernos. La dulce espera se
prolongó por más de cuatro años. Y derivó en un parto natural, aunque difícil.
Juan Pablo Sorín (29) y Sol Cáceres (28) posan ahora, orgullosos, bajo los
flashes de GENTE. Nunca antes habían sido retratados juntos. No pretenden
volverse un matrimonio mediático ni ventilar intimidades de su relación. Sólo
dirán que se aman y que fantasean con tener otros hijos -de carne y hueso-
alguna vez, después de seis años en pareja. Concedieron la entrevista
movilizados por una excusa tan evidente como poderosa: promover la venta de un
libro benéfico. Sostienen un ejemplar en brazos y coinciden: "Somos
primerizos: éste es nuestro proyecto-hijo mayor".
Se trata de una antología de artistas contemporáneos argentinos, veintiún obras inspiradas en la niñez y
la adolescencia. La Selección solidaria del gran capitán Juan Pablo Sorín
concentra firmas prestigiosas: Juan Gelman, Abelardo Castillo, Liliana Heker,
José Pablo Feinmann, Juan Forn, Sylvia Iparraguirre, Guillermo Saccomanno, Pablo
De Santis, Roberto Fontanarrosa, Griselda Gambaro, Juan Sasturain, Fito Páez,
Luis Alberto Spinetta, Alejandro Dolina, Inés Estévez y un texto revelador de
Horacio Fontova. Participa también el genial uruguayo Eduardo Galeano. El libro
ya está a la venta en todos los kioscos de diarios y su precio es de 23,90
pesos. Todo lo recaudado será destinado a la refacción y reconstrucción de las
escuelas números 1162 y 1009 y del hospital rural de Pampa de los Guanacos, una
localidad de 7.500 almas al norte de Santiago del Estero, sobre el límite con la
provincia del Chaco. Un lugar perdido en el mapa que Sol conoció hace semanas y
que Juampi desea pisar cuanto antes. Ahora, Sorín ceba mate -siempre dulce- y se
entrega a la entrevista.
-Intuyo que todo esto se trata, como se suele decir en estas ocasiones, de
"devolverle a la gente lo que me dio"…
Sorín: Yo no soy amigo de las frases hechas, porque siento que te liberan. Y
prefiero el compromiso. Este libro es una manera de ayudar distinta, que se
salió del molde… Buscamos interactuar con la gente, hacer que a cambio de su
ayuda se lleve también un producto placentero y original. Y fomentar la lectura:
quizás, a través de este libro, haya lectores que descubran a otros autores
argentinos. Antes que hablar de devolver tengo que agradecer, porque no hay nada
más lindo que sentirte querido en tu país. Ojalá me pase hasta el día que me
muera. Voy a hacer todo lo que pueda por la Argentina, mucho más que dejar el
alma en una cancha de fútbol.
-¿Cómo surgió esta idea?
Sorín: En medio de la crisis. El destino lo sugirió una pareja amiga, que
nos habló acerca de las necesidades de un hospital en Pampa del Indio, en la
provincia del Chaco. El problema fue que las urgencias del hospital no podían
esperar los tiempos del proyecto. Entonces apuramos la ayuda: con Javier Saviola,
Pablo Aimar, Roberto Bonano y Roberto Ayala, a través de la Fundación Pupi de
Javier Zanetti, compramos algunos medicamentos básicos que necesitaban con
urgencia.
-¿Le resultó difícil convencer a sus compañeros de Selección de ayudar?
Sorín: En absoluto. Todos, incluso los que vivimos en el exterior, sabemos
lo que pasa en la Argentina y queremos ayudar. Muchos sostienen sus propias
fundaciones en forma silenciosa. Y cuando les propusimos esta idea se
engancharon en el acto.
-¿Cómo sigue la historia de Grandes chicos?
Sol: Yo viajé al Chaco para hacer el relevamiento de campo. Ahí me encontré
con la realidad del país: chicos en desnutrición nivel 3, con sus cuerpos
disminuidos por enfermedades endémicas… Una vez que concretamos aquella ayuda,
volvimos a poner nuestras energías en este libro.
Sorín: Hice mi primer llamado cuando todavía estábamos en Brasil. Hablé
con el Negro Fontanarrosa, porque queríamos contar con su talento y sabíamos
también que su nombre iba a hacer este proyecto más masivo. El se enganchó
enseguida. Y así se fue armando este equipo, que al principio era de canchita de
barrio, de cinco contra cinco… ¡Hasta que llegamos a esta Selección de veintiún
artistas! Y encontramos un nuevo destino, claro.
-Pampa de los Guanacos, provincia de Santiago del Estero...
Sol: Dos escuelas y un hospital rural. Después trabajamos en la mejor forma
para canalizar y optimizar la ayuda. Acá comienza una lista interminable de
manos solidarias que trabajaron y trabajan hoy para que este sueño sea posible.
Hay un grupo de sponsors que financiaron la edición del libro, la Fundación
Mundo Sano se hizo responsable de toda la parte legal, el Estudio Naranja diseñó
este "libro objeto" de excelente calidad, un arquitecto amigo viajó hasta Pampa
de los Guanacos para hacer el relevamiento profesional de los edificios, una
familia de la ciudad de Santiago del Estero nos ofreció los materiales de
corralón al costo… ¡Es una suma de voluntades! También me reuní con los
representantes del gremio de canillitas, que se coparon con el proyecto y
donaron parte de su porcentaje de ganancia.
-Se mostró muy emocionado durante la presentación del trabajo. Hubo
quienes intentaron comparar esas sensaciones con algún logro deportivo…
Sorín: Yo no comparo. Esta alegría, orgullo y emoción son sentimientos que
no están atados a un logro deportivo. Este libro es quizá lo más importante que
hicimos en nuestras vidas.
-Usted, como aficionado a las letras, debe saber el lujo que significa
publicar un texto junto a semejante selección de notables.
Sorín: Es un privilegio ser parte de este libro también como autor. Algo que
nunca antes había hecho… Quería comprometerme y participar. Cuidé mucho mi texto
y sabía que tenía que errar bastante hasta llegar a la publicación. En un
principio pensé en firmar mi texto con seudónimo, pero lo que pasó con el
proyecto superó cualquier pudor.
-¿Siente la responsabilidad de poner su nombre al frente del proyecto?
Sorín: Por supuesto. Pero con Sol somos muy detallistas: cuando hicimos lo
de Pampa del Indio, cada uno de mis compañeros de Selección recibió el resumen
de los medicamentos que compramos, cuándo y adónde fueron entregados, quiénes
los recibieron… Ahora tenemos un equipo importante, con sus energías puestas en
hacer que la ayuda se concrete.
-¿Es difícil ayudar en la Argentina?
Sol: Es tan complicado como generar algo de cero. Además, mientras
desarrollábamos este trabajo fuimos cambiando de país de residencia: fuimos con
el proyecto a cuestas por Brasil, Francia, España…
Sorín: Y se complica aún más cuando luchás para que sea independiente.
Acá no estamos casados con nadie, no escondemos ningún mensaje político ni
religioso. Hubo obstáculos, nuestro equipo tuvo que sortear bastante burocracia.
Sol: Pero no tenemos tiempo ni energía para disparar contra nadie. Cada
uno sabe qué hizo o dejó de hacer. Nosotros buscamos un efecto dominó, que todo
suceda por contagio. Lamentablemente, los que no entendieron se fueron quedando
en el camino.
Sorín: Pero toda esta lucha te fortalece. Como te dije, nosotros somos
primerizos: éste es nuestro proyecto-hijo mayor, el primer fruto de nuestra
productora, que se llama La Pelota Roja. Ahora tenemos experiencia y
muchos proyectos en la cabeza. Sólo necesitamos la colaboración de todos los
argentinos, "el equipo grande".
Este libro es quizás lo más importante que hicimos en nuestras vidas", jura Juampi.">
El matrimonio Sorín se emocionó durante la presentación de Grandes chicos. "Este libro es quizás lo más importante que hicimos en nuestras vidas", jura Juampi.
Primero llamé al Negro Fontanarrosa. Y así se fue armando este equipo, que al principio era de fútbol cinco... ¡Hasta que llegamos a esta Selección de veintiún artistas!" (Juampi)">
"Primero llamé al Negro Fontanarrosa. Y así se fue armando este equipo, que al principio era de fútbol cinco... ¡Hasta que llegamos a esta Selección de veintiún artistas!" (Juampi)
