Llegó esta mañana del lunes 25 en el cable ultraoficial del RVD, el servicio informativo de la Casa Real: “La princesa Máxima espera su tercer hijo”. Y para la segunda mitad de abril del 2007. O sea, algo más de dos meses de embarazo, cosa sobre la cual la prensa holandesa venía especulando hace rato, y es normal que se sepa recién ahora, porque allá los embarazos reales no se anuncian al primer minuto del test.
A sus 35, será su tercer hijo –o hija, no se sabe–, después de Catharina Amalia (2) –que será reina después de su papá–, y Alexia (1). Ella, junto a su marido, el príncipe Guillermo Alejandro, dijo: “Estamos muy agradecidos y felices por este bebé que viene”. Así, sin mucho más, pero con esa sonrisa tamaño royal y esa felicidad indisimulable, alcanza y sobra.
Esto, para los holandeses, resulta toda una causa de júbilo. Primero, porque, lisa y llanamente, y a cuatro años de convertirse en princesa, a Máxima la adoran como la figura más popular de la Casa de Orange, de tan candorosa y accesible que es. Segundo, porque en Holanda, de acuerdo a la tradición, tres ya es familia completa. Guillermo Alejandro tiene sus dos hermanos, fíjense. Y en España lo mismo, pero más sorprendente todavía: Letizia Ortiz, en medio de un millón de rumores de anorexia, y con una delgadez demasiado preocupante, anunció su segundo embarazo, a menos de dos años del nacimiento de la infanta Leonor. El nuevo nieto de los reyes Juan Carlos y Sofía llegará en mayo del 2007.
Eso sí, a Máxima su médico personal le marcó las cosas muy en claro: ¡cuidado! Y a tomárselo en paz. Su primer embarazo, si recuerdan, no fue de lo más fácil: nueve semanas totalmente de espaldas, sin siquiera un almohadón. Su presión arterial alta era todo un problema. Ahora no hay mucho motivo de alarma. Pero el tema punzante son los extensos tours oficiales, bien movidos y con mucho aeropuerto. En breve se le viene uno de quince días por Australia y Nueva Zelanda. Y el de abril próximo, a la India y junto a la reina Beatriz, fue pospuesto. Hay que dar a luz. En fin: ¿princesa? ¿O principito finalmente? Veremos...
Máxima, junto a su marido y sus hijas, Catharina Amalia y Alexia. Los holandeses, chochos.
