«Esta es una edad para disfrutar» – GENTE Online
 

"Esta es una edad para disfrutar"

Catherine Fulop nació el 11 de marzo de 1965 en Caracas, Venezuela. Ya es
mujer de las cuatro décadas, tal como diría Ricardo Arjona. “No tengo
complejos con mis años
”, confesará luego Cathy. Ahora posa junto a cada uno
de sus invitados en un improvisado set fotográfico. “Amigos, compañeros de
trabajo y algunos padres de los compañeros de colegio de mis hijas
”, los
presenta. Suman un total de 150 privilegiados. En la puerta del estudio de Gaby
Herbstein monta guardia una legión de fotógrafos, camarógrafos y cronistas. El
lunes próximo, los programas especializados en el espectáculo destacarán la
noticia: “Catherine Fulop, sex symbol nacional y verdadera bomba latina,
cumplió 40 años y los celebró con una fiesta íntima
”.

DE ACA A LA CHINA. El estudio de Gaby Herbstein, en el corazón de
Palermo, fue ambientado con estilo oriental: letras chinas en las paredes,
lámparas de papel, paneles de papel en cada abertura, mesas bajas… El menú de la
fiesta respetó también los sabores de la cultura asiática: arrollados primavera,
pollo con verduras salteadas al wok y sushi. Los expertos demostraron sus
destrezas con los palillos. Sólo la mesa de postres se apartó de la tradición
oriental. Renata Fischer, íntima de Cathy, le obsequió veinticinco tortas
diferentes. Desde el más suave Lemon pie hasta el más contundente postre
Rogel. Un mousse de chocolate –de dimensiones importantes, claro–
cargó con las cuarenta velitas.

DE REGALO. Ninguno de los 150 invitados llegó a la fiesta con las
manos vacías. Ova Sabatini le regaló a su mujer un Peugeot 206. Y cargó además
con todos los gastos del festejo. Marcela Tinayre le obsequió un collar de
Rapsodia
. Su cuñada, Gabriela Sabatini, una polera beige de Rapsodia.
Sus suegros, Osvaldo y Betty Sabatini, también repitieron la misma marca: le
llevaron un vestido de Rapsodia. Ana Acosta (quien dejó de fumar el 1o de
enero último y confesó sin pudores que “desde entonces engordé cinco kilos”)
le regaló una cartera fucsia, muy fashion. Anita Martínez y Julia Zenko, también
compañeras de Cathy en El show de las divorciadas, compartieron regalo:
una estola en piel de conejo. Marina Borensztein llegó del brazo del empresario
Alejandro Awada y le obsequió la colección completa de Sex & The City en
DVD. Miguel Angel Cheruti y su mujer, Fabiola, le regalaron una prenda de María
Vázquez. Las más originales fueron las hermanas Lekerman –nutricionista y
cocinera de Cathy, claro– quienes le ofrecieron una horma de pan casero
“multicereales” y bajo en calorías.

El DANCING. Julia Zenko y el estilista Andrea Meggeto, pareja desde la
última temporada de verano en Mar del Plata, abrieron la pista a puro ritmo.
Martín Seefeld no dudó en medir su habilidad en el dancing con Catherine
Fulop. Y luego se sumó el resto de los invitados. Las madres del colegio
Saint Mary of the Hills
bailaron “el meneadito” junto a Cathy. Mientras
tanto, Claudia Maradona apenas se movió tímida en un rincón del improvisado
salón. Dos que hablaron animadamente fueron el futbolista Marcelo Escudero
(campeón con River Plate, hoy en Olimpo de Bahía Blanca) y el ex futbolista
Claudio Cabrera (campeón con Boca Juniors, hoy entrenador de la sexta división
de River Plate). Sus hijos coincidieron en el mismo colegio que las hijas de
Catherine Fulop. Marcela Tinayre y Marcos Gastaldi llegaron a la fiesta después
de las 3 AM, cuando la fiesta ya estaba terminando. Los acompañaba un amigo a
quien presentaron como “el cónsul argentino en Los Angeles”. Detrás de la
hija de Mirtha Legrand llegó María del Carmen Valenzuela, tomada de la mano de
un amigo desconocido de quien sólo se atrevió a develar su nombre: Eduardo.

SOLO LOS CHICOS.Mi cumpleaños tiene que ser la fiesta de mi
familia
”, se propuso Catherine Fulop cuando programó la celebración. Oriana,
Tiziana y sus compañeros del colegio Saint Mary of the Hills tuvieron a
su disposición, en el primer piso de la casa, un tobogán inflable gigante y dos
animadoras. Sin embargo, apenas escucharon la música del DJ se sumaron a la
pista con los mayores.

CATHY, 100 POR CIENTO. Después de la fiesta, cuando ya no quedaban
invitados en el estudio de Gaby Herbstein, Catherine Fulop habló con GENTE. Se
reconocía exhausta. “Mucho baile, muchas emociones”, se excusó entonces
la diva.

–Dicen que la vida comienza a los 40, Cathy.
–¿Cómo? Llevo 40 años en esta Tierra: soy madre, esposa y profesional. Conozco
el refrán, pero siento que he transitado un largo camino hasta acá. De todas
formas, hoy me siento más feliz que nunca. Miro en mi interior y digo: “¡Guau!
¡Qué bien que estoy!”.

–Quienes sólo conocemos su exterior decimos lo mismo…
–(Ríe) Gracias. Yo me siento muy satisfecha con mi cuerpo. Trabajé mucho
para llegar a esta nueva etapa así. Me halaga que me digan que parezco más
joven, pero estoy feliz con mis 40 años. Ojo: no pienso dejarme caer. Ante los
primeros síntomas ya decidí tomar medidas.

–¿De qué síntomas está hablando?
–Los mismos de cualquier mujer que llega a los 40 y, pese a ser el motor de
su casa, quiere sentirse bien con la imagen que le devuelve el espejo. Yo creo
que la mujer de hoy puede llegar a los 40 perfectamente. Y puede seducir mejor
que una chica de veinte años que todavía no sabe bien qué es lo que quiere de su
vida. Mira, yo era muy bella cuando tenía veinte años, pero hoy me siento mejor
plantada en esta Tierra. Y creo que eso puede resultar más atractivo para los
hombres.

–A propósito, ¿usa otras armas de seducción hoy?
–A Ova lo seduzco desde el momento en que me levanto. Siempre con pilas, con
ganas de disfrutar la vida. Esta es una edad muy hermosa y la estoy súper
disfrutando.

–La espera la crisis de los 40, Cathy.
–¿Crisis? No, todo lo contrario. A mí ya me dio la crisis, después de tener
a mis hijas. Fue una crisis larga, desde los 33 años hasta hace unos meses…
Estaba destruida: tenía el cuerpo caído porque llevaba una vida de ansiedades,
angustias y carencia. Fue un proceso duro, de casi diez años. Pero pude salir
con la ayuda de mis amigos. Ahora ya no quiero reincidir en errores, sólo quiero
aprender a cuidar mejor y herir menos a las personas que amo. Esta es una edad
para disfrutar.

–¿Cuáles fueron sus deseos frente a las velitas?
–Unión y salud para mi familia.

–Son tres deseos, Cathy. Sus íntimos juran que también sueña con agrandar
la familia.
–Es cierto. Me encantaría tener otro hijo, un varoncito. Soy consciente de
que a los 40 tengo que apurarme, así que estoy organizando mi vida para traer un
nuevo Sabatini a este mundo. El proyecto está, es para ahora o nunca.
Cathy no paró de bailar en toda la noche. Gaby y Ova Sabatini la acompañaron en el centro de la pista. Después se les sumó Martín Seefeld, que demostró sus dotes como dancer.

Cathy no paró de bailar en toda la noche. Gaby y Ova Sabatini la acompañaron en el centro de la pista. Después se les sumó Martín Seefeld, que demostró sus dotes como dancer.

Hace tres años, Cathy y Ova habían atravesado una crisis en su matrimonio. Sin embargo, durante la fiesta demostraron que aquella separación no dejó heridas en la pareja. “Estamos viviendo nuestro mejor momento. A muchas mujeres cumplir 40 les baja la libido, pero a mí me subió la autoestima”, dice Catherine.

Hace tres años, Cathy y Ova habían atravesado una crisis en su matrimonio. Sin embargo, durante la fiesta demostraron que aquella separación no dejó heridas en la pareja. “Estamos viviendo nuestro mejor momento. A muchas mujeres cumplir 40 les baja la libido, pero a mí me subió la autoestima”, dice Catherine.

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