Aun mes del crimen de Marcos Schenone, el paradero de Horacio Conzi
-principal sospechoso del asesinato- sigue envuelto en un insondable misterio. Y
para que el caso tenga aún más ribetes de novela negra, el martes 11 de febrero,
desde la Sucursal Número 1 del Correo Argentino que funciona en el interior del
edificio que alberga a los jueces de la Suprema Corte, el Procurador General y
los juzgados civiles y comerciales, el hombre más buscado del país habría
enviado sendas cartas documento a quienes deberían estar sobre sus pasos: el
doctor Abelardo Díaz, a cargo del Juzgado de Garantías 2 de San Isidro, y Mario Kohan, titular de la Fiscalía 2 del mismo departamento judicial. En ambos casos,
el texto escrito de puño y letra es idéntico: "Por intermedio de la presente
notifico a Ud. que… es mi voluntad designar como mis abogados defensores a los
Drs. Fernando Andrés Burlando y Ricardo Montemurro, únicos profesionales de mi
confianza, revocando otra designación anterior a la presente".
EL ENIGMA. Los empleados del Correo recuerdan que la persona que envió la carta
documento tenía el pelo casi rapado, bigote prominente y anteojos oscuros que
cubrían sus ojos. Nada les llamó la atención hasta que presentó el DNI
12.821.616, que lo identificó como Horacio Conzi. El trámite se realizó
normalmente, y la fiscalía de San Isidro cree firmemente que el prófugo estuvo
en la oficina postal y se mofó de la justicia, pese a que todos los accesos del
edificio están custodiados por la policía.
A ellos no se les escapa un detalle: la oficina postal está ubicada en la calle
48 número 915, entre 13 y 14 de La Plata, a metros del bufete de Burlando.
Algunos pesquisas creen que el empresario gastronómico pudo haberse entrevistado
esa mañana con su nuevo abogado, y que luego de caminar unas dos cuadras entre
la gran cantidad de gente que frecuenta el palacio judicial, llegó a emitir la
carta. De todos modos, las cartas documento carecerían de validez, ya que está
establecido que un prófugo no puede tener comunicación con la justicia hasta
tanto se entregue.
"No tenemos idea donde está Horacio, ni siquiera habla con nosotros", se
defiende Burlando. Pero la hora en que Conzi se entregaría -de no mediar su
captura- parece acercarse inexorablemente. Se estima que aguarda al menos dos
instancias para hacerlo: la oficialización de sus nuevos abogados defensores y
el final de las pericias. A los investigadores esto no les preocupa:
intensificaron la búsqueda en las últimas horas incorporando equipos de escuchas
de última generación, capaces de detectar comunicaciones a 10 kilómetros de
distancia. Pero nada ha dado resultado hasta el momento.
Horacio Conzi, según la foto que el FBI entregó a las autoridades argentinas.
La reconstrucción: así lo habrían visto los empleados del Correo en La Plata
