“Espero que el Gobierno se ocupe de la seguridad tan rápido como sancionó los superpoderes” – GENTE Online
 

“Espero que el Gobierno se ocupe de la seguridad tan rápido como sancionó los superpoderes”

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Viernes 18, siete de la tarde, Corrientes 550, Fundación Axel Blumberg. El ingeniero Juan Carlos Blumberg anuncia su nueva marcha: “Será el jueves 31 de agosto a las siete de la tarde, en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno. La gente sólo llevará pancartas con las fotos de sus muertos por la delincuencia, y –como siempre– una vela, símbolo de la vida. Si es posible, porque habrá que ver si logramos apoyo técnico de los canales de televisión, proyectaremos en una pantalla las caras de algunas víctimas. Empezaremos con una bendición a cargo de religiosos de todos los credos, que pedirán la ayuda de Dios en esta lucha. Luego cantaremos el Himno Nacional y yo, como único orador, presentaré todos nuestros reclamos y nuestras propuestas para enfrentar el flagelo de la inseguridad”.

Están a su lado, entre otros, los padres y la hermana de Claudio Troncoso, asesinado de un balazo en la cabeza (junio, 2005); los padres de Nicolás Garnil, secuestrado durante 21 días (2004); la madre de Diego Peralta, raptado y muerto (julio, 2002); el padre de Matías Bragagnolo, muerto luego del ataque de una patota (abril, 2006); la hermana de María Pía Guglielmi, acribillada y muerta en los bosques de Palermo (junio, 2006); los padres de Santiago Miralles, asesinado en 2005; la madre de Ezequiel Demonty (muerto a sus 19 años en el 2002), que fue arrojado a las aguas del Riachuelo por un grupo de policías; Enrique Martínez, también de 19 años y también víctima del gatillo fácil policial.

Lunes 21, Estrada al 2700, Martínez, casa del matrimonio Blumberg. Una casa que poco a poco se ha despojado de las toneladas de papel que desde marzo de 2004, fecha del secuestro y asesinato de Axel, se agolpaban en el comedor y en el living, de piso a techo –entre ellas, los 5.450.000 firmas de apoyo a la cruzada del ingeniero–, y que hoy respiran en la fundación. Allí, muy temprano, hablamos.

–¿Qué diferencia hay entre la marcha del 31 y las anteriores?
–Dos muy claras. La primera, que esta vez la pidió la gente. Recibo, en ese sentido, más de mil mails por día, sin contar las llamadas telefónicas, las cartas, y hasta la gente que toca el timbre en mi casa. La segunda, el lugar.

–¿Por qué esta vez en la Plaza de Mayo?
–Las primeras fueron frente al Congreso para presionar a los legisladores, y las otras frente a Tribunales para presionar a los jueces. Porque sin leyes ni fallos adecuados… ¿cómo terminar con la inseguridad? Es imposible. Y la del 31 será frente a la Casa de Gobierno, para exigirle al Poder Ejecutivo que, de una vez por todas, comprenda que el drama de la inseguridad es prioridad absoluta, y que tome todas las decisiones necesarias. Pero no a largo ni mediano plazo. ¡Ya, para que no siga muriendo gente!

–¿Cuáles serán las propuestas del 31?
–Todo lo pendiente, todo lo que ya propusimos, pero que duerme en los cajones del poder. En especial, policía única para todo el país, confección infalsificable del Documento Nacional de Identidad, establecimiento del juicio por jurado, como ya se logró en Córdoba, un plan integral para la minoridad, y base de datos de ADN de delincuentes, incluyendo a violadores. Sobre el problema de la minoridad, le doy un dato muy revelador: en Mar del Plata, entre enero y junio de este año, hubo 780 asaltos a cargo de menores armados, ¡y 480 fueron devueltos a sus padres antes de tres horas!

–¿Qué problemas genera, por ejemplo, la carencia de una policía única?
–Nada menos que una ola de impunidad. Los delincuentes cruzan de la Capital a la provincia de Buenos Aires, o escapan a otras provincias, y como falta coordinación entre unas y otras, lo más probable es que sigan en libertad, y cometiendo delitos.

–¿Qué pasa con los documentos nacionales de identidad?
–Como es posible falsificarlos, los delincuentes tienen dos, tres, cuatro, y de ese modo alquilan autos, compran celulares, compran propiedades y hasta piden créditos en los bancos sin que sea posible detenerlos.

–¿En qué quedó ese amplísimo Plan Nacional de Seguridad que anunció el Gobierno oficialmente y ante gobernadores y funcionarios de todos los ámbitos?
–En nada… Fue, lo mismo que el reciente proyecto de reforma del Código Penal, una improvisación, un modo de salir al cruce de mis denuncias y mis marchas.

–¿Qué importancia tuvo la declaración de la fiscal Rita Molina en el juicio contra los asesinos de Axel?
–Fue fundamental. A partir de esa declaración quedó muy claro que tanto los fiscales Pablo Quiroga y Jorge Sica como los jueces Gabriel Cavallo y Jorge Ballestero tuvieron parados durante cuatro meses los expedientes sobre la actuación de la banda de El Oso Peralta, la que secuestró y mató a mi hijo. De no haber sido así, Axel estaría vivo… La unidad antisecuestros de la Policía Federal tiene ochenta hombres y doce vehículos… ¡y no hizo nada para detener a Peralta!

–¿Estaba probada la actividad de esa banda?
–Cavallo y Ballestero tenían escuchas telefónicas de las que surge cómo la banda robaba autos y se los vendía al “reducidor” Jorge Sagorsky. Todos sabemos muy bien cuánta gente ha muerto durante los robos de autos. Además, El Oso Peralta fue liberado dos veces de dos comisarías: una vez con el pago de tres mil pesos, y otra, con diez mil.

–Usted denunció también que para llegar al juicio por la muerte de Axel tuvo que superar todo tipo de trabas. ¿Cuáles fueron?
–Primero, ante la inexplicable demora, tuvimos que ir a Casación, y luego a la Corte Suprema. Después nos impidieron actuar como querellantes. Por último, los jueces determinaron que las sesiones fueran a puerta cerrada, sin público. No es todo: con bastante frecuencia, y más que sospechosamente, cuando contesto un reportaje radial se corta el micrófono o mi teléfono.

–¿Sigue enfrentado con León Arslanian, el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires?
–Con él y con el gobernador, Felipe Solá, que en lugar de ocuparse de su reelección debería velar por la seguridad de la gente. Porque la situación en la provincia es trágica, intolerable. El año pasado, por ejemplo –y es apenas un pálido reflejo del total de delitos–, hubo 1.319 asaltos a ancianos. El 75 por ciento sucedió en la provincia, mataron a 50 de ellos y en apenas seis meses de este año van 1.050 ataques similares.

–Sobre la marcha del 31, Alberto Fernández, jefe de Gabinete, dijo textualmente: “De aquí en más, los que quieran ser candidatos deberán hacerse responsables de lo que hacen frente a la sociedad”. ¿Qué opina?
–En primer lugar, yo no quiero ser candidato a nada. En segundo lugar, me hace responsable por posibles disturbios. Pregunto: ¿esa declaración, más que una advertencia, no es una amenaza encubierta? Por otra parte, el único responsable de la seguridad es el Gobierno, porque dispone de todos los mecanismos. Al respecto, le pedí expresamente a Aníbal Fernández, el ministro del Interior, que garantizara la seguridad de los asistentes al acto.

–¿Recibió presiones del Gobierno para no hacer la marcha?
–No, ninguna. Realmente ninguna. Pero las palabras de Alberto Fernández no me gustan nada…

–¿Está enfrentado con el Gobierno, Blumberg?
–No. Quiero que le vaya bien, porque de ese modo nos irá bien a todos. Pero en materia de seguridad le exijo que tome decisiones urgentes, porque no es posible seguir viviendo así. Con la misma rapidez con que sancionaron la ley de los superpoderes…

–Hay carteles que lo acusan de nazi. Dicen que su idea de la seguridad es la misma que la de Massera y la de Patti. ¿Qué responde?
–Que es una campaña falsa y cobarde, hecha por cobardes.

–Usted dice que entre las marchas de la Capital, Córdoba, Mendoza y Chaco reunió a más de 600 mil personas. ¿Ya se decidió a abrazar la carrera política?
–No. De ninguna manera.

–Pero habló y sigue hablando con casi todos los dirigentes…
–Es cierto. Les llevo mis inquietudes, los escucho, y no niego que me hicieron ofertas.

–¿Entonces?
–Ni siquiera analicé la posibilidad. Primero, porque el único tema que me ocupa ahora es el juicio a los asesinos de Axel, y después, porque jamás improviso. Antes de aceptar un cargo político tengo que saber si tengo la fuerza y la convicción para ejercerlo, para qué lo asumo, y con qué medios y con qué equipo de trabajo cuento. Lo contrario no sería serio, y por eso no puedo darle una respuesta seria. Eso pide Juan Carlos Blumberg desde los miles de volantes impresos con la imagen de su hijo y el llamado a que nadie sea la próxima víctima de la inseguridad. “<i>Convoqué a la marcha porque la gente me lo pidió</i>”, dice.

Eso pide Juan Carlos Blumberg desde los miles de volantes impresos con la imagen de su hijo y el llamado a que nadie sea la próxima víctima de la inseguridad. “Convoqué a la marcha porque la gente me lo pidió”, dice.

Viernes 18. Blumberg, en su fundación, anuncia la marcha. De izquierda a derecha, el padre de Santiago Miralles, los padres de Claudio Troncoso, la madre de Enrique Martínez y la de Ezequiel Demonty, todos víctimas de la violencia nuestra de todos los días.

Viernes 18. Blumberg, en su fundación, anuncia la marcha. De izquierda a derecha, el padre de Santiago Miralles, los padres de Claudio Troncoso, la madre de Enrique Martínez y la de Ezequiel Demonty, todos víctimas de la violencia nuestra de todos los días.

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