Cuatro meses y medio después de separarse de Carolina Pampita Ardohain, a Martín Barrantes se lo ve por las calles de Asunción del Paraguay optimista y apasionado. Al más puro estilo Isidoro Cañones, disfruta de la vida combinando obligaciones y diversión junto a un selecto grupo de amigos. En cuanto él llega, las mujeres de sangre guaraní no ahorran gestos de cariño. Todas quieren estar cerca, sacarse una foto, conseguir su autógrafo aunque más no sea… Todas mueren por él, bah.
“Estoy muy bien, y no pienso hablar mal de Carolina –se apura a decir Barrantes–. Intento no mirar hacia atrás. Y aunque en algún momento es inevitable recordar cosas, yo siempre pienso en positivo. Con Pampita lo único que nos une es que somos dos personas con un pasado en común, pero totalmente libres. Ahora sigo adelante y con energía”.
Llegó a Paraguay el viernes, invitado por el RRPP Bebo Bianchi, y se instaló en el Hotel Resort Casino Yacht y Golf Club de Asunción. Y a partir de ahí, tanto la prensa como una nutrida legión femenina lo siguen de día y de noche. Martín, cero divo, se dejó querer y, de buen humor, atendió cada pedido de sus seguidoras.
El sábado, a pesar del mal tiempo, jugó la Copa Chandon de Polo: su equipo, Airborn, le ganó 7 a 6 al Boarding Pass, para quien jugaba Huberto Roviralta, el ex de Susana Gimenez. Después del juego otra vez afloró la parte más playboy de Martín, repartiendo besos y posando para las fotos con las mujeres que insistían en su acoso. El canal E! Entertainment registraba el evento, y Martín se divertía con Roviralta ante sus cámaras: “Vengo a Paraguay porque estoy embarazado”, bromeaba, en clara alusión al insistente rumor que dice que su ex, Pampita –ahora en pareja con el actor Benjamín Acuña–, se fue a vivir a Chile porque estaría embarazada. Fuera de broma, le dijo a su círculo personal: “La verdad, no sé si está embarazada o no. Carolina sabrá muy bien lo que está haciendo con su nueva vida, y además a mí ya no me debe ninguna explicación”.
En Asunción, Barrantes no estaba solo. Curiosamente, lo acompañaba Nicolás Palacios, otro ex de Pampita, y a los dos se los vio muy compinches en las noches paraguayas. Juntos se divirtieron en la fiesta de E!, en la que –otra vez– numerosas mujeres, una atrás de otra, se acercaban sin parar al ex marido de la modelo. Muchas lo hacían con claras intenciones de seducción, otras apenas persiguiendo una foto de recuerdo. ¿Cómo vive este momento Barrantes? “En Paraguay me siento como Ricky Martin”, le confió a GENTE, mientras una y otra vez los flashes de fans apuntaban hacia él.
A esta altura, más de uno hizo memoria. No podían dejar de recordar que uno de los motivos más fuertes de la separación fue por la alta exposición pública de ella, y quizá eso la fue alejando del estilo tradicional, sobrio y de bajo perfil del polista y modelo. El, por su parte, siempre intentó evitar hacer trabajos junto a Pampita o promocionar su vida a partir de la fama de la top. Y aunque su paso por Paraguay lo desmintió, sus amigos dicen que aún prefiere el low profile, y evita hacer declaraciones sobre su intimidad. “Siempre he sido consecuente con mi estilo; todavía no puedo manejar la popularidad. Aunque conozco las reglas del juego mediático, y sé que si te diera una nota tendríamos que hablar de mi ex mujer. Siempre supe muy bien lo que quise y a dónde iba. Quiero seguir trabajando, desarrollando mis emprendimientos empresariales y disfrutando la vida. Por un lado, la actividad de modelo, y paralelamente, mantener mi empresa de marketing deportivo. Con la separación tan sólo se terminó una etapa de mi vida”, nos explicaba.
Y cuando alguien pretende insinuarle que alguna vez trató de sacar provecho de su ya ex matrimonio, él aclara que el programa del domingo marcaba golf por la mañana –cancelado por lluvia, razón por la cual ni siquiera viajó Susana Giménez, que debía entregar los premios– y, por la tarde, asistir al Fashion Paraguay, el desfile realizado en Via Allegra (el shopping más top de la ciudad) con las modelos del staff de Ricardo Piñeiro. ¿Qué mejor para un hombre sin compromisos? Después de seguir el infartante andar de las chicas desde la primera fila, Barrantes cenó junto a Ricardo Piñeiro. ¿Cambio de agencia en marcha? Eso se comenta, aunque por ahora prefiere no hablar del asunto. “Mi carrera no comenzó hace tres años. La gente que me conoce, los grandes sponsors y mis socios saben quién soy y eso definitivamente no es producto de Pampita”.
Y aunque en este paso por Paraguay se nota que mujeres no le faltan, no se lo ve enfocado a formalizar una nueva relación. Quizá porque el afecto de su familia y amigos lo ayuda a sentirse bien, y porque la soledad no parece ser… tan pesada. De hecho, varios de sus amigos admiten: “Martín está mejor ahora que cuando estaba casado con Carolina. Se lo ve más sociable y está como más sensible”.
Y, tal como pudimos ver, más playboy también.
Ligado desde siempre al polo por lazos familiares, el pasado fin de semana Martín jugó en Asunción por la Copa Chandon. Además es modelo y tiene su empresa de sports marketing.
Como se ve, tras su separación de Pampita, Barrantes está abierto a nuevas amistades femeninas. Durante el fin de semana en Asunción, allí donde fue estuvo acosado.
Otros tres momentos del paso de Martín por Paraguay. Algunas mujeres tenían una clara actitud de seducción, y otras se conformaban con una foto de recuerdo.
