“En nuestro país, hoy los mejores refugios para los ahorros son el dólar y el oro” – GENTE Online
 

“En nuestro país, hoy los mejores refugios para los ahorros son el dólar y el oro”

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Cómo empezó este descalabro?
–Es un poco largo de explicar.

–Lo escucho.
–Esta crisis nace en el 2002 y el 2003, cuando en Europa, y sobre todo en los Estados Unidos, para apuntalar la economía, empezaron a bajar violentamente las tasas de interés. Al hacerlo, se generó una gran salida de dinero, los bancos relajaron sus políticas crediticias y mucha gente accedió a crédito barato. Cuando antes pedían el 40 por ciento del total al contado para comprar una casa, hace dos o tres años empezaron a financiar el 100 por ciento, ¡más la escritura y el amoblamiento! Se produjo un boom inmobiliario y una burbuja. Y en la última etapa, los precios de las propiedades se dispararon. Pero llegó un punto en que las casas se hicieron inaccesibles: la cuota respecto del salario era cada vez más alta. Y se desaceleró la venta de casas, porque la gente estaba más endeudada de lo que valía su vivienda. Entonces le decían al banco: “No te pago y quedáte con la propiedad”. Al mismo tiempo los bancos, con todas estas hipotecas y créditos, habían creado muchos productos derivados. Lo financiero se dislocó de la economía real.

–¿Y por qué explotó recién ahora?
–Porque la Reserva Federal siempre respaldaba a los bancos en problemas. Esta vez dejaron quebrar a Lehmann Brothers, un banco de inversión, como un experimento. El tema es que había tantas interconexiones entre los bancos que colapsó todo. Ahora, los bancos tienen miedo de prestarse entre sí, porque no saben qué cartera podrida tiene el otro. La consecuencia es que no se pueden financiar las empresas, la gente no tiene plata para consumir y se generó esta depresión, que provoca una recesión global. Igual, deja una enseñanza clara: no se puede vivir más allá de lo que uno tiene. Los norteamericanos, o los españoles, vivían endeudados más allá de sus posibilidades. Y en algún momento a la fiesta hay que pagarla.

–Pero Bush prometió que, al menos en los Estados Unidos, el Estado pagaría esa fiesta. ¿Por qué las bolsas caen igual?
–Porque cuando alguien compra una acción, se hace “dueño” de un pedacito de una empresa. Y la compra pensando en lo que ganará en los años futuros. Hoy, con la recesión, se piensa en ganar mucho menos. Entonces, las acciones valen menos y caen. Por otro lado, los commodities, como el petróleo y la soja, como hay menor demanda, también valen menos... Y obviamente hay un componente psicológico, de pánico. Está comprobado, por la teoría de finanzas del comportamiento, que a los seres humanos perder les duele 2,5 veces más que ganar. Es decir, si ganamos 1.000 pesos, ganamos eso. Pero si perdemos 1.000, en relación, nos duele como si fueran 2.500. Hoy, Bush dice que pondrá 700 mil millones de dólares, que nacionalizará bancos, hasta la Reserva Federal les está dando dinero a las empresas... ¡están inyectando toda la liquidez que hay! Pero todavía ese sistema no está funcionando y sigue la desconfianza, porque la plata no termina de llegar a los bancos y a las empresas.

–¿Y en nuestro país qué puede suceder?
–Primero, aclaremos que la Argentina no va a entrar en cesación de pagos el año que viene, y el aislamiento que tenemos nos va a proteger mucho más que a otros países. Acá, el sistema financiero y bancario está sólido. Tiene casi 11 mil millones de pesos en efectivo. Las posibilidades de un corralito son inexistentes. Pero habrá coletazos. Y ante este temor, los argentinos estamos muy acostumbrados a dolarizarnos. Por eso se ven colas para comprar dólares, una de las mejores inversiones que se pueden hacer de acá a fin de año. De hecho, hoy está a 3,24 y creo que en diciembre se va a ir a 3,50.

–Pero el Banco Central vende millones de dólares todos los días para que no suba.
–Sí, pero el Central tiene una gran cantidad de reservas y lo hace así para que no suba de golpe, sino a cuentagotas y en forma ordenada. El país no puede estar aislado de la devaluación de las monedas vecinas: el real brasileño se depreció un 45 por ciento, el peso chileno el 50 por ciento. Pero el que compre hoy y venda a fin de año, podrá ganar un 10 por ciento en dos meses. Y si uno lo mira anualizado, es un 60 por ciento.

–Entonces, el dólar es una buena opción para defendernos de la crisis...
–Si lo comparamos con un plazo fijo, que rinde un 15 por ciento anual, el dólar parece una salida mejor.

–¿Y el euro no?
–Para mí, ya se bajó de cartel, perdió su brillo. Ya bajó a 1,34 contra el dólar, y lo veremos a 1,20. Está claro que los Estados Unidos tienen más armas que Europa para hacer frente a esta crisis. En Europa hay una sistema muy rígido: son países que tienen realidades distintas, pero metas comunes que son difíciles de cumplir. Y además, el refugio universal es el dólar, no el euro. Quien tiene posibilidad de emitir moneda y apuntalar empresas es Estados Unidos. En Europa no se ponen de acuerdo con las medidas a tomar.

–Mucha gente invierte en oro. ¿Aciertan?
–Es algo que no se debería excluir. Históricamente ha sido un refugio de valor. Se demanda para uso industrial en un 90 por ciento, pero también se compra cuando hay inflación o incertidumbre política. En este caso no tendremos inflación, sino deflación, pero la gente lo utiliza porque tiene desconfianza en el sistema financiero, y al oro lo puede guardar en una caja de seguridad. Yo creo que veremos una onza por encima de los 1.000 dólares, y hoy está a 900.

–¿Para los que se quieren mudar es buen momento para comprar, o es mejor buscar un alquiler?
–Si uno busca mudarse, o si piensa comprar como inversión, no es el mejor momento: los precios de las casas bajarán un 25 por ciento. Y además, hoy no hay créditos. Mucha gente que compró propiedades después del corralito lo hizo para resguardar sus ahorros, para no tener sus depósitos en el banco. Los precios de la vivienda subieron en forma desproporcionada respecto del salario. ¿Cómo puede ser que Puerto Madero salga lo mismo que Miami o que el metro cuadrado de Belgrano llegue a 2.000 dólares? La gente que puso plata pensando en que lo iba a vender más caro, ahora se lo tiene que aguantar. Algunos tendrán resto y otros lo tendrán que alquilar o vender más barato. Entonces, ahora, el poder lo tendrá el inquilino, porque habrá mucha más oferta y podrá negociar mejor, manteniendo el precio.

–¿Los autos también bajarán?
–Sí. Porque habrá menos demanda. Y habrá una invasión de oferta. Lo mismo sucede con los electrodomésticos. Ahora aparecen ofertas de plasmas. Si me preguntan, no compren ahora. Esperen, porque con la deflación, al stock lo van a tirar por la cabeza.

–¿La plata en el banco o en el colchón?
–Yo nunca recomiendo el colchón, pero en este contexto, y en forma temporal, a los dólares hay que tenerlos en el colchón. Pero no por un tema de miedo a los bancos, sino por rentabilidad: como el efectivo es rey, quien disponga de él podrá comprar bienes más baratos. En última instancia, tener una parte y una parte...

–¿Nos podremos ir tranquilos de vacaciones?
–Hay que ser frugales este año. Para generar riqueza existen tres patas: una es cómo se genera el dinero; otra, cómo lo gasto, y la última es la administración. Hoy, claramente, el ingreso se puede caer un poco, y cómo administrarlo es incierto. Hay que pensar en el uso: cómo gasto y cómo ahorro. A pesar de que hoy la gente no pueda percibir claramente la crisis en el bolsillo, en algún momento llegará. Y el que alquiló hoy, quizás a fin de año termine no veraneando. Con lo que vale el real, también está la posibilidad de que Brasil cueste menos que la Costa Atlántica.

–Algo fundamental: ¿qué sucederá con el trabajo? ¿se vendrá una ola de despidos?
–Vuelvo al tema de ser frugal y ahorrar, por más que sea poco lo que se pueda. Yo cuento en mi libro que si uno ahorra 2 dólares por día, en 40 años tendrá 365 mil dólares. Y en este momento la economía se va a resentir. Por ejemplo, vender vinos de lujo o aceite de soja va a costar más. Y tendremos una invasión de productos de China o Brasil. Ya hay automotrices que suspendieron gente. O bancos que le dicen al personal que se vaya una hora antes. Posiblemente el desempleo suba un poco, sobre todo en la construcción y las automotrices.

–Para sintetizar, ¿qué le recomendaría al que tiene ahorrados 10 mil, al que tiene 50 mil y al que tiene 100 mil pesos?
–A los tres les diría lo mismo: el mejor refugio es tener efectivo en dólares, comprar oro o, en última instancia, ponerlos a plazo fijo.

–Por último: ¿cuánto puede durar esta crisis?
–Siendo optimista, diría un año. Pero posiblemente sean dos... o tres.

Es el director de <i>Convexity</i>, una consultora en inversiones, y escribió el <i>best seller Hombre rico, hombre pobre</i>, donde explica cómo mejorar la economía doméstica.

Es el director de Convexity, una consultora en inversiones, y escribió el best seller Hombre rico, hombre pobre, donde explica cómo mejorar la economía doméstica.

<i>“Nunca recomiendo el colchón, pero hoy, y en forma temporal, a los dólares hay que tenerlos ahí. Pero no por miedo a los bancos, sino por rentabilidad: como el efectivo es rey, quien disponga de él podrá comprar bienes más baratos”</i>.

“Nunca recomiendo el colchón, pero hoy, y en forma temporal, a los dólares hay que tenerlos ahí. Pero no por miedo a los bancos, sino por rentabilidad: como el efectivo es rey, quien disponga de él podrá comprar bienes más baratos”.

<i>“La economía se va a resentir. Por ejemplo, vender vinos de lujo o aceite de soja va a costar más. Y tendremos una invasión de productos de China o Brasil. Posiblemente el desempleo suba un poco, sobre todo en la construcción y las automotrices”</i>.

“La economía se va a resentir. Por ejemplo, vender vinos de lujo o aceite de soja va a costar más. Y tendremos una invasión de productos de China o Brasil. Posiblemente el desempleo suba un poco, sobre todo en la construcción y las automotrices”.

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