No fue un día más. Pero terminó como si lo fuera, con una cena en familia en
la suite del piso 19 del Hotel Presidente. Cerca de la medianoche, Carlos y
Cecilia recién tuvieron tiempo para relajarse. Terminaba la vorágine de un día
-como suele decir el candidato riojano- "a full". Jornada de elecciones
presidenciales dividida como un tajo por una hora clave: las seis de la tarde.
Fue en ese momento cuando, en la planta baja del hotel, los seguidores del
candidato lanzaron un grito unánime: "¡Ganamos en todo el país!". Apenas un piso
arriba, la historia era parecida. Aunque esa página, resguardada por un férreo
operativo de seguridad, recién se pudo descifrar con el transcurrir de las
horas.
Sólo un pequeño grupo compartió con Menem ese momento en el salón contiguo al
despacho: el candidato a vice, Juan Carlos Romero, Alberto Kohan, Eduardo Bauzá,
sus hermanos Eduardo, Amado y Munir, Paco Mayorga, la familia Bolocco
-encabezada por Enzo y Rose Marie, los padres de Cecilia, y Juan Pablo, el
hermano-, Luis Patti, y varios empresarios y amigos del golf. Dicen que, en ese
instante, Menem estaba alegre, y que a su alrededor había más euforia.
A las siete y media, en ese pequeño universo poblado casi exclusivamente por
hombres, apareció Cecilia Bolocco. Un beso emocionado y un "Carlos, ganamos",
bastaron para suavizar un ambiente frenético, un desfile constante de seguidores
que, entre café, agua mineral y sandwiches tostados de jamón y queso, le
acercaban a Menem -que se trasladó al despacho para tener mayor intimidad- los
cómputos de distintas mesas y que, invariablemente, terminaban en una frase que,
con los hechos consumados, se cumplió: "Jefe, estamos ganando". Menem, sentado
en un mullido sillón y rodeado de teléfonos, agradecía los gestos, pero su
pregunta favorita se dirigía a una provincia en particular: "¿Cómo vamos en
Córdoba?". Al finalizar el escrutinio (97,74 por ciento de las mesas), los
números cantaron la única verdad: primero Menem, con el 24,34% de los votos;
segundo Kirchner, con el 21,99. Fueron 4.582.301 argentinos quienes le renovaron
la confianza al ex presidente.
Tras media hora allí, y sin dejar de acariciarlo, Cecilia se despidió y regresó
a la suite a descansar. Alito Tfeli, médico personal de Menem, hoy se ocupa
también de controlar el embarazo de Cecilia. Y siempre le aconseja descansar. Un
ejemplo: el jueves 24, día del cierre de campaña en River, le pidió que no
fuera. Fue inútil. Ella se puso firme: "Quiero estar junto a Carlos". Y no hubo
más que hablar.
en La Rioja: Alejandro Sangenis
fotos: Alejandro Carra
en Buenos Aires: Dolores Paillot y Hugo Martin
fotos: Julio Ruiz, Christian Beliera, Diego Soldini, Fabián Uset y AFP
Domingo, 23.15 horas. Carlos Menem y Cecilia Bolocco saludan, felices y desde el primer piso del Hotel Presidente, a la gente que se había agolpado sobre la calle Cerrito.
En La Rioja, el sábado 26. Allí, Menem le dio a GENTE la única entrevista que brindó durante el fin de semana. Y dijo: “Voy a volver a ser presidente para que ese hijo que traemos al mundo con Cecilia viva en una Argentina que valga la pena”.
