«En la Argentina nunca me discriminaron como en Italia» – GENTE Online
 

"En la Argentina nunca me discriminaron como en Italia"

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Desde la altura, a vuelo de cóndor, puede descubrirse una bucólica y legendaria isla (la de Sicilia). En su extremo nororiental se destaca un no menos mitológico volcán, el mismo que el director George Lucas acaba de usar de inspiración e imagen para la batalla final de Episodio 3, La venganza de los Sith: el Etna. A sus pies, el monte Tauro, y sobre él, una ciudad atestada de callecitas empedradas, edificios de la Edad Media e inquietos turistas, Taormina. Doscientos seis metros más abajo impacta el color turquesa al óleo del océano, el Mar Jónico. Y dentro del agua, entre cientos de bañistas que nadan, gritan, corren, paletean, saltan y buscan broncearse, sobresale ella y su 1,79 de novela: Maria Grazia Cucinotta (36).

"Apenas retorné de Buenos Aires decidí tomarme unos días de vacaciones entre los míos -cuenta la mujer del empresario Giulio Violati (con quien contrajo matrimonio una década atrás) y madre de Giulia Grazia Maria (4)-. Jamás olvidaré haber intervenido en el primer programa de La noche del 10, ni haber bailado un vals con Maradona. En realidad, visitarlos a ustedes me moviliza muchísimo. Estoy fascinada con los argentinos y con el país. Las mujeres son tan femeninas y los hombres tan caballeros… Aunque anduve un poco a las corridas, disfruté como disfruto de la vida en Italia. O mejor, porque en la Argentina nunca me discriminaron -ataca sin anestesia-. En eso, a veces me sentí de la misma manera que se sentía Diego cuando jugaba en el Nápoli y enfrentaba a los equipos del Norte", sorprende la dama de pelo y ojos azabache y curvas similares a las de una botellita de Coca Cola.

Sí. Parece que Cucinotta aún no puede perdonar sus días post El cartero y Pablo Neruda, donde personificó a Beatrice Russo. "Tras volver de la entrega de los Oscar en 1995, pensé: 'Seguro que ahora me van a llover las propuesta laborales'. Y no, al contrario, nadie me telefoneaba ni me daba trabajo", avanza molesta; y argumenta: "Había racismo. Escuchaba de mí que era una 'terrona' (así se descalifica allá a los italianos del sur) y una 'tetona' (así se califica allá a las… no hay mejor traducción). Apenas abría la boca, se burlaban de mi acento siciliano. Aparte, agregaban que Massimo (Troisi, el protagonista de Il postino) había hecho un milagro en mí. ¡¡Terrible!!", brama la ex modelo, quien lleva 23 películas rodadas y pronto estrenará su primera apuesta en la producción: un compilado llamado All the invisible children (en traducción literal, Todos los niños invisibles), dirigido por cineastas del calibre de Emir Kusturica, Spike Lee, Ridley Scott y John Woo.

Claro que la muchachita nacida el 27 de julio de 1969 en Messina también lanza un gancho contra Hollywood. "Llegué en 1997, rodé El espíritu de Brooklyn y me consideraron la nueva Sofia Loren. Participé en El día de la bestia, hice de chica Bond en El mundo nunca es suficiente, etcétera. Sin embargo, ahora comprendo que Sofia alcanzó el éxito en otra época, y tuvo a sus espaldas a un marido del medio (Carlo Ponti) que le allanó el camino, que prácticamente la creó. Yo, por mi parte, me enamoré de un empresario, engendré una hija que adoro y no me arrepiento de nada. Cambio aquella segregación inicial y la imposibilidad de convertirme en la nueva Loren por mi hermosa realidad actual", dice Maria Grazia sabiendo lo que dice. Lo que no sabemos es qué diría Don Corleone, siciliano de ley, si, simulando un ángel de la guarda, apareciera de más allá del lente de Francis Ford Coppola y la pluma de Mario Puzo, viera a la Cucinotta de vacaciones, en familia, rodeada de afectos, y se enterara de tamaño acto de injusticia.

La Cucinotta de pesca en las aguas del mar Jónico. Varios veraneantes le propusieron entregarse a sus redes. Ella prefiere definirse incondicional a su marido.

La Cucinotta de pesca en las aguas del mar Jónico. Varios veraneantes le propusieron entregarse a sus redes. Ella prefiere definirse incondicional a su marido.

Abraza a Giulia, de 4 años, la besa, le juega. Alguna vez me consideraron la nueva Sofia Loren. Pero ella alcanzó el éxito en otra época y tuvo a sus espaldas a un marido del medio que le allanó el camino", sostiene Maria Grazia. Igual, a los 36 años, Cucinotta parece seguir en carrera. ¿O no?">

Abraza a Giulia, de 4 años, la besa, le juega. "Alguna vez me consideraron la nueva Sofia Loren. Pero ella alcanzó el éxito en otra época y tuvo a sus espaldas a un marido del medio que le allanó el camino", sostiene Maria Grazia. Igual, a los 36 años, Cucinotta parece seguir en carrera. ¿O no?

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