Al concierto de Madonna en París no le faltó nada. Empezó trepada a un trono negro, besó a una fanática con más pasión que a Britney, y les gritó a las 1.500 personas que se apretujaban en el exclusivo salón Olympia: “¿A quién prefieren, a los Rolling Stones o a mí?”. Enfundada en seda, cuero y una varita que suponemos mágica –todo de negro extra black–, la Chica Material volvió a hacer de las suyas. Así arrancó un tour que, posiblemente, la traiga a la Argentina.
Un hard candy de roer...
La reina fetichista.
Madonna y... ¿Britney? ¡No!.