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Electrónica for ever

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Por cuarta vez en Buenos Aires, Creamfields. Así, para definirse a sí misma como la fiesta suprema del dance. ¿Cómo estuvo? Difícil decirlo. Había que pararse a la salida, a eso de las 8 de la mañana del domingo 14 ya, acá por Costanera Sur, y formularle esa misma pregunta a 50 mil chicos que se bailaron la vida entera bien entrada la noche del sábado, frente a lluvia y viento, bajo la brujería de más de cien artistas electrónicos, de lo mejor del planeta. No hay escala para medir tanta euforia. Sale de bandejas y computadoras, de discos de vinilo, de computadoras, y te impacta derechito. Es un acto reflejo. Tu pie se mueve. Y vos lo seguís, non stop. Pero no te preocupe
s. Total, dormís hasta mañana.

¿Qué sonó? ¿Qué estalló? En el escenario principal, maravillas varias. Para crédito local, Adicta, y su genial technopop. Luego, Zuker XP. ¿Ritmo electrónico para los himnos metálicos de AC/DC? Es posible. Por ende, puro delirio. O Catupecu Machu, y su rock en llamas. Groove Armada, directo desde Londres, con su ritmo negro irresistible. Paul Oakenfold, algo así como el DJ más exitoso del planeta según el libro Guinness de los récords. Acá lo adoran. Lo reciben a fuego puro, y él responde. Cae la garúa. Sopla el viento. Pero esta fiesta está más allá del clima. El mismo cielo, a un punchi punchi de distancia. Lo mismo para los Deep Dish, y su deep house. Es cuestión de gozar.

Restaban otros cinco escenarios. Y sobraban las explosiones. Brillantes, los argentinos Spitfire -Luis Nieva y Miguel Silver-, toda una aplanadora. Luego, la técnica alucinante de James Zabiela. O el poder techno made in Detroit de Jeff Mills. Miles y miles, para sacudirse el todo por el todo, en el sonido de un futuro que ya llegó.

Y si esta noche es combustión, hace falta combustible. Y el VIP de Brama tuvo mucha espuma, claro. Fue algo así como el lugar para estar. De vedette, una terraza de cara al escenario principal, todo ambientado por Amo Mi Living. Y unas cuantas celebrities. Pampita Ardohain y su marido, Martín Barrantes, bastante relajados en su amor. O Débora Bello, sin Diego Torres. Silvina Luna, si querés fuego. Había sushi para lo salado, y cheesecake para lo dulce. A eso de las 2 de la madrugada, subió Ricky Ryan a la cabina, con su hiper fusión de funk y house. La multitud se arrimó, y hubo baile. ¿Más celebrities? Invitados por Camel, Florencia Raggi y Nico Repetto, habano en boca. Luciana Salazar, un poco más que alucinante. Dolores Fonzi y su chico, Alvaro. O Adrián Suar. Lo que los americanos llaman saturday night… y a lo grande.

Bueno, hay que irse. Pero antes, Hernán Cattáneo y su house todopoderoso a las 6 de la mañana. Profeta en su tierra, nomás. Termina la profecía, y es el sol, tengas pulsera VIP o no. Claro. Tanta euforia nunca es para siempre.

Costanera Sur, al filo de la medianoche. Paul Oakenfold a escena, uno de los más grandes <i>DJ</i> del planeta. Luces que estallan. Y miles para adorarlo.

Costanera Sur, al filo de la medianoche. Paul Oakenfold a escena, uno de los más grandes DJ del planeta. Luces que estallan. Y miles para adorarlo.

Leticia Brédice, de punta en blanco.

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