La acción no transcurrió en Los Angeles sino en Buenos Aires. No se emitió
por el canal Sony sino por Telefe el martes 21 de septiembre a las ocho y media
de la noche. Flor Finkel y Juan Manuel Iraola se entregaron los anillos de
compromiso, y así terminó la primera temporada de la versión criolla de The
nanny. Pero la historia sigue su marcha: de aquí a diciembre, grabaciones, y en
enero, segunda vuelta.
-Florencia, ¿fue muy difícil encarnar a un personaje tan identificado con Fran
Drescher?
-No, porque amo este tipo de tira, soy fanática de The nanny, y a pesar de estar
condicionada por exigencias de Sony, pude agregarle cierta picardía porteña. Sin
dudas, fue uno de los trabajos más serios y hermosos que me tocó hacer…, y eso
que en las grabaciones nos tentábamos y nos moríamos de risa…
-¿Una clave del éxito?
-El modo en que fue encarado el proyecto. Desde el vamos, todo se hizo en forma
altamente profesional. Antes de empezar a grabar nos reunimos durante dos meses
para conocer a fondo la historia y el alma de los personajes. Me corrijo. No
sólo para conocerlos: también para quererlos. Y el personaje de Flor Finkel me
marcó de una manera especial. Es una bisagra en mi carrera.
-¿Qué diferencias y semejanzas hay entre Florencia Peña y Flor Finkel?
-Soy extravertida y tengo un nivel de locura leve. Finkel, en eso, me gana
lejos. En cambio, yo no soy tan inocente, ni tan naif, ni tan enamoradiza ni tan
desubicada. Además, intento no meter tanto la pata, aunque a veces no lo logre…
-¿Qué le cuesta más: Criar a los hijos del señor Iraola o a Tomás?
-A Tomás, porque el gordo tiene apenas un año y medio, y a pesar de que habla
poco, entiende mucho, hace berrinches y está en la edad en que es necesario
poner algunos límites.
-Cuando lo trae al canal, ¿cómo se porta?
-Aunque suene increíble, muy bien. Digo increíble porque como estoy en casi
todas las escenas, se aguanta nueve horas encerrado en el estudio, y se aburre
muchísimo, pobre. Por eso mismo no lo traigo muy seguido... En cambio, volviendo
al tema anterior a los hijos del señor Iraola, Margarita (Agustina Córdoba),
Agustín (Mariano Colombo) y Mica (Malena Luchetti), los conquisté transgrediendo
las reglas impuestas por el padre.
-¿Ser madre hace más fácil encarnar a una niñera?
-No, nada que ver. Son cosas imposibles de comparar. Como madre no interpreto:
me relajo y me dejo guiar por mis sentimientos.
aunque Tomás se porta muy bien cuando lo traigo al canal. Pero soy culposa: si lo dejo en casa, sufro".">
No lo lleva siempre a las grabaciones, "aunque Tomás se porta muy bien cuando lo traigo al canal. Pero soy culposa: si lo dejo en casa, sufro".
Para Flor Finkel fue un placer conocerlo porque siempre miraba sus novelas y escucha sus discos". ">
Chayanne: "Para Flor Finkel fue un placer conocerlo porque siempre miraba sus novelas y escucha sus discos".
