-Ramos, se instaló con fuerza el fantasma de la hiperinflación. ¿Qué se puede hacer para evitar ese temor?
-(Piensa). A ver: si bien la hiper acecha, creo que hay otras amenazas más graves.
-¿Más graves? ¿Cuáles?
-Por ejemplo, que el acuerdo con el Fondo Monetario, a firmarse probablemente en julio, sea mostrado por el Gobierno como una fuente de dinero cuando no será así, porque puede producir un desaliento que volvería a demorar nuestra ubicación en el camino correcto. Duhalde cumple seis meses, y este tiempo fue desperdiciado. Se discuten medidas chiquitas y no las grandes cosas. Eso que le mencioné puede precipitar la hiperinflación más que la simple emisión de moneda.
-¿El desaliento?
-Sí. Como mucho, habrá mil millones para financiar exportaciones, pero es una garantía del Banco Mundial, no plata. Seiscientos ya nos dio el BID para planes sociales, y los nueve mil que dará el FMI serán para pagar el año que viene. Es terrible, porque las reservas son apenas de diez mil millones. Ahora, si este Gobierno tiene expectativas de que con el acuerdo va a arrancar el país, que bajarán los precios, se estabilizará el dólar y podrá multiplicar planes sociales, se equivoca. Y ahí se verá afectada la economía.
-¿Qué grandes medidas no se están tomando?
-Básicamente, achicar el gasto público para bajar el déficit. Significa eliminar subsidios: naftas patagónicas, tabacos, algodón, ir a un arancelamiento universitario con becas, reducir dos mil millones por año en la política eliminando cuerpos colegiados, concejos deliberantes, etcétera; suprimir organismos públicos superfluos, operar sobre unos 350 mil empleados públicos que hay en exceso, ya sea alternándolos o bajando sueldos, todo ese tipo de cosas.
-Sería un milagro, porque los políticos que deberían hacerlo son los que, a su vez, usufructúan este status quo.
-Claro, y ese es el gran drama argentino. Por eso es estupenda esta idea, mínima, de votar al mismo tiempo todos los cargos públicos. Por lo menos en el ámbito del Congreso Nacional, cuyo nivel es muy bajo, y en los concejos deliberantes. Si eso se acompañara con un achique de los cuerpos, sería ideal. Es muy difícil, porque son ellos quienes deben disponerlo. El nivel de los políticos argentinos es penoso. No asimilaron la gravedad de la crisis, pese a que ya costó muertos y en cualquier momento puede costar más sangre. Se sigue mirando el propio puesto político, el clientelismo. La desaprensión que tienen por los manejos de los dineros públicos lleva a casos de corrupción permanentes.
El nivel de los políticos argentinos es penoso. No asimilaron la gravedad de la crisis, pese a que ya costo muertos y en cualquier momento puede costar mas sangre"">
"El nivel de los políticos argentinos es penoso. No asimilaron la gravedad de la crisis, pese a que ya costo muertos y en cualquier momento puede costar mas sangre"
