Clint Eastwood –desde que dirige va de éxito en éxito– presentó en Los Angeles su última joyita, Flags of our fathers. Y allí estuvieron, acompañándolo de cerca, sus hijos Kyle y Alison y su mujer, Dina. Spike Lee, mientras prepara una serie sobre los destrozos del Katrina en Nueva Orleans, paseó por Roma con su mujer Tanya. Y prácticamente alejado del pop y volcado de lleno a su nueva profesión de dj, Boy George puso la música en la megafiesta en el Olympia de París para homenajear a Jean Paul Gaultier por sus treinta años en el negocio de la moda. Mucho más flaco, siempre con su cigarrillo en la mano pero igual de glamoroso. 
Los Eastwood: la famiglia unita.
Spike Lee y Tanya, de paseo.
Boy George, dj de lujo.
