"Fui por trabajo y me encontré con un paraíso del que jamás me habían
hablado", cuenta, todavía sorprendida, Betiana Wolenberg, una de las
beauties de la agencia Dotto Models. En México, sí. Allá todos hablan
de este lugar, que permaneció olvidado por más de cuatro siglos, como "el
Paraíso reencontrado". Y no es para menos: Huatulco, al sur del país y con
35 kilómetros de costa sobre el Pacífico mexicano, es una gran reserva natural
formada por nueve bahías, separada del resto del mundo por más de 21 mil
hectáreas de selva.
En la época de los españoles, cuenta la leyenda, funcionó como gran puerto
comercial. Pero después de ser azotado varias veces por buques piratas, el
puerto fue abandonado y Huatulco permaneció postergado por más de cuatro siglos…
"Hasta que a principios de los 80', mientras en el Mediterráneo explotaban
Saint Tropez y todo su glamour, el gobierno de turno redescubrió este paraíso y,
claro, decidió explotarlo -sigue ahora con el relato Pancho Dotto, uno de
los argentinos invitados al festival Música para la Tierra, que se
realiza anualmente-. Aquí, en pocos años se construyeron un puñado de lujosos
hoteles, un aeropuerto, un campo de golf y una marina. Y ése fue sólo el
comienzo…". Huatulco se convertiría rápidamente en un nuevo y exclusivo
paraíso turístico para unos pocos. Pero, sobre todo, sería el secreto mejor
guardado de la región...
Hace once años, con el fin de preservar esta valiosa reserva natural, la
empresa Biosphera Entertainment comenzó a organizar en Huatulco un
festival, donde importantes bandas latinas hacen lo suyo sobre el escenario para
recaudar fondos y, de paso, crear un poco de conciencia ecológica. Para este
2005 decidieron agregarle un poco de fashion al asunto. Y para eso
llamaron a uno de los máximos exponentes de nuestro país en ese métier… Y
entonces, allá fue Pancho Dotto con una troupe de seis bellezas locales
rumbo a este paraíso reencontrado. Y las diosas elegidas para acompañarlo fueron
Florencia Gómez Córdoba, Ivana Saccani (bellezas de bocas más que exuberantes),
Betiana Wolenberg (una misionera de 17 años que promete seguir los pasos de
Dolores Barreiro) y las new faces de la agencia, Florencia Salvioni (19),
Afra Vázquez (16) y Martina Correa (chica platense de 16).
La troupe de Dotto llegó el lunes 27 al DF mexicano, y al día
siguiente un vuelo privado los acercó hasta estas tierras poco conocidas. Una
vez allí, se instalaron en el Hotel Quinta Real, una construcción que combina el
estilo morisco con el mexicano, y que es el más lujoso del lugar… "Ahí nos
recibió el gerente general del hotel, Julián Smaldoni, que es argentino",
cuenta Pancho. Los primeros dos días, Dotto y sus chicas los dedicaron a conocer
las distintas y variadas bellezas de la zona, recorrer en velero las nueve
bahías que esconde Huatulco, probar las comidas más típicas y, de paso,
descansar. El jueves empezó el trabajo. Al amanecer, partieron en barco hacia
una de las bahías más alejadas, donde posaron para la cámara del fotógrafo Chino
Moro, que las estuvo retratando por más de doce horas para un libro que está
produciendo y que se llamará Ángeles en el Paraíso… El viernes a la noche
en el Hotel Gala se llevó a cabo el desfile, la cuota fashion del
festival, y las seis chicas hicieron lo suyo vestidas por el diseñador
argentino, radicado en México, Gerardo Dragonetti. Y finalmente, el sábado,
llegó el día del festival, donde brillaron sobre el escenario varios artistas
latinos. Estuvo la argentina Natalia Lafourcade con su banda, Natalia y la
Forquetina, también estuvo la mexicana rapper de apenas 12 años, Nahomi,
la legendaria banda de rock mexicano, El Tri, y el grupo furor del momento en
las radios centroamericanas, Elefante. Después de eso, una gran fiesta junto al
mar hasta el amanecer. Y entonces, el vuelo de regreso, primero al DF y unas
horas más tarde hacia Buenos Aires… o mejor dicho: de vuelta a la realidad.
Con el Pacífico de fondo, en la pileta del Hotel Quinta Real, las diosas argentinas que nos representaron en México: Ivana Saccani, Florencia Gómez Córdoba, Betiana Wolenberg, Martina Correa, Afra Vázquez y Florencia Salvioni.
Pancho Dotto, sus chicas y el fotógrafo argentino Chino Moro, en el velero que alquilaron para recorrer las nueve bahías.
