Diego Staropoli – GENTE Online
 

Diego Staropoli

Tattoo Show es una convención que reúne a cientos de artistas que dibujan la piel. Vienen de todo Latinoamérica para elegir a una reina que los represente y mostrar su talento. Diego Staropoli, su organizador, fue uno de los primeros tatuadores de la Argentina y es el dueño del estudio Mandinga Tattoo, famoso por su clientela rockera.

–¿Cómo empezaste?
–Cuando tenía 19 años un amigo apareció con un tatuaje en colores y fue una revelación, porque por los ‘90 no existía eso. El pibe se lo había hecho con un boliviano en el Mercado Central. Fui a buscarlo y resultó ser que trabajaba adentro de un baño. Ese día me dibujó una rosita, que era lo único para lo que me alcanzaba, y supe enseguida que me quería dedicar a eso.

–¿Y cómo aprendiste?
–Tenía la idea fija de tatuar y el mismo año en que conocí al boliviano, pasó por la Argentina un japonés que hacía maquillaje permanente. Él vendía una máquina muy especial, era algo así como una secadora de pelo horrenda y que pinchaba muchísimo. Un amigo y yo nos la compramos y nos mostró como usarla sobre una goma Eva, ahí empezó todo. Sin saber nada convencí a mi cuñado para que me prestara el brazo. 20 minutos después salió corriendo lleno de sangre ¡le hice un desastre! Después vinieron más víctimas: un amigo tenía un permiso portuario, entonces subíamos a los barcos y practicábamos. Luego, el puerto cerró y le usurpé la casa a un vecino que se había ido a Brasil, se la transformé en un night club.

–¿Sabías dibujar?
–No, no tenía la más mínima idea. Hace 10 años no había nada para comparar y eso facilitaba las cosas. Le fui enseñando a mi hermano y arrancamos con el negocio, pero era terrible lo que hacíamos y me daba vergüenza. Entonces fuimos a tatuar al Mercado Central, como el boliviano. Cambiábamos un dibujo por una guitarra o una cámara de fotos, era todo muy bizarro. Pero nos permitió aprender y perderle el miedo. Estuvimos uno o dos años ahí y nos mudamos a un local chiquito en una galería.

–¿Es el lugar donde está Mandinga Tattoo?
–Sí, y ahí empezó una especie de revolución, porque vinieron a tatuarse los chicos de Callejeros. Al poco tiempo un amigo al que yo le enseñé a poner piercings, Titi Lapolla, empezó a tocar en una banda que se llamaba A.N.I.M.A.L. y la trajo al estudio. Vino Andrés Giménez, después La Renga y más tarde Kapanga e Intoxicados. Hoy el 80 por ciento de los grupos de rock del país tatúan con nosotros. Y en ese lapso fundamos ATARA que es la Asociación de Tatuadores y Afines de la República Argentina.

–¿Cómo fue el proceso?
–El padre de un amigo era chofer de un diputado y él le contó sobre un proyecto que apuntaba a prohibir la actividad en todo el territorio nacional. Decía que para ejercer el oficio tenías que tener un quirófano y ser médico matriculado. Entonces empecé a moverme y con algunos colegas armamos una asociación que llegó a tener 200 socios. Presentamos una propuesta de ley y se sancionó. Nuestra postura era que si vas a un dentista y no te piden que estés vacunado contra la hepatitis, por qué para tatuarte sí. Contratamos al jefe de técnicos de esterilización del Hospital Santojanni y dimos cursos de bioseguridad. La asociación lamentablemente se disolvió hace pocos meses, pero legalizamos el tatuaje en la Argentina.

–¿Y cuándo empezaste a organizar las convenciones?
–Había ido a un encuentro que me encantó pero era muy elitista. Ahí cada estudio de tatuajes tenía un stand, se armaban equipos de trabajo y había concursos al final del día por categorías. Era una forma de promocionarse y de ganar un premio. Y cuando ví que muchos tatuadores se quedaban afuera y que para ellos hubiera sido un orgullo poder participar, dije: “llegó la hora de hacer algo”.

–¿Cómo lograste concretar tu proyecto?
–Empecé a buscar lugares, y en principio iban a tocar A.N.I.M.A.L. y Kapanga e iba a haber una exposición de autos americanos. Al final, el predio donde lo iba a hacer se ocupó con otra cosa y terminé en el Hotel Bauen. Hice la primera convención ahí y vinieron 1.300 personas en tres días. Para mí era un éxito, pero la plata de las entradas sólo alcanzó para pagar los gastos y los dos amigos que me ayudaban a organizar se abrieron. Seguí solo y a la segunda vinieron 4 mil personas, porque implementé los recitales en vivo. Después organicé la tercera en el Casino de Mar del Plata y el último día cerré con una fiesta electrónica que terminó a las diez de la mañana. Les corté la luz, la música, y seguían bailando ¡ya no sabía qué más hacer! Ahora viene la sexta.

–¿Desde el primer año donaste parte de la ganancia para caridad?
–Hace un año una de las chicas que me ayuda en las convenciones me contó que era madrina de una escuela rural y le pedí que me deje participar. Hicimos una campaña y cuando terminó el encuentro doné dos pesos por cada entrada cortada. Con lo que recaudamos pintamos la escuelita, llevamos medicamentos y ropa. Para llegar tuvimos un día y medio de viaje y cuando bajamos de la camioneta, los cinco tatuadores que habíamos ido, los chicos salían corriendo como si hubieran visto la luz mala. Claro, estábamos todos dibujados, algunos con pelo largo, y ellos que no tienen ni luz, no sabían qué hacer. A los dos minutos estaban jugando con nosotros, todos con remeras de Mandinga.

–¿Y tenés algún nuevo proyecto en vista?
–Sí, un programa para cable. En cada capítulo va a venir a tatuarse un músico diferente al estudio. El primero va a ser Flavio de los Cadillacs, después César Andino, el cantante de Cabezones, el Chizo de La Renga y Juanse de Ratones. Vamos a ir a la casa a buscarlos, mostraremos un poco a su familia y cómo viven, después los traeremos al local, les armaremos el diseño y se hará el tatuaje. Va a haber un notero, tenemos proyectado tatuar adentro de una cárcel y filmar cuando vamos a recaudar fondos para las escuelas rurales, la idea es ser un poco trasgresores.

Más información: Mandinga Tattoo.

Equipo de <i>Mandinga Tattoo</i>.

Equipo de Mandinga Tattoo.

Staropoli tatuando a Gabriel <i>Teté</i> Iglesias, bajista de <i>La Renga</i>.

Staropoli tatuando a Gabriel Teté Iglesias, bajista de La Renga.

Tatuaje hecho por Diego Staropoli para <i>Mandinga Tattoo</i>.

Tatuaje hecho por Diego Staropoli para Mandinga Tattoo.

Flyer del <i>5º Tattoo Show</i> que se realiza del 6 al 8 de marzo en el Hotel Bauen.

Flyer del 5º Tattoo Show que se realiza del 6 al 8 de marzo en el Hotel Bauen.

Visita a una escuela rural santafesina, apadrinada por el estudio de tatuajes.

Visita a una escuela rural santafesina, apadrinada por el estudio de tatuajes.

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