“Detrás de nuestra hermana hay otros chicos desaparecidos” – GENTE Online
 

“Detrás de nuestra hermana hay otros chicos desaparecidos”

Es domingo 24 de julio y hace diecisiete días que desapareció. Santiago Cash (26) cuenta el número de jornadas junto a su prima Magdalena (26), mientras, a las dos y media de la tarde, su tía les sirve un té. En la mesa ratona del living donde sucede la entrevista hay una gran foto de la protagonista de esta dramática historia policial. Ella está presente sin estarlo. A Santiago –que llegó unos minutos más tarde– se lo nota calmo, aunque detrás de su rostro se esconden un millón de interrogantes. Magdalena, en cambio, es más activa. Conoce los protocolos del periodismo por vocación y agrega información que cree útil para la causa. ¿La causa? Encontrar a María del Carmen Cash (29), una chica como cualquiera de nosotros. El terreno que los Cash deben recorrer es virgen: es la primera vez que enfrentan una situación semejante. Son pocos –apenas una familia de las millones que hay en el país–, y sin embargo se las rebuscan para improvisar y multiplicar fuerzas y recolectar información como pueden. El misterio que nos convoca empezó así.

CRONICA DE UNA DESAPARICION. Los datos que ahora presentaremos fueron recabados por Federico y Máximo Cash, en conjunto con la Policía de Salta y la Gendarmería. El padre y el hermano de la desaparecida permanecen en el Norte desde hace dos semanas, recorriendo las rutas y buscando pistas.

Lunes 4 de julio. A las 19.40 María parte de Buenos Aires con destino a San Salvador de Jujuy, a bordo de un colectivo de la empresa Mercobus. Lleva 700 pesos, una mochila y un bolso con ropa para vender. Su padre la acompaña hasta Retiro, y ella parte.

Martes 5. Primer cambio de itinerario, en Rosario de la Frontera, al nordeste salteño y a 170 kilómetros de la capital provincial. María pisa la ciudad a las 16.30, antes de retroceder 300 kilómetros hasta Santiago del Estero. ¿Motivo? Cuando se comunica con Juan Pablo Dumón, el amigo que iba a alojarla en Termas de Reyes (Jujuy), le comenta que se bajó del micro porque no le gustaba el ambiente. Sin plata (no cuenta por qué), le pidió a Juan que le pagara por Internet el pasaje hasta Termas de Reyes. Dumón lo pagó.

Miércoles 6. María Cash llega a Jujuy Capital a las 9 de la mañana. Cruza la terminal, ingresa en un local y le pide al dueño el teléfono. Habla con la hermana de Juan Pablo. “Según parece, ella le ofreció pagarle un remise hasta su casa, pero aparentemente María no aceptó”, agrega Magdalena, la prima. Ese mismo día, a las 17.30, María se comunica por última vez, desde un locutorio, con sus padres.“‘No tengo plata, estoy angustiada y quiero irme a Salta’, dijo, y se cortó la comunicación. Acto seguido, papá pudo hablar con el hombre del local, y éste le contó que estaba sola. Eso nos tranquilizó, porque descartamos que estuviera actuando bajo presión de nadie”, explica Santiago, hermano menor de María.

Jueves 7. María llega a Salta. Ese día, las autoridades del peaje Aunor, en el ingreso a la ciudad capital, encontraron su mochila con sus pertenencias y su documento de identidad. No así el bolso cargado de ropa, que todavía no apareció.

Viernes 8. La familia recibe un mail de la diseñadora, donde pide le anoten los celulares de sus familiares y el de la hermana de una amiga radicada en Salta. A las 14.18, un video de la autopista la muestra a la vera de la ruta, cuando una camioneta Chevrolet C10 bordó, conducida por José Causarano, la levanta con supuesto destino a Tucumán. María se baja en la rotonda de Güemes, a 52 kilómetros, para volver a hacer dedo. Se sube a un camión que la acerca hasta el pueblito de Cabeza de Buey, a 15 kilómetros de Güemes. A partir de allí “no volvimos a saber nada más de ella”, redondean Magdalena y Santiago.

¿COMO LOGRAR RECONOCERLA? El mismo Santiago, que convivía con María en un departamento de San Telmo antes del viaje, describe a su hermana: “Es diseñadora y una chica muy independiente. Entre otras cosas, practicaba yoga conmigo, en el centro SAHAJA, frente al shopping del Abasto. Mide 1,70. Tiene ojos color café, pelo castaño, con una leve ondulación en las puntas, un lunar en la mejilla izquierda, cerca de la oreja, y contextura delgada. Su sonrisa es muy fácil de reconocer y muy descriptiva... La última vez que la vimos, en el video de la autopista, llevaba un pantalón blanco de jean y unas botas de gamuza color beige. Además, podría llegar a tener un saco de terciopelo color salmón como fruncido en las mangas".

–¿Cómo vienen transitando este drama?
Magdalena: A pulmón. Somos una familia trabajando a pulmón. Todo lo que se nos ocurre que puede funcionar lo proponemos y así vamos improvisando. Esto evidencia que falta un protocolo a nivel nacional. El Estado tiene muchísimos más recursos para buscar a María, y sin embargo debemos suplir esa carencia de organización con nuestra imaginación. Detrás de María hay otros chicos desaparecidos. Me parece injusto que una familia con menores recursos tenga que dar a una persona por perdida.

–¿Hay restricciones en las redes sociales o funcionan por inercia?
Santiago: Ayer tuvimos que bloquear el muro del Facebook. Ahora la información la recibimos por mensajes directos, porque si no, la gente se marea. Además, empiezan las especulaciones y no queremos hacer de esto un tema político. Hay mucha basura dando vuelta y es una lástima, porque en la discusión se pierden muy buenas ideas.

–¿Cuáles son los datos que no ayudan en la búsqueda?
Magdalena: Yo insistiría sobre la personalidad de María. Ella es una chica normal y corriente, muy profesional, bien preparada, extravertida y simpática. Estaría bueno que la gente no se detenga en especulaciones raras sobre María, porque además de lastimar a la familia, la información inexacta puede entorpecer la búsqueda.

¿Cómo ayudar a encontrarla?
De entrada, fotocopiando la imagen de María y pegándola en lugares estratégicos de paso, como estaciones de servicio, hospitales, peajes y colectivos que viajen por el interior del país. También hay tres celulares para aportar información: 153 507 1320 (Santiago), 153 808 5960 (Federico) y 153 703 3954 (Patricio). A través de Facebook pueden unirse al grupo Buscamos a María Cash, o bien, en www.hispanoargentina.blogspot.com

Santiago y Magdalena, hermano y prima de la desaparecida, en su casa de Barrio Norte.

Santiago y Magdalena, hermano y prima de la desaparecida, en su casa de Barrio Norte.

Foto de Mery durante sus recientes vacaciones en Bolivia.

Foto de Mery durante sus recientes vacaciones en Bolivia.

Una foto personal de María, de profesión diseñadora de indumentaria. Federico y Máximo, padre y hermano, están recorriendo Salta para encontrar más pistas.

Una foto personal de María, de profesión diseñadora de indumentaria. Federico y Máximo, padre y hermano, están recorriendo Salta para encontrar más pistas.

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