«Desde que bajé de peso, los hombres me miran de otra manera» – GENTE Online
 

"Desde que bajé de peso, los hombres me miran de otra manera"

Hasta en su ring tone suena Rapsodia bohemia y aparece la foto
de Freddy Mercury como fondo de pantalla. ¿De quién hablamos? De una mujer sin
nombre, que no quiere revelar la edad, pero que carga con uno de los alias más
famosos de la Argentina: Daisy May Queen. "Me dicen Daisy desde muy chica por
la novia del pato Donald; caminaba y camino como pato, con los pies para afuera
",
explica. No hace falta preguntarle el porqué de su apellido artístico: se
reconoce fanática del grupo Queen desde su más rebelde adolescencia. Para más
datos, tiene quince años de experiencia en radio, un divorcio, ningún hijo, una
voz seductora que enloquece desde la FM Hit y -ahora- 32 kilos menos.

-¡Está divina!
-¡Gracias!

-¿Le llevó mucho esfuerzo?
-No tanto. En realidad, todo empezó en septiembre del año pasado. Para mi
cumpleaños, mi amiga Marisa Brel me regaló la primera consulta con el doctor
Máximo Ravenna. Pero ahí no terminó: estuvo tres meses, hasta diciembre,
insistiéndome para que fuera. Me volvía loca, hasta que me llevó totalmente
obligada a su consultorio. Me pareció un tipo muy capaz, muy inteligente, que la
tiene clarísima. La primera semana bajé cuatro kilos y me enganché. Después
seguí y seguí hasta hoy: bajé 31 kilos y 700 gramos en siete meses. Estoy
fascinada, no puedo creerlo. No siento que me haya pasado a mí.

-¿Y las tentaciones?
-Ninguna. Te olvidás, se te borran. Ravenna tiene una máxima: dice que
cuanto menos comés, menos hambre tenés. Y es cierto. Cuando vos comés poco, el
estómago te pide poco. Yo estoy como un caballo con antifaz, y sigo derecho por
el camino. Voy a fiestas, hay comida y yo sigo a dieta, porque aún no entré en
mantenimiento. Todavía tengo que bajar tres kilos más. Pero no me tiento.

-¿Y por qué tomó la decisión de bajar de peso ahora? ¿Qué le pasó?
-No sé. Tal vez porque hasta ayer no había encontrado un profesional tan
grosso, que no sólo te explica cómo es la dieta sino que te abre la cabeza en
determinadas áreas. Porque en la clínica, además, tenés apoyo psicológico. Hoy
me doy cuenta de que fui muy tonta todo este tiempo. Me arrepiento por no
haberlo intentado antes.

-¿Qué le pasa cuando se mira al espejo?
-Me siento tan bien, tan contenta. Ahora puedo comprarme ropa de todas las
marcas. Ahora decido yo si quiero o no un pantalón que me gusta.

-¿Cambió tu relación con los hombres?
-… Mirá, estoy medio monje tibetano. Pero la gente que me rodea se sorprende
muchísimo, y les ves la cara. Desde que bajé de peso, los hombres me miran de
otra manera. Y las mujeres también.

-Es más, yo acabo de ver a uno que la saludó y la miró de arriba abajo…
-(Risas) Sí, noto eso con la gente que me ve en la radio desde hace diez
años. Hasta me hablan de otra manera. Viste cómo son los hombres de babosos…

-¿Le molesta?
-No… ¡me encanta! A mí me encanta que me digan que estoy bárbara,
espléndida. ¡Llénenme de halagos! Yo los escucho, dale. Hoy vino Juanes al
estudio y no lo podía creer. Bisbal se descompuso cuando me vio. Ahora estoy
esperando que llegue Chayanne y me vea. Le estoy pidiendo a la gente de Sony-BMG
que no le cuenten nada, que no le avisen. Lo quiero sorprender.

-¿Y por qué está en una etapa monacal?
-Por nada en particular. Estoy saliendo de un divorcio, entonces estoy más
espiritual, más adentro mío. Todo necesita su proceso y ahora estoy muy ocupada
mirándome, tratando de amarme con este nuevo cuerpo, con esta nueva vida. No es
fácil, pensá que yo nunca fui flaca, en ningún momento de mi vida. Siempre tenía
diez, quince kilos de sobrepeso, y últimamente muchos más…

-¿Y cómo era su postura durante todo ese tiempo?
-Yo siempre defendí a las gorditas, toda mi vida. Nosotras, porque me sigo
considerando gorda de alguna manera, tenemos derecho a tener todos los talles, a
que prime la personalidad antes que lo físico, y creo que yo en mi vida he
reflejado eso. Tuve una vida sexual, amorosa y una vida profesional plena. La
gordura no me impidió acercarme a ninguno de esos puntos focales de la vida.
Muchas se me han acercado a lo largo de la carrera contándome que se sentían mal
con el sobrepeso. Y yo les decía que si se sentían mal hicieran dieta. Les decía
que si se aceptan como son, está todo bien, porque lo que irradia la cara es lo
que se comunica a la gente. Si yo irradiara inseguridad con mi cuerpo me podrían
gritar de todo. Siempre me quise como era, pero ahora me cambió la visión de
todo. Ahora me puedo ver el ombligo, y antes no. La gente se sorprende al verme,
pero yo también.

-¿A quién admira usted, Daisy?
-A Brian May (el guitarrista de Queen), o a Ion Anderson, artistas de mi
generación… Para mí es un orgullo haber entrevistado a casi todos los latinos.
Siempre los quise tratar de la mejor forma. No me gustan las entrevistas
combativas, agresivas. Me parece una falta de respeto. Muchas veces me critican,
dicen que soy frívola. No soy frívola, soy respetuosa, que es distinto. Me
parece que si alguien tiene ganas de criticar a alguien lo hace desde su ego, y
eso no es la verdad. Yo prefiero guardar mis opiniones para cuando estoy entre
amigos.

-¿Y si tiene que entrevistar a alguien que decididamente no le gusta?
-Uy, lo he tenido que hacer tantas veces… Lo trato de la misma manera que a
alguien que quiero mucho.

-¿Alguna vez se enamoró de un entrevistado?
-No. Pero me han seducido todos. El que más me volvió loca fue Miguel Bosé.
Me puede. Cuando lo vi en Tacones lejanos salí del cine muy afectada. Y
cuando vino a la Argentina entré al estudio donde estaba, lo agarré de la
campera y le dije: "Miguel, no te das una idea de cómo me calentó la escena
que hiciste en la película con el caño
". Y me miró azorado. Fue tanta la
impresión que se llevó de mí que nunca más se olvidó. Es un divino: culto,
inteligente, refinado. Me parece el tipo más sensual de la tierra.

-¿Y alguno se le hizo el seductor?
-Algunas historias he tenido, pero no las voy a contar, porque soy una dama.
Y las damas no tenemos memoria…

May Queen, más sexy que nunca. Bajó 32 kilos en siete meses. Hoy le resta perder sólo tres más para llegar a su peso ideal. Una amiga, un médico, un psicólogo, gym y dieta estricta fueron la base del éxito.

May Queen, más sexy que nunca. Bajó 32 kilos en siete meses. Hoy le resta perder sólo tres más para llegar a su peso ideal. Una amiga, un médico, un psicólogo, gym y dieta estricta fueron la base del éxito.

Adora lucir su nueva figura, pero jura que todavía no se reconoce frente al espejo.

Adora lucir su nueva figura, pero jura que todavía no se reconoce frente al espejo.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig