Son cerca de la una de la tarde del viernes. Del cielo empiezan a caer las primeras gotas de lluvia. Quedan pocas horas para que Miley Cyrus haga el soundcheck de su show, que comenzará a las 21, en GEBA. Pero ella sabe romper las reglas. Sin avisarle a nadie, la cantante y una amiga deciden salir de compras al Patio Bullrich.
La recorrida incluye varios locales y una larga detención en Osklen, donde la diva pudo probarse una infinidad de prendas. Finalmente, compró jeans y camisas –varias negras y una color salmón–.
Antes de dar por terminada la salida, Miley acepta sacarse una foto con los empleados del local. Para ese entonces, los fans hacían cola en las afueras para poder tocar a su ídolo, ahora de carne y hueso.
Sin embargo, el encuentro no pudo ser. La cantante, rodeada por su equipo de seguridad, saludó afectuosamente a los smilers y volvió a subirse a la camioneta que la trasladara hasta su hotel. El show está por empezar…
Muy pronto en Revista Gente 
La diva se paseó por varios locales e hizo una larga detención en Osklen, donde pudo probarse una infinidad de prendas. Finalmente, compró jeans y camisas –varias negras y una color salmón–.
