«¿De qué me sirve la fama si no puedo ayudar a un chico?» – GENTE Online
 

"¿De qué me sirve la fama si no puedo ayudar a un chico?"

"¿De qué me sirve la fama si no puedo ayudar a un chico?". Lo dice Mariano
Martínez (actor, 24 años). Lo dice después de haber hecho explotar su
popularidad con su personaje de El Rey Sol Marquesi en 2002 y minutos antes de
donar a la Casa Garrahan los 40 mil pesos que recaudó con el recital que dio el
año pasado por Canal 13. Lo dice el mediodía del lunes cuando, al otro lado de
la puerta, 30 chicos (algunos con barbijos, otros en sillas de ruedas) lo
aguardan con una excitación imposible de disimular.

"Mariano, un autógrafo", le pide Juan Sebastián (5 años, salteño).

"Mariano, un beso, acá", le suplica Denis (10 años, de Formosa).

"Te presento a Erick, mi bebé de 4 meses. Somos de Santa Fe
", se presenta la
mujer que le entrega a su bebé sin consultarlo.

Martínez alza a Erick, palmea la cabeza de Denis y camina por el corredor que lo
llevará a una de las 30 habitaciones de la Casa Garrahan: la que él apadrinará
durante los próximos 3 años.

Entonces, los chicos parecen olvidar su enfermedad (algunos tienen cáncer, otros
esperan ser trasplantados, también están los que fueron víctimas de algún
accidente y los que requieren cirugías de diferente complejidad). Compiten por
mostrar sus juguetes, por contar alguna anécdota o chiste, por tocarlo, por
llamar su atención de cualquier manera. Pero fue Nelson (8 años, santafesino)
quien consiguió cumplir con el sueño de todos: "¿No te animás a un picadito?",
lo invitó con la pelota de fútbol ya en la mano. Martínez fue al arco
(improvisado con una campera y un pulóver) y el resto se turnó para patear.
Después de perder por goleada, Mariano se detuvo para hablar con GENTE.

-Les alegraste el día…
-Y no sabés lo feliz que me hace.

-Recordame cómo nació esta idea…
-Cuando el año pasado pegó tanto mi personaje de El Rey Sol Marquesi, me
empezaron a pedir que diera un recital. Yo soy actor, no cantante, y la verdad
es que si lo hacía tenía que tener algún sentido. Entonces, surgió esto: donar
lo recaudado a alguna fundación.

-¿Por qué elegiste la Casa Garrahan?
-Porque este hospital se portó muy bien conmigo cuando yo tenía 12 años. Tuve un
accidente automovilístico: yo estaba jugando en la esquina de Bosch y Levenshon,
en Avellaneda, cuando un colectivo de la línea 93 me pasó por arriba. Me quebró
una pierna y terminé acá. Esta es una forma de darle las gracias. Además, lo que
está haciendo la casa es muy bueno: aquí hospedan a chicos de entre 0 y 16 años
de edad, todos del interior del país, que deben recibir tratamiento ambulatorio.
Generalmente son chicos de bajos recursos que no tienen dónde alojarse y deben
permanecer en la Capital Federal con sus familias hasta recibir el alta. Acá,
como ves, les dan un cuarto, cocina, lavadero, tienen su sala de juegos… Los
contienen como merecen.

-¿Y es la primera vez que venís?
-No, el año pasado para el Día del Niño vine con Marcelo Rey, mi representante,
y repartimos por las diferentes salas del hospital muñecos de peluche. Siempre
que puedo me gusta ayudar, pero me gusta hacerlo de una forma más anónima.

-¿…?

-Es que ahora hubo muchos medios porque la Casa Garrahan los convocó, y no me
puedo negar a un pedido de ellos. También entendí que los argentinos somos muy
solidarios, pero muchas veces necesitamos del ejemplo. Empezamos a colaborar
cuando una persona pública lo hace; como pasó con la inundación de Santa Fe…

-¿Qué fue lo que más te emocionó hoy?
-La garra que le ponen los chicos para curarse, para salir adelante. Es una
actitud para imitar. Escucho a tanta gente grande quejarse por pavadas, que
venir acá es como aplicarte una inyección de esperanza. Cuando las cámaras se
alejaron me pude conectar muy bien con ellos y ellos conmigo. A partir de hoy
tengo el corazón más abierto, y siempre que pueda voy a colaborar.

-¿No te dieron ganas de ser papá?
-Yo quiero tener muchos hijos, pero… acá vine a estar un poco con estos chicos
que necesitan afecto, y yo quise brindarles el poco tiempo libre que tengo.

-¿Y vas a volver?
-Por supuesto. Uno de ellos ya me preguntó si volvía la próxima semana porque me
quería presentar a su papá. No le prometí nada porque estoy lleno de compromisos
y seguramente no pueda hacerlo. Pero les dije que me tendrán de vuelta para el
Día del Niño… Parece que voy a tener que practicar con el arco, ¿no?

Martínez, rodeado del cariño de los chicos de la Casa Garrahan.

Martínez, rodeado del cariño de los chicos de la Casa Garrahan. "Elegí ayudar a este hospital porque se portó muy bien conmigo cuando me internaron a los 12 años", contó el actor.

Martínez se animó a jugar a la pelota con los chicos, y perdió por goleada. Antes, había recorrido el salón de juegos y charlado con los pacientes y sus mamás. Hubo besos, mimos y autógrafos para todos.

Martínez se animó a jugar a la pelota con los chicos, y perdió por goleada. Antes, había recorrido el salón de juegos y charlado con los pacientes y sus mamás. Hubo besos, mimos y autógrafos para todos.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig