«De no haber sido bailaor, me hubiera gustado ser torero» – GENTE Online
 

"De no haber sido bailaor, me hubiera gustado ser torero"

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Aviso al lector: la charla es con subtítulos. Rafael Amargo, natural de Granada, España, ya lleva varios días en Buenos Aires, pero no los suficientes como para perder así como así su acento flamenco. El gran
bailaor llegó con la suficiente anticipación como para darse a conocer antes de presentar su espectáculo Enramblao (esta semana, 19 y 20 en el Gran Rex), y hasta ha asimilado giros porteños, como cuando dice "obvio", "tal cual" y "¿viste, che?". Pero el hombre, un tío muy majo (tipo macanudo), por cierto, es ante todo flamenco y así es como habla, joder.

-Empecemos por el show. ¿Qué es Enramblao?
-Es un homenaje a los personajes que deambulan por la rambla de Barcelona. En el año 2000 me fui detrás de un amor y terminé disfrutando toda esa fauna de la rambla: artistas callejeros, músicos, estatuas vivientes, un mundo abierto las 24 horas, y yo allí loco perdío, tío, buscando un amor que se había acabao.

Breve monólogo autobiográfico: "Soy del 75, un pendejo, como dicen ustedes. Evidentemente soy flamenco, pero no estoy encorsetado, no soy ortodoxo estrictamente hablando. Pa'empezar no vengo de una familia gitana. Nací en Valderubio, zona de Fuente Vaqueros, donde nació y se crió Federico García Lorca, provincia de Granada. De ahí mi acento tan lorqueano, y mi gran admiración por su obra. A los 16 me fui a vivir a Madrid y de ahí al mundo. A los 19 me voy a vivir a Tokio. Aquello fue una maravilla. Imahínate: los primeros delirios, primeros amores. Pues figúrate: para un tío que viene de España, estar ahí, en Japón… es como guauuuuuu, flipas (disfrutas) el doble, vamos. Fui por seis meses a bailar con La China -una bailaora argentina, por cierto-, me enamoré de una japonesa y me quedé un bien tiempo… Pasé por España, y de ahí a Nueva York. Me quedo cogiéndole el pulso a la ciudad, doy clases en un estudio de danza, tomo clases con Martha Graham y sobre todo vivo la ca
lle, tío: la ciudad, le gente, el buen rollo (la buena onda), tú sabes. A los 21 años me vuelvo pa'Madrid y decido montar mi propia compañía. Todo salió bien, por suerte, y así hasta el día de hoy, tío."

-Y desde entonces, en la elite del flamenco mundial, compitiendo con gente como Joaquín Cortés y Antonio Canales. ¿Rivalidad o amistad?
-Me llevo bien con todos. Conmigo están viendo otro flamenco, y eso es lo bueno. Que no tengo nada que ver ni con Joaquín ni con Antonio. Los respeto y los quiero mucho.

-Vuelvo a tu vida. ¿Estado civil?
-Estoy casado; en dos meses seré padre de un chaval que llevará por nombre León.

-Ahora, entonces, dejarán de hablar de tu sexualidad…
-Y si las habladurías se callan, tú no te preocupes que yo daré juego pa'que sigan hablando. El día que se callen será que estoy muerto.

-Veo que no lo considerás un tema tabú…
-Pero por favor, hombre, que Franco ha muerto.

-A eso iba. Digo, en ese sentido, ¿te gusta alimentar la ambigüedad, ¿no?
-Me gusta divertirme, me gusta pasármelo bien. Si alguien, de repente, quiere dudar de mi sexualidad, yo le doy juego pa'que lo tenga mucho más fácil. Forma parte del personaje Rafael Amargo, y me divierte.

-Esta será ya tu tercera presentación en Buenos Aires. ¿Sentís que entendemos el flamenco?
-Lo bueno que tiene el flamenco, al igual que el tango, es que son danzas universales. Las danzas autóctonas de otros países se quedan ahí, pero el flamenco tiene ese duende, tío, que llega a todo el mundo. Y di que es de los españoles, porque de ser de los norteamericanos, el mundo entero bailaría flamenco.

-A Duke Ellington solían pedirle que definiera el swing. ¿Cómo definirías eso que llaman duende?
-Mira, yo no entiendo de pintura y sé cuando un cuadro tiene duende. Es, simplemente, lo que te llega y te gusta. No es algo estereotipado. Para mí es lo que existe entre el silencio y la atención. Como sea… auditiva, óptica. Eso es el duende.

-¿Te sugiere algo en especial Buenos Aires?
-Me encanta este pueblo; tiene un amor increíble. Me da pena porque lo he conocido en épocas más florecientes, cuando eso del 'uno a uno' que le dicen ustedes. Ahora se ve claramente que hay ricos más ricos y pobres más pobres, y eso es una pena. Yo me siento un artista del pueblo y para el pueblo. Ya me gustaría poder volver a bailar en las calles, patrocinado por el Gobierno de la Ciudad.

-Leí por ahí que no hablabas muy bien del mundo de la danza…
-Obvio. Es que tengo más amigos en el mundo del cine y del rock que entre los bailarines. ¿Cómo decirte? Hay otra onda, che.

-De hecho leí que de no haber sido bailaor, te habría gustado ser actor, ¿no?
-Actor o torero.

-¿En serio? ¿Tenés cojones para enfrentar un miura?
-Obvio. Sí hasta llegué a torear. Pero cuando me tiró dos veces la vaquilla, le dije a mi padre: "Mira, lo de las botas me gusta más. Dámelas que me dedico al flamenco".

por César Litvak
fotos: Christian Beliera y AFP
producción: Sergio Barbaro
Agradecemos al Crónico Bar y al Grand Boulevar Hotel

El <i>bailaor</i> posó para <i>GENTE</i> en una callecita de Palermo Viejo. <i>, asegura.">

El bailaor posó para GENTE en una callecita de Palermo Viejo. "Ya me gustaría poder volver a bailar en las calles, patrocinado por el Gobierno de la Ciudad", asegura.

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"Es un homenaje a toda esa fauna que convive en la rambla de Barcelona: artistas callejeros, estatuas vivientes, un mundo abierto las 24 horas", dice de su nuevo espectáculo.

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