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De este amor secreto... nació este hijo secreto

Mónaco (Principauté de Monaco). Superficie: 1,8 kilómetros cuadrados.
Población estimada: 30.000 habitantes. Capital: Mónaco (2000 habitantes). Ciudad
principal: Montecarlo (10.000 habitantes). Gentilicio: monegasco. Idioma:
francés (oficial) y monegasco. Religión: catolicismo (mayoría). Moneda: franco
francés.
(Atlas Universal Océano)

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Es apenas un promontorio rocoso en la Costa Azul. Es un bellísimo y opulento
punto en el globo terráqueo: los autos y los yates más caros del mundo, timba
internacional sólo para millonarios, paraíso impositivo, arcas dignas de Midas
(20.000 millones de dólares de recaudación anual), paisaje escenográfico, una de
las casas reales más rancias de Europa y, por años, una pareja gobernante más
made in Hollywood que un hombre y una mujer de carne y hueso: el príncipe
Rainiero y la star Grace Kelly. El guión de la película apuntaba a comedia
familiar apta para todo público pero se desvió hacia escándalos y tragedias: el
vuelco fatal que mató a Grace, los extraños amoríos de Stephanie (guardaespaldas
y forzudos de circo), las desdichas de Carolina (boda con el cazafortunas
Philippe Junot, muerte en accidente de Stéfano Casiraghi, su segundo marido),
etcétera. Y hoy, ahora, el príncipe heredero, Alberto Luis Alejandro Pedro
Grimaldi (46), marqués de Baux, metido hasta el cuello en menudo lío. Veamos…

LA VISITA INESPERADA. Primero fue un breve cable: "El próximo
soberano de Mónaco tendría un hijo ilegítimo de 20 meses, fruto de su relación
con Nicole Coste, una azafata de Air France nacida en Togo, Africa, que conoció
en 1997
". Dato dudoso, pero suficiente comidilla para la prensa y -peor-
gatillo que disparó un segundo y fatal cartucho: según el diario norteamericano
Mail on Sunday, don Alberto habría dejado otra huella indeleble: una hija
de 13 años -Jazmin Grace- nacida de su amorío con Tamara Rotolo, ex camarera y
hoy abogada, que conoció en Mónaco durante un partido de tenis mientras ella
pasaba sus vacaciones. La rápida secuencia (noche, invitación a una fiesta,
partida de la dama a los Estados Unidos -allí vive-, embarazo) volvió con fuerza
de boomerang. Siete meses después del nacimiento, Tamara empezó un juicio contra
Alberto para que reconociera a su hija y le diera su célebre apellido, pero el
juez no ordenó la prueba de ADN, y el caso se diluyó…

EL SUPLICIO DE UNA MADRE. Las aguas volvían a estar tan calmas y
azules como las que mecen los yates de Montecarlo, pero el 4 de mayo se agitaron
impulsadas por un tsunami periodístico. Al mismo tiempo, las revistas Paris
Match, Bunte (alemana) y Chi (italiana) cañonearon a Europa y alrededores con
las revelaciones de Nicole Coste: "No quiero que mi hijo crezca en secreto
como la pobre Mazarine Pingeot, la hija ilegítima del presidente Francois
Mitterrand… En Togo, mi país, un niño debe tener raíces, y su principal raíz es
el padre… Un hijo es siempre una alegría, nunca una vergüenza… Alberto y yo nos
conocimos en un vuelo París-Niza en julio del 97. El me miraba mucho, mucho.
Cambiamos algunas palabras. Me dijo que se había quedado con hambre. Le di mi
bandeja, le pedí un autógrafo, y él me pidió el teléfono. Dos semanas más tarde
me invitó a Mónaco -nunca había estado allí- y me instaló en el departamento de
unos amigos. A la noche: cena, paseo por el parque del casino tomados de la
mano, y… lo que tenía que suceder, sucedió
".

Pero nada de historia fugaz: según Nicole, empezó a viajar a Mónaco una vez
por mes durante cinco años. "A veces, los encuentros eran discretos, pero
otras veces nos mostrábamos en público: torneos de tenis, festivales de música,
etcétera. Cuando él tenía obligaciones protocolares, yo lo esperaba en el
departamento. Por supuesto, me dio las llaves. Cuando no salíamos, yo cocinaba.
En realidad, a pesar de su vida mundana, le gustan las cosas simples, y es muy
espontáneo. Tanto, que nunca evitó tener gestos de ternura hacia mí, incluso
delante de otras mujeres…
"

SEGUN PASAN LOS AÑOS. Alberto siguió su vida. Prioridad uno: el
deporte. Es piloto, navegante, yudoka, tenista, nadador, esquiador, corredor de
autos, de lanchas y de trineos (fue representante de Mónaco en los Juegos
Olímpicos de Invierno en la especialidad bobsled), esgrimista, aladeltista y
jugador de fútbol: "Un tosco marcador de punta izquierdo, pero muy animoso",
dicen sus amigos. Prioridad dos (a pesar de la maledicencia que lo rodeó durante
mucho tiempo), las mujeres: desde el 79 hasta la fecha, la crónica registra a la
tenista Cathy Lee Crosby, a una nadadora y tenista made in USA llamada Sylvie, a
una cover girl americana (Jenny), a Marie France (17 años), y siguen las firmas:
Angie Everhart, Naomi Campbell, Karen Mulder, Tasha de Vasconcelos Mota e Cunha
(top model angloportuguesa y embajadora), Claudia Schiffer, Gwyneth Paltrow,
Alice Warlick… Pero la elegida parecía Nicole. Tanto, que hasta se la presentó
oficialmente a Rainiero, quien le bajó el pulgar. Según Nicole, "al padre
toda mujer le parecía poca cosa para Alberto, y éste lo obedecía. Me propuso que
siguiéramos juntos, pero sólo como amigos. Acepté, esperé y esperé, pero cada
vez me llamaba menos. Seguí yendo a Mónaco, pero nuestros encuentros eran cada
vez más cortos: a veces no pasaban de un día. En diciembre de 2002 nos
encontramos para celebrar mi cumpleaños número 31… ¡y quedé embarazada! Le
pregunté qué opinaba, y me dijo: 'Yo voy a ocuparme. Nunca les faltará nada. No
te prometo casamiento, pero poco a poco haré entrar a nuestro hijo en la
familia. Por ahora, que todo quede entre nosotros'
".

LO QUE EL VIENTO SE LLEVO. Pero en realidad, ese "que todo quede
entre nosotros
" fue el primer capítulo de un largo silencio. Alberto dejó de
verla, cada vez la llamó menos, y se enfrentó al verdadero nudo del problema: un
hijo, varón e ilegítimo, podría hacerle naufragar su derecho al trono -en ese
caso, según la Constitución, Carolina lo asumiría automáticamente-, y a su
mayoría de edad, el chico podría exigir su derechos. Otro escándalo en un
palacio y una corona que ya padecieron demasiados… Entretanto, la vida de Nicole
también se ensombreció. Sin pareja, viviendo en un pequeño departamento con sus
dos hijos (el otro, de una pareja fugaz), sin dinero, y con un embarazo que le
impedía volver a ocupar su puesto de azafata. Desesperada, golpeó la puerta de
un abogado. Peor. Alberto, al enterarse, se alejó aun más.

UN NUEVO AMANECER. El bebé nació el 24 de agosto de 2003 y fue
bautizado con el nombre de Alexandre. Al salir de la maternidad, Nicole pasó por
la prueba de ADN en un instituto legal suizo. A partir de ese momento, Alberto
empezó a acercarse más, y a pesar del silencio de hierro de la Casa Real,
circuló la noticia de que en diciembre de ese mismo año firmó ante un notario el
reconocimiento de su hijo, con la salvedad de que fuera anotado en el registro
civil después de la muerte de Rainiero. Es más: empezó a visitar a Nicole y a
Alexandre, les fijó una suma importante como pensión, y los alojó en su
departamento de París hasta que terminen las obras de restauración de una casa
de Villefranche, cerca de Mónaco, propiedad de una inmobiliaria cuyas acciones
Alberto puso a nombre de Alexandre, "para que el chico crezca cerca de su
padre
", les habría confiado a sus más íntimos amigos. Esa casita,
obviamente, es insignificante frente a la fortuna de los Grimaldi, estimada en
unos 2.500 millones de dólares, de los cuales la mayor parte corresponde a
inmuebles. Entre otros, el palacio real de 235 habitaciones, un castillo muy
cerca de París, a lo que se suman una colección de 180 autos y otra de
estampillas, considerada la mejor del mundo. Además, jet privado, yacht y un
porcentaje fijo de los ingresos del Casino de Montecarlo.

OTRA VUELTA DE TUERCA. ¿Happy End? No. No todavía. No según Nicole,
que acusa: "No volví a ver a Alberto desde febrero. El notario se niega a
darme la copia de la inscripción de Alexandre en el registro civil, de modo que
no me consta que haya sido anotado. Cada vez que reclamo, este señor se pone
nervioso. Creo que está perdiendo la paciencia…, y yo también. Por ahora
renuncié al juicio, pero ya no puedo callar, y por eso hablé con la prensa. A
esta altura, ya no es una cuestión de dinero, de poder, de casamiento. Lo único
que quiero es que mi hijo crezca con un padre como cualquier chico normal, y que
se acaben las mentiras. Basta de esconderme, de pasar ante el mundo como la
amante de Alberto
-¡una más!-, de vivir ilegalmente y casi sin identidad.
Porque todo eso, más tarde o más temprano, recaerá sobre el equilibrio psíquico
de mi hijo. Algo que no toleraré a ningún precio
".

La rosada comedia para todo público, la que derivó hacia escándalos y
tragedias, hoy saca patente de culebrón.

por Alfredo Serra
informes desde París: Danielle Raymond
fotos: Queen, Southern Press y Archivo Atlántida

A los mimos en el departamento parisino de Alberto. Ahí, el príncipe aloja a Nicole y a su hijo Alexandre y les envía una pensión, hasta que se complete una casa en Villefranche, a pasitos de Mónaco.

A los mimos en el departamento parisino de Alberto. Ahí, el príncipe aloja a Nicole y a su hijo Alexandre y les envía una pensión, hasta que se complete una casa en Villefranche, a pasitos de Mónaco.

Alberto y su hijo, Alexandre, hoy de un año y ocho meses. Para el hoy regente del principado más rico del planeta, es su ilegítimo debut en la paternidad. Y un gran riesgo: Alberto podría perder el trono, y Alexandre podría reclamar sus derechos reales.

Alberto y su hijo, Alexandre, hoy de un año y ocho meses. Para el hoy regente del principado más rico del planeta, es su ilegítimo debut en la paternidad. Y un gran riesgo: Alberto podría perder el trono, y Alexandre podría reclamar sus derechos reales.

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