Ayer los cumplió. Mañana los festeja. Es jueves 19 y Luisana Lopilato llega
con sus flamantes 18 (esos que la convirtieron en "mayor de edad") y
todas las ganas de confesarse frente al grabador. Y cuando lo haga dirá, entre
otras cosas, que todavía no perdió la inocencia... Una frase que se encargará de
reforzar en la mayoría de sus confidencias y en casi todas sus actitudes. Pero
vayamos por partes…
Que ayer los cumplió, contábamos. Y lo festejó en un restó de Palermo
Hollywood en familia. Y la palabra incluyó a Mariano Martínez, su novio desde
enero, que no tuvo empacho alguno en compartir la cena entre cuñados y suegros.
Que mañana los festeja, afirmamos. El evento será al mejor estilo "fiesta
de 15": promete barra libre de cerveza, show de mariachis (con papá Eduardo
en la voz y disfrazado desde el sombrero hasta los pies), baile con novio en el
centro de la pista y unos 60 invitados, entre famosos y desconocidos.
Que hoy (jueves) llega, ahí quedamos. Y podemos agregar, por qué no, que no
vino sola. Se trajo a Anita Tomaselli, suerte de manager de prensa que la sigue
y persigue desde sus tiempos en Chiquititas. También a papá Eduardo ("El
Mariachi"). Y a su peinador de siempre. Además, a su maquillador y al
asistente de éste, un dúo infaltable al momento de las fotos. Todos ellos,
presentes en la producción. Manager y padre también en la nota, que empezó así:
-Ahora podés comprar alcohol, cigarrillos, entrar al casino, votar, ver
películas pornográficas, salir con hombres más grandes que vos y…
-(Luisana interrumpe, escandalizada) No, no. Para lo único que deseaba
cumplir los 18 era para entrar al casino. Bueno, y para votar. El registro lo
saqué a los 17. Y todo el resto, ni me interesa.
-¿El juego sí?
-Me encanta. Adoro el black jack… (Tomaselli: "Tiene un c… la nena").
Sí, tengo mucha suerte. Jugué en México y en Uruguay, cuando salíamos de gira
con Erreway. (Tomaselli: "Odia perder…"). No me gusta perder,
cierto. (Papá Eduardo: "También querías cumplir los 18 para estudiar teatro…").
Siempre quise anotarme en la escuela de Julio Chávez y él no me dejaba inscribir
porque decía que todavía era muy chica. Ahora me aceptó en primer año. (Papá
Eduardo: "También va a canto")… Estoy estudiando con Marta Velázquez.
Además, entreno, hago mucho deporte.
-¿Para cuidarte y mantenerte, o por obsesiva?
-Por todo. En casa hay toda una cultura del cuerpo: abrís la heladera y
encontrás todo light. Mamá (Beatriz) se cuida porque está medio gordita y
mi hermana Daniela lo hace porque es personal trainer y nutricionista.
Reconozco que sí, soy bastante obsesiva con mi cuerpo: además de entrenar junto
a una personal, sigo una dieta estricta. (Papá Eduardo: "Tuve que pararla
porque llegó a no querer comer carne"). Sí, fue cuando se me dio por los
alimentos orgánicos. Estaba insoportable. No lo hice por un tema de peso,
siempre estoy en los 45 kilos, sino porque quería consumir energías para rendir
a full en todo. Pero hoy te reconozco que las carnes rojas son irremplazables.
-Volviendo a la edad: ya podés salir con Martínez sin que se opongan mamá
y papá…
-¿Por qué se iban a oponer?
-Quizás, por la diferencia de edad: hasta antes de ayer, vos eras menor y
él te lleva nueve años.
-¡Vos no sabés lo que es salir con alguien mayor! Mis amigas salen con
hombres mayores, pero ¡son tipos que tienen 40 o más! (Tomaselli: "A ella la
llamaron para ser la pareja de Gustavo Bermúdez en El patrón de la vereda
y se negó por la diferencia de edad").
-¿Pero sos consciente de que muchos hombres de la edad de tu papá se
ratonean con vos…?
-Sí, claro. (Papá Eduardo, esta vez, se queda mudo)… Tenía un admirador que
me llevaba flores todas las funciones… (Tomaselli: "¡Hasta cadena de oro y
anillos de brillantes le mandaba!") Era un hombre mayor. Y cuando te digo
mayor, es porque tenía más años que mi abuelo. Nada. Es gente enferma. (Papá
Eduardo ríe con ganas).
-Y a vos, ¿alguna vez te rechazaron?
-Es que nunca encaré a nadie. Soy muy tímida. La gente tiene esa imagen mía
de las fotos, porque poso como si fuera una come-hombres. O la de "nena perra"
que doy en la tele cuando hago de Paola en Casados con hijos. Pero nada
que ver… Todavía no perdí la inocencia. Soy mucho más naïf de lo que la
gente piensa. Jamás encaré ni encararía a un pibe, porque antes me moriría de la
vergüenza.
-¿Cómo empezó todo con Mariano, entonces?
-No, no me preguntes eso… (Tomaselli: "Ella tomó una decisión muy
importante en su carrera: no hablar de su vida privada")…
-Eduardo, ya que lo tenemos acá: ¿cuántos novios le presentó la nena?
-(Mira a Luisana como pidiéndole permiso) -Tres… ¿Con Mariano fueron tres,
no?
-¿Fueron tres, Luisana?
-No me interesa que anden llevando la lista de mis novios. Con Mariano hoy
estoy, pero yo no sé qué puede pasar dentro de un mes. Por eso, prefiero
quedarme calladita.
-¿Con estos 18 años se viene la independencia?
-Para nada. Estoy muy bien en la casa de mis viejos. Me encanta que estén
pendientes de mí y encontrarlos esperándome despiertos cuando vuelvo de noche.
(Papá Eduardo: "Y todavía tiene horario de llegada: antes de que salga el
sol, tiene que estar de vuelta")… Cumplí 18, pero todavía vuelvo a dormir a
la casa de mamá y papá. Nunca, a no ser por trabajo, dormí en una cama que no
fuera la mía.
-¿No me vengas con que también te acompañan al ginecólogo?
-Desde ya. Al ginecólogo me acompaña mi mamá. Y si ella no puede, voy con mi
hermana.
-¿Nunca te dieron ganas de patear el tablero?
-No. Es que yo no soy una chica rebelde. En casa me dan todas las libertades
que necesito. (Papá Eduardo: "Ella es muy responsable, siempre hizo lo que
quiso. Sabe que sólo debe avisar dónde está y cuándo llega"). Sé cuidarme
sola, pero también me gusta que me cuiden. Yo no tengo secretos con mi familia,
no me interesa tenerlos: son y serán las personas que mejor me aconsejan. Por
mí, estaría con ellos las 24 horas del día.
-¿No te molesta soportar a tu hermano en el trabajo y en tu casa? ¿O que
tu papá esté presente hasta en las notas?
-No, al contrario: no tengo nada que ocultarles a mis padres. Y con Darío
(su hermano de 22, que hace de Coqui en Casados con hijos), nos llevamos bien. (Tomaselli:
"Pero cuando te pega en las grabaciones te pega en serio…"). Sí, es
verdad: muchas veces peleamos como verdaderos hermanos. Pero estoy contenta por
él, está laburando muy bien.
-¿Te prenderías en una de las escenas eróticamente lanzadas que está
mostrando la tele de hoy?
-No. Jamás haría un desnudo completo. Cada uno puede hacer lo que quiera,
pero a mí no me interesa esa clase de trabajo. (Papá Eduardo: "Ella tiene
otro estilo…").
-¿Aceptarías trabajar con tu novio? ¿O en ese caso tratarías de evitarlo
para preservar la relación ?
-¿Con Mariano? Nunca me lo ofrecieron. Pero yo ya trabajé con un novio (se
refiere a Colombo) y comprobé que trabajar juntos no afecta en nada a la pareja.
Si nos hacen una buena propuesta a los dos, yo no tendría problemas.
-¿Sos de las mujeres que creen en la fidelidad y el amor eterno?
-Sí, totalmente. Me gustaría casarme y tener muchos hijos. No creo en el
divorcio, si me caso será para toda la vida. Ojalá forme una familia como la de
mis viejos. (Papá Eduardo, orgulloso: "Nos salió re Susanita..."). Igual,
no pienso en eso todavía: aunque trabajo desde los cinco años, siempre intento
no quemar etapas.
-¿Qué clase de hombre buscás?
-Uno que me trate bien, que sea bueno conmigo…
-¿Cómo el que tenés?
-Como el que hasta ahora tengo…
(Tomaselli y papá Eduardo: "Podés cerrar con eso").
Y cerró.
por Mariana Montini y Pablo Procopio. Informe: Juan Morris.
foto de producción: Santiago Turienzo.
fotos: Maximiliano Vernazza y Walter Papasodaro y álbum personal de Luisana
Lopilato.
producción: Estefanía Allende. Asistente: Lucía Ballestrin.
maquilló: Mauricio Catarain con productos Guerlain París. Asistente
Eugenia Pucheu. Peinó: Hernán Abruzzesi para Club Creativo.
agradecimientos: 47 Street, Natacha, Dios lo cría, Silvana y Class Life.
Con 18 cumplidos y 90-57-88 de curvas, infarta en la vida y en la televisión. Está de novia con el más lindo (Mariano Martínez), pero confía que piensa seguir viviendo en lo de sus padres, porque no le gusta quemar etapas.
inolvidable".">
A las cinco y media se terminó la música. Quedaron los obsequios y el recuerdo de una fiesta que la propia Lu calificó de "inolvidable".
