Ahí está Pa
mpita (27), sin tregua, otra vez envuelta en un rumor que le adjudica un romance. Otra vez con otro galán chileno... Ahora el candidato es Benjamín Vicuña (26), el actor que participa en la telenovela Pecadores de TVN Televisión Nacional) y graba la miniserie Los simuladores en Santiago. ¿Raro, no? Si parece que fue ayer lo de su encuentro con el ya célebre Manguera Gonzalo
Valenzuela en el bar Liguria de la capital chilena… ¿Cómo no recordarlo? Si provocó la crisis más severa en su matrimonio con Martín Barrantes (34) que ambos, de mutuo acuerdo, dieron por terminado hace unos días.
Pero al parecer no sólo de Manguera estaba celoso Barrantes: también le despertaba ira que Carolina mencionara permanentemente a Benjamín en sus conversaciones. Y su bronca creció aún más cuando, el 1º de julio pasado, el actor viajó a Buenos Aires para que ella lo entrevistara para un programa que saldrá al aire en la Argentina en enero de 2006.
Martín se enteró de que el viaje de Vicuña se realizó en el más absoluto secreto, y no disimuló su molestia.
¿Acaso tenía que soportar nuevos rumores? La modelo argumentó razones profesionales, cumplió con su trabajo, y después viajó a Salta para reportear al artista, donde además disfrutaron de un desfile de modas, un rico asado y extensas charlas que llamaron la atención de los asistentes y colaboradores que los acompañaron. Ya de regreso en Buenos Aires, Pampita también lo acompañó a ver el show del grupo teatral De la Guarda. Hasta ahí parecía creíble lo de la "buena onda" y "la amistad".
Pero, claro, no fue todo. El último sábado, a una semana de reconocer públicamente su separación, la modelo y el chileno desembarcaron juntos de un avión de Lan Chile -procedentes de Santiago- en el aeropuerto Maquehue de la ciudad de Temuco -673 kilómetros al sur de la capital chilena-. El Benja
-como lo llaman del otro lado de la cordillera- vestía saco negro, lentes de sol y un cap colorado.
Carolina lucía jeans ajustados, botas, suéter oscuro, saco negro y enormes anteojos. Todo transcurría con normalidad hasta que Vicuña vio el primer flash que disparó un paparazzo que los esperaba con ansiedad. Se puso de muy mal humor, molesto y tan inquieto que empezó a realizar rápidas y continuas llamadas desde su teléfono celular. Pampita, que advirtió lo que pasaba, sólo atinó a agachar la cabeza y a mirar de reojo la escena, mientras observaba sus maletas y esperaba alguna seña cómplice para saber qué hacer. Entonces él se le acercó, le susurró algo al oído, caminó unos pasos y encaró a los periodistas: "No quiero una foto más ni que me sigan, ¿okey?". Mientras tanto, Carolina salía al trotecito con una valija a cuestas, ayudada por el mismo maletero que instantes antes había acompañado a Vicuña hasta la camioneta que los trasladaría con destino incierto. Fue cómico, porque se sentaron por separado pese a que eran los únicos ocupantes del vehículo que lucía el exclusivo logo del hotel
Villarrica Park Lake, ubicado en la coqueta zona lacustre.
Allí empezaron a circular todo tipo de especulaciones. De inmediato salió al cruce de las versiones un tal Jorge Hernández -el representante de Vicuña en Santiago, según dijo- "para aclarar malos entendidos".
Y dijo que el viaje era de trabajo y para que Pampita grabara una charla para su futuro ciclo de tevé en las ciudades de Puerto Saavedra y Carahue. Los periodistas chilenos aseguran que no es verdad, "porque la combi enfiló para otro lado, rumbo al sur". Y además, bromeaban con que Pampita ya había entrevistado a Vicuña en la Argentina: "¿A quién le van a hacer creer ahora que va a volver a viajar para grabar también acá? ¿No es demasiada producción? Ni que el Benja fuera Brad Pitt. ¡Vamos! Estos están pololeando, no hay duda".
Sábado, 12.30 horas. Benjamín Vicuña y Carolina Ardohain salen por separado del aeropuerto chileno de
Temuco para evitar a la prensa. Subieron a la misma camioneta. Aunque eran los únicos pasajeros, cada uno se sentó por su lado (¿?).
Una prueba de que llegaron juntos en un avión de Lan Chile es que en las fotos se ve que el mismo maletero los ayudó a ambos a trasladar las valijas al vehículo que los llevó al hotel.
