Es noche de viernes, la del viernes 28 de marzo. Y en París. Shakira pisa el
escenario del estadio Omnisports de Paris-Bercy -vestida por el diseñador Jean
Paul Gaultier- y los 16 mil franceses que llenan las plateas quedan a oscuras.
El show, que será el único de la cantante colombiana en este país en la segunda
parte de su tour europeo, arranca entonces.
De los once millones de copias que Laundry Service lleva vendidas en el mundo,
300 mil las compraron los franceses, que hicieron del tema Whenever, wherever
(Cuando sea, donde sea) el hit que se repite, incansable, en todas las radios
parisinas. Con un público teen, mayoritariamente mujeres, Shakira dio el
concierto como parte de su gira europea, que la llevará en los próximos días a
Inglaterra, Alemania, Holanda, España, Italia y Portugal, entre otros países.
"Cuando el poder del amor suplante al amor por el poder, entonces el mundo
estará en paz", dijo Shakira en Francia, parafraseando a Jimmy Hendrix y dando
apertura a los quince minutos políticos del show, donde muestra en una pantalla
gigante las caricaturas de George Bush y Saddam Hussein mientras sus músicos se
ponen máscaras de Tony Blair, Vladimir Putin y otros líderes del planeta. Todo
en Paris-Bercy, donde en pocas semanas estarán sobre el escenario músicos de la
talla de los Rollings Stone y Peter Gabriel. Un show que, con muy pequeñas
diferencias, verán los argentinos el 3 de mayo, cuando la Shakira-manía y su
Tour de la Mangosta estallen en el estadio de River.
Cada uno sale por su lado del Plaza Athenée Hotel, en el corazón de París, donde pasaron los días (y las noches) que estuvieron en la capital francesa. Ella dio un concierto para 16 mil personas. El trata de resistir la tentación de volver a la política.
El 3 de mayo ambos estarán en Buenos Aires para el gran show que Shakira dará en River.
