“¡¿Celoso, yo?! Con Migue siempre estuvo todo bien” – GENTE Online
 

“¡¿Celoso, yo?! Con Migue siempre estuvo todo bien”

El cruce entre el mundo fashion y el planeta rock no es nuevo. Hace mucho tiempo ya que ambas coordenadas dejaron de circular paralelas para encontrase en más de un punto. Por no retroceder demasiado, piensen por ejemplo en el casamiento entre la top model Iman con David Bowie; en plan más de cabotaje, recordar la unión entre Déborah de Corral con Gustavo Cerati. O más recientemente, la semana pasada en realidad, en la dupla García&García tocando juntos en la apertura del palermitano local de la marca de ropa Key Biscayne. Y todo lo que eso significa, amigos, como es sabido, después de un verano tan familiarmente tormentoso (siempre que sea cierto lo que hemos visto, escuchado y leído en los medios acerca de la relación padre-hijo).

Martes 14, entonces, barrio de Palermo (Armenia 1735 para ser exactos), pasadas las 20 horas, y por ahí está –antes que nadie, claro–, Nicolás Cuño, el dueño del local, dueño de Key Biscayne (junto a su socio, Martín Lies), cumpliendo su papel de anfitrión. Por ejemplo, supervisando hasta el más mínimo detalle, poco antes de que lleguen Claudia y Dalma Maradona, Adrián Suar, Guillermo Francella y su mujer, Marinés, Carolina Peleritti, Sergio Goycochea y su esposa, Ana Laura, y siguen llegando…

O sea, lo que se dice todo muy pero muy familiar, e impecablemente organizado por Plan V, la empresa de eventos creada por Claudia Villafañe. Y en ese clima, cuando todavía se susurraba esas dos preguntas (“¿vendrán?, ¿no vendrán?”), de pronto cayeron ellos: Charly García (54) y Migue García (28), la dupla de padre e hijo más buscada del verano. Se sabe, el vástago debutó hace unos meses con disco propio, Quieto o disparo, y dicen que papá Charly se puso celoso, tanto que hasta habría llegado a impedir su participación en el Gesell Rock, además de llamar a varios radios para que no promocionaran el disco en cuestión.

Pues bien, por lo visto la otra noche, si hubo diferencias entre ellos ya las superaron. Para empezar, llegaron juntos y compinches, como un padre con su hijo. Eligieron dos sillones, pidieron tragos, y le contaron sus respectivos proyectos a Carolina Peleritti. Y por si faltaban pruebas de que la paz reina en la familia, Migue se sentó al teclado, mientras Charly se enroscaba alrededor de una guitarra dispuesto a acompañarlo. Empezaron en inglés con Bartender blues, de James Taylor (de quien Migue es fan incondicional) y remataron con una muy íntima versión de un tema de papá, El karma de vivir al sur. Así que allí estaban, más padre e hijo que nunca, pura buena onda y rockeando como si estuvieran en el living de casa, refutando títulos catástrofes.

Migue es hijo de la relación que, en los 70, mantuvieron Charly y la cantante de rock María Rosa Yorio. Y en esta reconciliación, mucho tuvo que ver Nicolás Cuño, el dueño del lugar. “Mi relación con Charly no es de amistad, sino de profundo respeto y admiración”, cuenta el comienzo de todo. “Nos conocimos hace un par de años, cuando le propuse a Charly ser la imagen de Key Biscayne”. Hace unos días, después de todo lo que se había dicho (el Gesell Rock, las llamadas a las radios, bla bla bla), Cuño fue más lejos. “Lo llamé a Charly, le dije que no me gustaba nada todo lo que se estaba diciendo sobre ellos, y lo invité a tocar junto a Migue en la inauguración del local. Hablamos apenas veinte minutos, y ni lo dudó. Pero ojo, no me siento artífice de nada. Sólo que para mí, para cualquiera, lo más fuerte que hay es el amor por tus padres, más allá de que a veces puedan surgir diferencias, ¿entendés? De hecho, lo que más me alegra todavía fue que después de tocar, se me acerca Migue y, ¿sabés lo que me dice?”

–No, ¿qué?
–Me dijo: “Te agradezco por haberme acercado a mi papá”. Y eso es impagable –cuenta Cuño, feliz orgulloso.

¿Qué decía Charly a todo esto? Súper cómodo con la situación, al punto de que había llegado por poco tiempo, dispuesto a seguir viaje rumbo al estudio de Palito Ortega donde está finalizando su último disco, no se quería ir. Y ahí donde le preguntaban por la supuesta pelea con su hijo, y si estaba celoso, aclaraba: “¡¿Celoso, yo?! Con Migue siempre estuvo todo bien. Lo quiero como a un hijo, jeeeee”, decía el papá vecino, ya que ambos siguen viviendo en el mismo edificio, pero con un piso de diferencia. Incluso, Charly dejó bien clara su opinión musical, a propósito del flamante disco del Jr. “Me encanta. Bah, en realidad tiene un solo defecto…”

–¿Cuál?
–Ya se lo dije: afina demasiado, jeeeeee.

Unas semanas antes, justo en medio de la tormenta de rumores, el propio Migue le explicaba a GENTE la relación con Charly:

–Mi viejo es muy celoso, pretende ser mi único ídolo. Cuando vino James Taylor a la Argentina no me dejó ir. Estaba celoso porque sabía que lo admiraba tanto como a él.

Hoy como ayer, juntos. El martes pasado, Migue al piano y Charly a la guitarra, en su mini concierto para la inauguración del nuevo local de Key Biscayne.

Hoy como ayer, juntos. El martes pasado, Migue al piano y Charly a la guitarra, en su mini concierto para la inauguración del nuevo local de Key Biscayne.

Hace unos años, retratados para el libro Charly, de Rocca-Cherniavsky.

Hace unos años, retratados para el libro Charly, de Rocca-Cherniavsky.

“<i>Quieto o disparo me encanta. Bah, en realidad tiene un solo defecto, y ya se lo dije</i>: ‘Hijo, afinás demasiado’, <i>jeeeee</i>” (Charly, sobre el disco debut de Migue García)

Quieto o disparo me encanta. Bah, en realidad tiene un solo defecto, y ya se lo dije: ‘Hijo, afinás demasiado’, jeeeee” (Charly, sobre el disco debut de Migue García)

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