Catherine Fulop – GENTE Online
 

Catherine Fulop

Por qué razón una mujer alta, de figura envidiable, con uno de los
cuerpos más sexies de la Argentina, seductora e irresistible se preocuparía
por hacerse una lipoaspiración? Alguien, no sin malicia, podría
responder: porque padece una obsesión. Otro, no sin ingenuidad, diría:
porque le gusta operarse. Ella, sincera, descarnadamente sincera y con su humor
arrollador, dice: “porque me veía la cola grande y tenía celulitis”.
Oscar Wilde, catador y exégeta de ese misterio insondable que es la sensibilidad
femenina, lo dijo convencido: “Una mujer capaz de decir su edad, es capaz
de decirlo todo”
. El siglo victoriano inglés se hubiera horrorizado
ante la posibilidad de injertarse tejidos en el busto, aspirarse los pocitos que
la piel forma sobre su superficie, corregir el trazo de un tabique o estirar la
blandura de un cogote. Pero en el resbaloso comienzo del siglo XXI, Catherine
Fulop no sólo dice su edad, también habla de su cuerpo, de lo que
no le gusta de su cuerpo, y de lo que, a los 38, está dispuesta a hacer
para corregirlo.

“El gran problema que Cathy siempre tuvo (y confesó hasta en
las entrevistas) fue su celulitis, y ella se estaba preocupando por su cola
y sus piernas”
, dijo una amiga y agregó: “Por eso decidió,
hace quince días, volver a realizarse un tratamiento anticelulítico
con Carlos Pisanú”
. El tratamiento se dividió en tres etapas,
cada una con su nombre lo suficientemente intimidante como para no abandonarlo
a medio completar. Lo primero fue el Corpo 02, para acelerar el proceso normal
de grasas localizadas. Después, Cathy recibió Mesoterapia, para
reducir y mejorar la piel de naranja y la microcirculación. Finalmente,
con la Endermologie desescamó la primera capa córnea de la piel,
para cambiar su aspecto. “Ahora estoy con mucho trabajo, sigo con Rebelde
Way y en Fox Sports enseñando gym. Yo soy una mujer que no quiere descuidar
nada, quiero que mi marido me siga viendo sexy. Hice ejercicios a morir y comía
sano, pero todo eso no era suficiente, me miraba en el espejo y me seguía
viendo con la cola enorme, con celulitis…, por eso hago de todo para modelar
mi cuerpo”
, dijo Fulop lejos de cualquier pose de diva. “A mí
me pasa lo mismo que a todas las mujeres, ¿por qué voy a ser distinta?
Por eso, el año pasado le pedí a Ova de regalo, para el Día
de la Madre, un tratamiento anticelulítico a full. Estaba tan contenta
que se lo conté a todo el mundo. Hubo algunas amigas que me dijeron ‘¿Cómo
vas a confesar que tenés celulitis?’. Y yo les contesté: ‘¿Y
cómo voy a decir que no la tengo si todas sufrimos de lo mismo?’ No
soy una mujer perfecta, detesto esa pose”
, asegura.

Ejercicios junto a su personal trainer de trabajo aeróbico. Tonificación
frente a su otro personal trainer, el de musculación. Cuarenta y cinco
minutos de spinning (bicicleta) tres días por semana. “Después
vienen los masajes, las cremas reafirmantes, reductoras y humectantes”, agrega
Cathy. ¿Y después del después? Entonces sí “la
lipo es la posibilidad de modelar el cuerpo cuando ya intentaste todo, ¿no
creés?”, concluye segura y feliz con su nuevo cuerpo que –como
el de hace 15 días, sin cirugía– tiene las curvas más
peligrosas del país.

por Pablo Procopio
fotos Santiago TurienzoHace gym, toma clases aeróbicas, de musculación, de spinning, come sano, cuida a sus dos hijas, mima a su marido y siempre intenta estar sexy.

Hace gym, toma clases aeróbicas, de musculación, de spinning, come sano, cuida a sus dos hijas, mima a su marido y siempre intenta estar sexy.

"Hice ejercicios a morir y comía sano, pero todo eso no era suficiente para verme sexy como quería"

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