Para los especialistas en seguridad, este es el corazón de la delincuencia:
un pedazo de tierra que las oficinas de catastro municipales denominaron
Ingeniero Budge, Villa Fiorito y Villa Centenario. Allí, dicen, encuentran
refugio homicidas, ladrones, cortadores de autos y piratas del asfalto. Allí
tienen sus aguantaderos; en la oscuridad, en el barro. Camuflados en un barrio
de casas humildes, donde la mayoría es gente de trabajo o que supo tener
trabajo. Todos ellos están en el centro del miedo.
Los números impactan: entre el 1º de abril y el 15 de julio de este año se
produjeron en el departamento policial al que pertenece este triángulo
-denominado Zona Sur o Lomas de Zamora- 159 homicidios, 30 violaciones y 8.504
ilícitos, entre robos, asaltos, hurtos y sustracción de automotores. De ellos,
48 muertes, 4 violaciones y 486 delitos contra la propiedad tuvieron lugar en el
área mencionada. Casi una víctima fatal cada 48 horas.
En esa geografía, marco de una subcultura marginal, las patrullas se movilizan
al menos de a dos cuando operan en la zona. Se dice sin titubeos que es "tierra
de nadie", y al paso de los móviles con las balizas prendidas algunos habitantes
se asoman a curiosear. Otros se esconden. Las miradas cortan el aire. No es
difícil imaginar que, de noche, ni siquiera la policía se anima a circular. "Es
común que lluevan cascotes y balas sobre nuestros autos", comenta el comisario
inspector Alberto Antonio, jefe de patrullas y operaciones. Todos los
uniformados llevan chalecos antibala, y cada vez que bajan de los patrulleros,
empuñan sus armas.
Los barrios son tenebrosos y "picantes", léase abiertos a la pelea en el
vocabulario policial. Las remiserías ofrecen servicios de autos que no superan
el menor control. Los menores salen armados, dispuestos a matar o morir. La
prostitución es parte de la vida. Los crímenes, que suelen aumentar los fines de
semana, responden a ajustes de cuentas por el manejo de la calle o de la venta
de drogas. El homicidio en ocasión de robo de automotores también es importante.
Ocurre que los viernes, sábados y domingos, todos quieren tener "billete" para
darse los gustos y no queda otra -como dicen en la jerga delictiva- que "forzar enfierrado".
El jefe policial nos comenta que estamos "lanchando" la zona, patrullándola. "De
este modo marcamos presencia y descubrimos puntas de ilícitos. A veces mirás y
hay un auto que está fuera de contexto. Seguís el caso y te encontrás con que es
robado o propiedad de alguien que tiene que ver con el narcotráfico".
Dos hombres son reducidos en una vivienda de Remedios de Escalada. Uno quiso escapar y al fin fue apresado. Allí, la policía encontró armas, dinero y una importante cantidad de droga.
Mediodía en Camino Negro y Martín Rodríguez. Una Ford F100 burla un control policial, lo persiguen y logran interceptarlo en Camino Negro y Marsella, Villa Centenario.
