«Aunque sé que mi apellido pesa, a mí nadie me regaló nada» – GENTE Online
 

"Aunque sé que mi apellido pesa, a mí nadie me regaló nada"

¿"Puedo comer un sándwich mientras hacemos las fotos?", pregunta Esmeralda Mitre
(22). Fresca, sensual, espontánea, histriónica. Habla y hace muecas desafiantes.
Su bitácora de vida cuenta que proviene de una tradicional familia criolla: es
hija de Bartolomé Mitre -empresario periodístico y descendiente del ex
presidente- y Blanca Isabel Alvarez de Toledo. Su vocación artística quedó
evidenciada cuando apenas era una chica: "Lo siento como un legado familiar.
Mamá me llevaba al Colón a ver ballet desde los cinco años… En las reuniones
familiares siempre era yo el centro de atención. Era la menor y podía darme el
lujo de que me miraran por horas
", cuenta. Se autodefine como una mujer
"explosiva, sensible, inteligente y con un poco de mal genio, aunque mejorándolo
con la terapia", según sus propias palabras.

Estudia teatro desde hace seis años: fue alumna de Luis Agustoni y Norman Brisky;
hoy está bajo las enseñanzas de Juan Carlos Gené. También aprende canto con
Grace Cosceri, la couch de Luis Spinetta. No siente que su linaje le ponga
trabas a la hora de desempeñarse en escena: "No creo que por venir del lugar que
yo vengo sea más complicado. Todos tenemos que demostrar que tenemos talento.
Aunque sé que mi apellido pesa, a mí nadie me regaló nada. Trato de hacer todo
lo que esté a mi alcance para ser una actriz completa. Llamarme Mitre no me
perjudica en el trabajo. Nunca pensé en cambiarme el apellido. Yo estoy
orgullosa de ser quien soy, además me encanta mi nombre: es glamoroso y suena
bien"
. Sus primeros pasos en la televisión los dio en Enamorarte, junto a Emanuel Ortega. En 2002 compartió escenas con Gabriel Corrado, Cecilia Dopazo y
Valeria Bertucelli en Máximo Corazón.

Este año tuvo un paso fugaz por Costumbres Argentinas y su sueño es adueñarse de
algún rol protagónico. "De todas formas, no creo que lo único importante de la
vida sean la profesión y el éxito. Para mí es más importante formar una familia
que ser una gran actriz"
, dice Esmeralda. Está de novia hace tres meses con un
hombre divorciado, diez años mayor que ella, aunque prefiere no revelar su
identidad: "Me gusta enamorarme de gente mayor que yo porque me protegen, me
cuidan y saben cómo manejarme. Necesito estar con alguien que sepa contenerme
porque soy muy polvorita"
, confiesa.

Otro tema que la inquieta es la
inseguridad: "Me impactó mucho el secuestro de Florencia Macri… Esto demuestra
que vivir bien muchas veces trae sufrimiento. Yo tomo todos los recaudos para
protegerme de los secuestros, pero nunca usaría custodia. No quiero vivir con
miedo"
.

Heredó el charme de su madre, Blanca Isabel Alvarez de Toledo, ex modelo y actriz devenida filósofa. Tiene ojos claros y un cuerpo de formas generosas.

Heredó el charme de su madre, Blanca Isabel Alvarez de Toledo, ex modelo y actriz devenida filósofa. Tiene ojos claros y un cuerpo de formas generosas.

"Me gusta enamorarme de gente mayor porque me protegen y saben como manejarme"

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