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Aprender juntos

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Empezó como una aventura de un grupo de estudiantes de Filosofía y Letras, hace más de una década. En sus ratos libres, los universitarios se dedicaban a trabajar para ayudar a los aborígenes de las comunidades Wichi de la provincia de Salta. De aquella primera camada, sólo quedó una. Pero los voluntarios se fueron sumando y renovando. Como desde hace once años, cada seis meses Misión Despertar viaja al Norte a dar una mano y a llevar una sonrisa a una de
las zonas más pobres del país.

Sobre el corredor de la ruta 81, en Embarcación, Salta, y casi al límite con la provincia de Formosa, en el Chaco Salteño, los Wichi viven en comunidades (llamadas Misiones): Fortín Dragones, Hikmann y Pluma de Pato. En estas tierras, la pobreza y el abandono no llegaron con la crisis de las últimas décadas: siempre fue difícil vivir allí.

"Misión Despertar es una misión de amor, y el amor implica responsabilidad, poner en práctica la solidaridad, entregarse a los demás en un servicio alegre y generoso", explica Elena Herrera, la coordinadora del grupo. Además de llevar ropa y alimentos, ayudarles a vender artesanías y colaborar en la mejora del sitio en el que viven, los integrantes de Misión Despertar aseguran que su tarea es "despertar la conciencia" de la sociedad. "Queremos que todos sus miembros vivan con dignidad y que a través de su trabajo puedan satisfacer sus necesidades, como así también difundir su cultura que es parte de la historia de nuestra Argentina", agrega Herrera.

Entre los integrantes del proyecto solidario y los miembros de la Comunidad Wichi se tejieron, a lo largo de los años, lazos invisibles, alimentados por la enseñanza que reciben unos de otros. Durante esta década ayudaron a armar el primer jardín de infantes de la zona, gestionaron las donaciones de máquinas de escribir y computadoras y apadrinaron a chicos y jóvenes para que pudieran terminar sus estudios.

QUIENES SON LOS WICHIS. La cultura aborigen Wichi está considerada como una nueva cultura, ya que con el paso de los años fueron tomando elementos de aquellas comunidades con las que interactúan y los fusionaron con lo propio. Descendientes de los Matacos, comienzan a llamarse Wichis a partir de la adopción del Cristianismo Evangélico. Las Misiones, en las que se agrupan, están formadas por cerca de 90 familias, con un promedio de 10 hijos cada una. De costumbres nómades, se trasladan constantemente en el monte, en busca de comida (caza, recolección y pesca), o leña para vender en el pueblo. Pero la única actividad que les genera ingresos reales es la creación de artesanías con fibras vegetales. Las tradicionales yicas, las bolsas y los adornos que imitan figuras de la naturaleza y animales del monte son hechos con hilos de hojas de Yaguar, una especie autóctona de la región. El hilo se tiñe con la resina del algarrobo, que da a las artesanías esa clásica tonalidad de color negro y marrón. El hilado
de las yicas se realiza en familia, igual que los collares de semillas de algarroba y chañar.

LA AYUDA. Durante todo el año, los integrantes de Misión Despertar juntan alimentos, ropa y juguetes. En la mayoría de los casos hace falta arreglar los productos y ponerlos en condiciones. "Hacemos refacciones en las prendas y reciclamos los juegos", agrega Herrera. De manera simbólica, los aborígenes les entregan productos de los que ellos realizan a cambio de los materiales que les entregan. Así llegan a Buenos Aires las yicas, fajas, carteras y herramientas que ellos fabrican, y se venden en ferias, exposiciones y clubes del trueque.

Con los ingresos que se generan a partir de la venta de productos se compran herramientas, chapas para que arreglen sus casas, zapatillas y útiles para el colegio. Para el próximo viaje, en los primeros días de marzo, quieren llevar materiales suficientes para que todos los chicos puedan empezar las clases. "Si tienen zapatillas, un cuaderno y un lápiz se sienten alentados para ir a estudiar", explican los voluntarios. Se puede colaborar donando materiales o anotándose para trabajar como voluntario en alguna de las áreas. "Todas las áreas son importantes. Y todas las personas pueden aportar algo valioso", cierran.

Más información: Misión Despertar

En promedio, cada grupo familiar tiene unos diez hijos. Por la falta de trabajo, muchos chicos sufren desnutrición.

En promedio, cada grupo familiar tiene unos diez hijos. Por la falta de trabajo, muchos chicos sufren desnutrición.

Es lo que les permite generar ingresos. Con los hilos de las hojas del Yaguar arman las yicas (bolsos) y fajas, que luego tiñen con la resina del algarrobo.

Es lo que les permite generar ingresos. Con los hilos de las hojas del Yaguar arman las yicas (bolsos) y fajas, que luego tiñen con la resina del algarrobo.

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