El presidente Néstor Kirchner, en cama. Un médico, el doctor Horacio López
-director de la carrera de especialistas en Infectología de la Facultad de
Medicina de la UBA-, que alarmó con un brote para esta semana. De pronto, la
gripe, esa vieja enfermedad que estalla en el pecho cuando viene el frío, tomó
dimensiones de mal mayor. Se sabe, claro, que las infecciones respiratorias
vienen cada vez más fuertes. Pero, ¿estamos en peligro de una epidemia? Para el
ministro de Salud, Ginés González García, no.
"En realidad, tenemos menos casos que en igual época del año pasado: 159 mil
contra 166 mil -le explicó el Ministro a GENTE el domingo 30, mientras
participaba de la barrileteada por el Día de la Donación de Organos-. En algunas
provincias, como Buenos Aires, Salta y Jujuy, hay regiones donde se da más.
Pero, obviamente, es una época del año donde hay muchos casos de infecciones
respiratorias, no sólo el virus influenza que produce la gripe. Y todos los
grupos de riesgo están más vacunados que el año pasado: hubo vacunas para el
sector público, el PAMI, las obras sociales. Pero salir a decir que en esta
semana habría un tremendo brote en Capital, tuvo que ver más con especulaciones
que no son del interés de la gente."
-¿Qué tipo de especulaciones?
-Bueno, algunos profesionales, más que como médicos, están actuando como
vendedores de vacunas. Es parte de la relación inmoral que tienen los
laboratorios con algunos médicos. Sé que los laboratorios hicieron algo que se
llama El Club de la Gripe, y han formado un fondo para estimular opinión pública
, y así vender vacunas. Lo cual no estaría mal, siempre y cuando no hagan
terrorismo sanitario sobre la gente, diciendo: "La semana que viene habrá un
tremendo brote". Deberían tener una sanción moral.
GRIPE PRESIDENCIAL. Por supuesto, hubo una gripe que preocupó a todos: la de
Néstor Kirchner. Comenzó el lunes 24, empeoró el martes 25 -durante los festejos
por el aniversario del gobierno, se sacó el sobretodo, tomó frío-. En la
Catedral, durante la homilía de monseñor Bergoglio, se lo vio cansado. Y el
miércoles, el cuerpo no aguantó más: con 39 grados de fiebre acudió a la
reinauguración del Hogar San José. En la van que lo trasladó desde el
helicóptero al partido de San Martín, su médico personal, Luis Buonomo, intentó
convencerlo de no viajar a Guadalajara, donde lo esperaba una serie de
extenuantes reuniones. Esa misma tarde, apeló al último recurso: Cristina
Fernández. "Cristina, si el Presidente viaja así, y le pasa algo, yo tengo que
irme a ejercer la medicina en Tanganika", rogó Buonomo. La Primera Dama, al fin,
logró poner al primer mandatario en rol de paciente, y Kirchner reposó desde ese
día hasta el lunes 31, cuando regresó a la Casa Rosada por la mañana, esta vez,
sí, abrigado con un sobretodo azul. Por supuesto, el ministro González García
fue uno de los interlocutores del Presidente durante su convalescencia. Y
sorprendió con su primera definición sobre el tema: "No sabemos si fue gripe,
para eso habría que haberle hecho un examen de qué virus se lo causó. Fue una
infección respiratoria alta, porque aún con vacunas se producen resfríos, más o
menos fuertes, y una serie de cuadros que son similares entre sí. Y se
confunden. Esta es la época de estos cuadros. Le tenemos mucho más miedo a la
insuficiencia respiratoria aguda en los chiquitos, y con eso estamos en máxima
alerta, porque no tiene vacuna."
-¿Y cómo está?
-Bien, mejorando sustancialmente. Pero hizo lo que debía hacer: reposo.
MAL DE MUCHOS. El doctor Horacio López -que además es parte del Foro de la
Gripe-, que tiró la piedra, no quiso hablar con GENTE, pese a los reiterados
llamados. Entonces, recurrimos a la opinión del prestigioso infectólogo Jorge
Benetucci (61), a cargo de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina
de la UBA y jefe del departamento del mismo nombre en el Hospital Muñiz. Y con
él, el abecé de esta enfermedad tan difundida: "En un año, podemos tener
alrededor de un millón de casos de gripe. Proviene del virus influenza, en sus
tres cepas: A, B y C, siendo la primera la más frecuente. Entre las tres, las
diferencias son meramente estructurales y bioquímicas. Se transmite de una
persona enferma a otra sana, por medio de partículas de saliva. Los síntomas son
típicos: fiebre súbita y alta, que puede escalar a los cuarenta grados, tos,
expectoración, decaimiento, dolor de cabeza. El tratamiento más común: guardar
reposo, tomar medicación acorde, como antifebriles, y llamar al médico".
-¿Qué tipo de personas son las más propensas a sufrirla?
-Los mayores de 65 años, los que padecen enfermedades cardíacas y aquellos que
ven su capacidad pulmonar disminuida, como asmáticos y fumadores crónicos. Todos
estamos expuestos a la enfermedad, pero en estos grupos pueden existir
consecuencias graves.
-¿Cómo cuáles?
-Una neumonía, u otro cuadro de infección respiratoria alta no sería inusual. Y
puede ser fatal.
-¿Entonces, cuáles son los errores más comunes?
-No llamar al médico, realizar un diagnóstico propio y automedicarse. Esto no es
tan simple. La gente toma antibióticos que pueden producir el efecto adverso,
que es crear resistencia en el organismo al antibiótico mismo y así volverlo
inútil. Los famosos antigripales son suaves en su acción, no hay mayor problema.
Son medicamentos sintomáticos, que resuelven una fiebre o un dolor de cabeza.
Pero no llamar al médico es un error diametral: nunca está demás hacerlo. La
vacuna es una prevención necesaria, más para los grupos de riesgo.
-Eso, la vacuna.
-Veo que hay una tendencia creciente de aceptación a la vacuna antigripal. Es
accesible, pero hay que pagarla. Y creo que todas las vacunas deberían ser
gratuitas. No sería una mala inversión por parte del Estado. Además, hay una
implicancia económica que es obvia. La enfermedad toma su curso, si se hace
reposo, en cuatro o cinco días, una semana como mucho. Multiplicado por un
millón de personas, ¿cuántos días de trabajo fueron perdidos?
-Se habla de una epidemia…
-Para hablar de epidemia, deberíamos hablar de la que ocurrió en España en 1919,
que cobró cuarenta millones de víctimas, o deberíamos tener una cantidad de
casos veinte veces superior a la del año pasado. Pero si hablamos de un brote,
no podemos saber con anticipación. Tenemos que esperar a que ocurra.
-Bueno, hasta el Presidente de la Nación cayó engripado. ¿Alguna relación con su
enfermedad de semanas atrás?
-Lo que sufrió Kirchner fue una gastroduodenitis que le provocó una hemorragia.
Y puede haber quedado débil como para exponerse a la gripe. Esa conexión es
probable. Su estrés juega un papel clave. Es un factor que debilita al cuerpo y
lo vuelve propenso a contraer la enfermedad.
-También se dice que este rumor de brote no es más que una especulación por
parte de los laboratorios para hacer una fortuna con la venta de vacunas.
-Mire, no lo descarto ni lo desmiento. Pero si existe una vacuna disponible y
efectiva, más vale vacunarse. Prevenir, esa es la cuestión.
por Hugo Martin y Federico
Fahsbender
fotos: Matías Campaya, Walter Papasodaro y Leonardo Zavattaro
El ministro de Salud, Ginés González García, el domingo frente al Hospital Garrahan. Remontó un barrilete en el Día de la Donación de Organos, y habló de la gripe.
Para hablar de epidemia, deberíamos tener una cantidad de casos veinte veces superior a la del año pasado."">
"Para hablar de epidemia, deberíamos tener una cantidad de casos veinte veces superior a la del año pasado."
