«Al principio tuve miedo de que los secuestradores me mataran» – GENTE Online
 

"Al principio tuve miedo de que los secuestradores me mataran"

Cuando Florencia cuenta el peor momento que enfrentó mientras estuvo
secuestrada, su grupo de amigas la observa azorado. Ella está sentada sobre un
confortable almohadón en el amplísimo living del piso ubicado en Cavia y
Figueroa Alcorta -donde vive con su madre, la psicóloga Cristina Greffier- y con
cierta preocupación confiesa: "Recuerdo que era la madrugada del domingo, no
puedo precisar la hora exacta, pero de repente me sobresalté al escuchar gritos.
Supongo que eran los que me secuestraron. Uno le decía al otro, con palabras muy
fuertes: '¿Cóoomo? ¡Quiero saber dónde está la guita!'"
. La escena que describe
con paciencia Florencia Macri corresponde al momento en que Franco, su padre,
había decidido pagar el rescate en persona. Esa noche, había salido con su jefe
de seguridad alrededor de las tres de la mañana, y regresó una hora y media
después con el rostro desencajado. Luego se supo que ese intento para abonar los
750.000 dólares que exigían los delincuentes se había frustrado. Y que hubo que
esperar hasta la mañana del lunes para que la liberaran. Flor no tenía la más
mínima idea de lo que estaba sucediendo, pero intuía que no era nada bueno: "Me
asusté mucho. Y pensé
: 'Algo malo está pasando'. Estaba preocupada por mi padre,
también por mamá; imaginaba cuánto estaría sufriendo mi familia, y me
angustiaba"
.

Flor hace una pausa. Sus amigas cambian el tema de la charla y programan la
salida del sábado a la disco Tequila de la Costanera. Ella sonríe porque su
padre le prohibió ir a bailar, pero finalmente aflojó, con condiciones: un
horario tope para el regreso a casa, que fue fijado en las tres y media de la
mañana. Demás está decir que también le impuso una custodia que ahora la
acompaña a sol y a sombra. Y por último, le sugirió que completara sus estudios
para directora de cine en Los Angeles. Flor aceptó todos los pedidos del jefe
del clan Macri, pero dejó en claro que sentía la necesidad de quedarse en Buenos
Aires, junto a su familia.

Florencia ya se siente bastante más aliviada; por eso desde el martes 6 volvió a
sus cinco horas de clase diarias en la Universidad del Cine. Esa mañana, hasta
llevó la maqueta de una escenografía: un trabajo práctico que le encargaron
antes de su secuestro. "Sé que mi papá estuvo muy mal, muy preocupado. Cuando me
liberaron me abracé con él y lloramos juntos"
, reconoce hoy ante sus amigos. En
su círculo íntimo comentan que después de haber sido raptada, Florencia está muy
sensible, "y se pone a lagrimear por cualquier cosa".

Ojalá pueda volver a hacer mi vida normal. No voy a quedarme encerrada toda mi vida por lo que me pasó".">

"Ojalá pueda volver a hacer mi vida normal. No voy a quedarme encerrada toda mi vida por lo que me pasó".

Viernes 9, hora 16, barrio de Palermo. Florencia dejó su custodia por un rato y camina por la calle con GENTE como único testigo.

Viernes 9, hora 16, barrio de Palermo. Florencia dejó su custodia por un rato y camina por la calle con GENTE como único testigo.

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