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Adiós, ojos azules...

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Los ojos azules, la sonrisa seductora y la belleza irrepetible le allanaron el camino. La fama no se le resistió, el éxito lo acompañó, y las mujeres deliraron por él, pero Paul Newman eludió convertirse en el estereotipo de galán que Hollywood tenía reservado para él. Decidió no vivir como un niño mimado del cine, no deambular por Beverly Hills, no frecuentar los círculos de las estrellas, no ser el mujeriego que todos esperaban que fuese. Ese irreverente al que todo el cine y todos los públicos lloraron murió en la madrugada del 26 de septiembre, a los 83 años, en su casa de Wesport, Connecticut, al lado de su mujer, Joanne Woodward, y de sus hijas.

El indomable. Nació el 26 de enero de 1925 en Shaker Heights, Ohio. Fue el segundo hijo de una pareja de inmigrantes. Su padre, dueño de una tienda de artículos deportivos, era de origen judeo-alemán. Su madre, católica de raíces húngaras, le inculcó el amor por el arte. En 1942 ingresó en el Kenyon College y, al año siguiente, se alistó en la Marina. Cumplió el servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial en las bases de Okinawa y Guam. Regresó a Kenyon y se graduó en Ciencias Económicas en 1950. Se unió a la compañía de teatro de Illinois y allí conoció a su primera mujer, Jackie Witte, con quien tuvo tres hijos: Scott, Susan y Stephanie. Su padre quería que se hiciera cargo del negocio familiar, pero Paul desobedeció el mandato. “Siempre me dio a entender que estaba decepcionado. Uno de mis mayores dolores es que no haya podido verme triunfar como actor”, se lamentó durante mucho tiempo. Siguió sus estudios en la Escuela de Arte Dramático de la Universidad de Yale y en el mítico Actors Studio de Nueva York.

Debutó en teatro en 1953 con la obra Picnic, de William Inge, que estuvo catorce meses en cartel en Broadway. En 1954 apareció por primera vez en la pantalla grande con El cáliz de plata, película tan mala y papel tan pobre que publicó un aviso pidiéndole perdón al público… Pero tuvo revancha en 1956, en la piel del boxeador Rocky Graciano en El estigma del arroyo. El éxito siguió con La gata sobre el tejado de zinc caliente, de Tennessee Williams, con Elizabeth Taylor y como el marginal, rebelde y borracho Brick.

En 1958 se divorció de Jackie Witte para casarse con Joanne Woodward, a quien conoció actuando en El largo y cálido verano, obra del mismo Williams. Su matrimonio con Woodward fue una de sus banderas. Con ella tuvo otras tres hijas: Eleanor, Melissa y Clea. Y formó una de las parejas más duraderas y sólidas de Hollywood.

Aun cuando su belleza, su fama de galán y su éxito lo podrían haber llevado a una vida más licenciosa, se enorgullecía de ser fiel. “¿Para qué voy a comer hamburguesa fuera de casa si adentro tengo filete?”, bromeaba. Trabajaron juntos en once películas, y él la dirigió en cinco films como protagonista.

El golpe. La leyenda del indomable, dirigida por Stuart Rosenberg (1967), le valió una de sus nueve nominaciones al Oscar. Dos años después formó la memorable dupla con Robert Redford que hizo estragos en la historia del cine con Butch Cassidy & The Sundance Kid, y repitió el suceso en 1973 con la pareja de tahúres de El golpe.

Pero pocas cosas lo marcaron tan a fuego como la muerte, en 1978, de su único hijo varón, Scott, por sobredosis de drogas y alcohol. El actor creó entonces la Scott Newman’s Foundation, una entidad destinada a ayudar a jóvenes con adicciones, y cuatro años después lanzó Newman’s Own, la empresa de productos comestibles y aderezos cuyas millonarias ganancias se destinan exclusivamente a obras benéficas. Una de ellas es The Hole in the Wall Gang Camp, un campamento de verano para chicos con enfermedades graves. Newman y su mujer no sólo visitaban el campamento: tenían allí, en ese bosque, su propia cabaña.

También formó parte de la Alianza de Defensa del Medio Ambiente y, en 1978, fue elegido por el presidente Jimmy Carter para representar a su país ante las Naciones Unidas en la Conferencia para el Desarme. Ganó tres Oscar: a la trayectoria en 1985, a Mejor Actor en 1986 (después de haberlo perdido ocho veces) por su actuación en El color del dinero, dirigida por Martin Scorsese, y junto a Tom Cruise, y en 1994, el premio humanitario Jean Hersholt. Se retiró del cine en 2002 luego de filmar Camino a la perdición.

Sabiendo que el cáncer de pulmón avanzaba y que le quedaban pocas semanas de vida, decidió abandonar el hospital, para pasar sus últimos días en su casa. “Su muerte fue privada y discreta, como la forma en que vivió su vida. Fue un artista humilde, que nunca se pensó a sí mismo como un grande”, dijo su familia en un comunicado al anunciar su muerte. Así se fue el hombre, pero ya era leyenda.

Cuando empezaba su carrera de actor.

Cuando empezaba su carrera de actor.

Con su amigo <i>Bob</i> Redford.

Con su amigo Bob Redford.

...olvidará a su tahúr de <i>El golpe</i>, a su rebelde de <i>La leyenda del indomable</i>, a su pistolero de <i>Butch Cassidy</i> ni a su imbatible jugador de pool de <i>El color del dinero</i>.

...olvidará a su tahúr de El golpe, a su rebelde de La leyenda del indomable, a su pistolero de Butch Cassidy ni a su imbatible jugador de pool de El color del dinero.

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